viernes, 6 de junio de 2014

Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham



Libro de la generación de Jesús, el Cristo, hijo de David, hijo de Abraham.  (Mat 1:1)

Cuando leemos el primer versículo del primer evangelio, en el Nuevo Testamento, escrito por Mateo, apóstol del Señor; vemos que a Jesús se le nombra explícitamente como hijo de David e Hijo de Abraham; siendo estas dos personas muy relevantes de destacar en su genealogía, por el autor del Evangelio (en este caso Mateo, inspirado por el Espíritu Santo).

¿Por qué se nombran sólo estos dos hombres en forma separada, y no tantos otros tan relevantes e importantes, que también estaban en su ascendencia? 

Si miramos bien, veremos que en su ascendencia estaban también: Isaac, Jacob, Judá, Booz, Salomón, etc. por nombrar algunos…

Ahora, otro punto importante de destacar, que es que primero se nombra a David antes que Abraham; siendo que Abraham es antes que David; David desciende Abraham varios siglos y generaciones después.

Bueno, lo que el Espíritu Santo nos está enseñando, son dos características fundamentales que están presentes en Jesús, que son características de estos dos hombres de Dios (David y Abraham); y estas características deben repetirse en todos los discípulos de Jesucristo, es decir, los que siguen al Maestro. De hecho, por eso son mencionados explícitamente en forma muy especial por el evangelista, teniendo en el Nuevo Testamento, el primer lugar en lo escrito (en primer evangelio y en primer versículo de éste).

Vamos a lo que estos dos hombres nos representan, y deben ser nuestros ejemplos fundamentales; ya que así nos lo insinúa el autor:

Abraham
Abraham representa la fe, es llamado padre de los creyentes, sean estos Judíos o gentiles; es la fe lo que caracteriza Abraham en su vida, y por la obediencia a esta, llegó a ser llamado amigo de Dios. Es un ejemplo a conocer y seguir, para alcanzar la promesas de Dios.

David
David representa el amor; recordemos que este hombre llegó a escribir gran parte de los salmos escritos en el Antiguo Testamento (canciones y/o poesías); y era su corazón lo que a Dios le agradó. Fue quien estaba dispuesto a humillarse por exaltar Su Nombre; fue el dulce cantor de Israel. Su amor por el Señor lo hizo desear construir el primer Templo al Señor, cosa que Dios no le permitió. Incluso podemos decir, que su nombre en Hebreo significa amante, amoroso (דָּוִד).


Ambos hombres ejemplifican dos características fundamentales de los hijos de Dios, es decir, de los discípulos de Jesucristo; Abraham ejemplifica la vida de fe. David ejemplifica la vida de amor. Es importante notar, que el amor y la fe, estuvieron presentes en ambos patriarcas; de hecho, no podría ser de otra manera; ya que el llegar a ser amigo de Dios para Abraham, significó una relación de amistad que lleva en sí misma, el amor. Y en el caso de David, vemos que fue un luchador y guerrero de la fe (recuerda, por ejemplo,como venció a Goliat, por fe). Pero lo que la Biblia nos quiere recalcar, es el ejemplo de estos dos hombres, para que los CONOZCAMOS e IMITEMOS, y lleguemos a la perfección en nuestra carrera, con ambos modelos, que son exhalados como padres de Jesús el Mesías.

Es importante, después de lo que te he compartido, que puedas encontrar la motivación de poder conocer más las vida de estos dos hombres y saques ejemplos prácticos que te podrán ayudar en esta carrera, a la excelencia en Cristo Jesús.

Por último, ¿Por qué la Biblia primero destaca a David antes que Abraham, siendo que Abraham fue antes que David? Bueno, ellos están en la Biblia en un orden cronológico, como lo es la fe y el amor, la fe antecede al amor; pero el amor es el propósito. Nadie puede tener amor, sin fe; pero la fe acabará y el amor perdurará por siempre. Así también es en la Biblia, la fe es caracterizada antes por Abraham, luego el amor por David (como dije ambos tenían fe y amor, sólo estamos hablando de ejemplos de vida en ellos).

Por eso Jesucristo es llamado hijo de David e hijo de Abraham, porque lo más profundo e importante es el amor, que es nacido de la fe verdadera. Como David nació de Abraham, así el amor nace de la fe.


Un abrazo, y recuerda que no es sólo por fe; sino por fe y amor; no sólo por agua, sino por agua y sangre.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. (Juan 13:34)


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