domingo, 27 de marzo de 2011

¿Y donde está la gracia?


Con el titulo de este mensaje, quiero llamar tu atención, y pedirte que por favor, medites en tu corazón; verdaderamente ¿Dónde está la gracia?

Todos sabemos que por medio de Moisés vino la Ley; pero por medio de Jesucristo, vino la gracia y la verdad.

Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Juan 1:17)

Muchos cristianos creen tener claro que no están bajo la Ley (cuyo resumen son los 10 mandamientos, Éxodo 20); y muchos incluso, llegan a despreciarla; pero la verdad es que la mayoría ni entiende lo que habla, hablan como papagayos cosas que repiten de quienes escuchan, y les parecen muy espirituales. En cambio otros cristianos, aún están enredados entre la gracia y la ley, no saben cual es la diferencia; y también hay aquellos que no están ni en la ley, ni en la gracia; yo diría que es la mayoría (andan en la carne).

Es una triste realidad, muchos cristianos hoy, ni son guiados por la ley, ni aún están siendo guiados por el Espíritu de Dios. Si les preguntas a ellos, te darás cuenta lo seguro que parecen estar de todas sus creencias y filosofías personales, pero su dios es sólo un ídolo, a la medida de ellos mismos.

Voy a ser muy directo, para que no perdamos ni un minuto:

Siendo la ley, santa justa y buena; ¿Por qué no estamos bajo la ley los cristianos verdaderos?

Porque la ley nos condenó y morimos; y con Cristo estamos juntamente crucificados y ya no vivimos nosotros, sino que Cristo vive en nosotros.

Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. (Gal 2:19)

¿Y por que nos condeno? Porque éramos pecadores, y ley condena el pecado.

De modo que la ley nos mostró la santidad de Dios y la vara de medir que es necesario cumplir para tener vida eterna; pero como nosotros éramos injustos; la ley nos reprobó y morimos.

Cuando vemos que la ley siendo buena, santa y justa; a nosotros nos resulta para muerte; vemos que hay una esperanza aún APARTE de la Ley. Es por eso que la Biblia nos enseña que la Ley nos lleva a Cristo.

De manera que la ley ha sido nuestro ayo (guía), para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. (Gal 3:24)

De modo que sabemos que la Ley nos lleva a Cristo; y Cristo nos lleva al Padre.

Jesús le dice: YO SOY el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)

Algunos piensan que la Ley ha sido abolida por Dios, pero eso no es así; la ley no pasará.

Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. (Mat 5:18)

Ahora hermanos, la gran pregunta:

¿Y donde está la gracia?

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Rom 8:1)


La gracia está EN Cristo Jesús, sólo EN él está la gracia; fuera de él no hay gracia. Sólo los que son guiados por el Espíritu de Dios, son los que permanecen en la gracia; sin la guía del Espíritu Santo; no estamos en Cristo. Ninguna condenación hay para los que están en Jesucristo, aquellos que ya no caminan (son guiados) por la carne; sino aquellos que son guiados por el Espíritu.

¿Dónde está la gracia? La gracia está en Cristo, sólo en Cristo está la gracia; ¿y como entramos a esta gracia? Por medio de la fe.

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Rom 5:1-2)

La gracia opera en la guía del Espíritu de Dios, cuando andamos en el Espíritu, es decir, siendo guiados por El; ya no guiados por la Ley; ya que el fin de la ley es Cristo, es decir, cuando ya estamos en Cristo, no necesitamos la ley como guía.

…porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. (Rom 10:4)

Pero cuidado, si MUCHO CUIDADO, hoy muchos se olvidan de la ley, creen en Cristo; ¿Y por quien son guiados?

Sólo hay tres alternativas de guía para el hombre:

1º LA CARNE.
2º LA LEY.
3º EL ESPIRITU.

No hay más formas de ser guiados en esta tierra; o lo somos por la carne; es decir, por lo humano; y en lo humano influenciados por cualquier espíritu aparte de Dios. O somos guiados por La Ley que nos llevará a Cristo. O somos guiados por el Espíritu de Dios.

Cuando tomamos cualquier decisión; obedecemos a uno de estos tres guías; la carne, la Ley (justicia propia) o el Espíritu de Dios; que es por la fe.

Muchos cristianos hoy en día se vanaglorian de su salvación, de su riqueza espiritual, de su gran conocimiento de la Biblia, etc. Pero muchos de ellos; aún sólo siguen sus carnes, y sus frutos los denuncian.

Por favor queridos hermanos en Cristo, no descuides lo más importante; el ser guiados por el medio en el cual NO HAY NINGUNA CONDENACION. No seas como la mayoría, que piensan que por ellos hacen tal o cual cosa; Dios los justificará; no es así; ni seas como esos que se glorían en ser salvos; y muy lejos están de seguir los consejos del Espíritu de Dios. La gracia sólo opera en Cristo, y fuera de él NADA.

…como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. (1Co 1:31)

Si te glorias, debe ser EN CRISTO, es decir, en el Señor; es decir, permaneciendo en él, es decir, unidos por la fe, es decir, oyéndolo y obedeciéndolo cada día.

Fuera de Cristo no hay nada, en Cristo estamos completos; no descuidemos la guía que tenemos, que habla las cosas del cielo, las cosas espirituales que el mundo no puede ni siquiera ver, las cosas que aún los ángeles anhelan conocer. No pienses que debes ser guiado por otro medio, más que por el que Jesús mismo nos enseñó, que debemos ser guiados.

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho. (Juan 14:26)

Ninguna gracia hay fuera de Cristo, es decir, fuera de la guía del Espíritu Santo.

¿Y por que? Porque fuera de Cristo, estás fuera de la voluntad de Dios; y fuera de su voluntad, no opera la gracia. Así de claro, así de sencillo.

Señor Dios y Padre, abre una vez más nuestros corazones para oír tu palabra día a día, que es vida eterna. Amen; en el nombre de Jesucristo te lo pedimos. Amen.

Ya sabes amigo mío donde está la gracia, no desprecies la Ley, no desprecies el consejo. Abre tus oídos, abre tu corazón; para que puedas oír quien habla desde tu interior y desde los cielos; si ya lo recibiste. Amen.


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