¡Oh
qué sorpresa! Muchas veces leí cuando el apóstol Pedro hablaba de “leche
espiritual”; cito la tradicional Reina-Valera 60 (RV60)“… desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,”
(1Pe 2:2); y varias traducciones citan lo mismo, “leche espiritual”.
¡Gran
sorpresa tuve!, cuando revisando en la versión original de Casidoro de Reina
(original de donde tomó Cipriano de Valera para su revisión); el verso en
cuestión lo traduce de la siguiente manera: “desead, como niños recién nacidos, la leche racional, y que es sin engaño,
para que por ella crezcáis en salud,” (1Pe 2:2).
Si
revisamos lo escrito en el original en griego, vemos que la palabra que comúnmente
la traducen como espiritual, en el verso en cuestión, es la palabra logikós
en griego, cuyo significado es lógica
o racional. En cambio la palabra en
griego espiritual, es pneumatikós. Vemos entonces, para
nuestro asombro y sorpresa, que el verso que Pedro escribió debería traducirse
de la siguiente manera:
...desead, como
niños recién nacidos, la leche racional (lógica) no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación, (1Pe 2:2)
Si
no crees lo que te digo, por favor revísalo con tus medios y me cuentas…
Bueno
para seguir, la leche se refiere a la palabra en forma de alimento para
menores; esa palabra debe ser dada sin adulteraciones (sin engaño) y cuya característica
principal, es que es lógica y/o racional. ¡Qué sorpresa! Si estábamos tan
acostumbrados a oír espiritual…
Es
completamente racional lo que Pedro hablaba, ya que la palabra no se puede dar en
forma espiritual, sino en forma lógica y/o racional, luego de creída y
entendida, es transformada en alimento espiritual, para que crezcáis para
salvación. Ese es el orden, primero una palabra que puede ser entendida en
forma racional y/o lógica, luego por medio de la fe, esa palabra se convierte en
alimento espiritual
Veamos
como Pablo habla de lo mismo, en el siguiente texto:
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos
vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi
entendimiento, para enseñar también a
otros, que diez mil palabras en lengua
desconocida. (1Co 14:18-19)
El
hablar en lenguas, que son palabras espirituales, son palabras dadas por el Espíritu;
pero en la congregación, Pablo prefiere hablar 5 palabras con entendimiento
(racional y/o lógico), que 10.000 palabras en lenguas (aunque eran espirituales
las palabras en lenguas que él hablaba, pero sin comprensión para los oyentes; y por lo tanto, sin frutos para los oyentes).
El
evangelio es muy racional y lógico; toda la creación lo es; Dios no es ilógico,
ni irracional; el nos habla a nuestro entendimiento; y si le creemos, eso nos
da frutos en el Espíritu, nos alimenta. Ese es el orden, primero una palabra
pura y racional de Dios, luego si la crees; hay fruto en el espíritu. Todo en
un orden perfecto, cuán lejos está esto de seguir ritos sin entender, de seguir
tradiciones, de seguir hombres, de seguir propias ideas…(hay que seguir las ideas de Dios).
Ahora
vemos un poco más claro, más claro por lo menos de lo que vieron algunos traductores
de la Biblia; que no pudieron concebir que Pedro hablara de una palabra lógica
y/o racional como un alimento para los pequeños hijos de Dios, sino que cambiaron el significado en su traducción (porque su entendimiento no lo concebía aún). ¿Cuántos hoy
disciernen esto, y no están aun confundíos siguiendo emociones antes que a
Cristo en sensatez?
La
Biblia es muy exacta, ninguna palabra está puesta por casualidad, es un todo
perfectamente armónico, y su perfección asombra a la mente más aguda en Cristo;
pero para la razón humana sin luz, nada se puede ver; todo lo dejan en ceremonias,
tradiciones, emociones, canciones y poesías (no que lo anterior sea malo, pero
no tiene poder de transformar y hacer crecer a un hijito de Dios). Pedro
aconseja a los pequeños, que deseen como niños la palabra de Dios racional sin
engaño, para que puedan crecer a salvación; ese es su consejo.
Hablamos
de alimento como leche racional, luego viene el alimento sólido racional (para
los mayores); nunca la razón deja de participar; porque de otra manera no podríamos
amar a Dios con toda nuestra mente. Y nuestra mente debe quedar asombrada, con
este maravilloso entendimiento que viene de su Palabra, por la fe. Y nuestra mente debe ser transformada, hasta alcanzar la mente de Cristo. Amén.
Un
abrazo y espero comentarios.
Saludos
a todos en Cristo Jesús.
Desechando, pues,
toda malicia, todo engaño, hipocresía,
envidias, y todas las
detracciones, desead, como niños recién
nacidos, la leche racional no
adulterada, para que por ella crezcáis
para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
(1Pe 2:1-3)