sábado, 2 de octubre de 2010

La mujer aprenda en silencio


Texto: La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. 1Ti 2:11-15

“La mujer debe aprender en silencio”, le dice el obispo a una hermana que quiere expresar lo que el Señor le revela en su corazón; con las rudezas de estas palabras es acallada “La mujer aprenda en silencio”… Han pasado los años y muchas denominaciones, religiones, sectas, templos o iglesias; como quieran llamarlas, han enseñado que las mujeres no deben hablar en la congregación (bueno en la mayoría ni los hombres pueden hacerlo, sólo los con “supuesta autoridad”, limitando así la libre manifestación de la Verdad por medio del Espíritu Santo, y la mutua edificación).

¿Qué significa realmente esta frase“ La mujer aprenda en silencio”, que Pablo escribió, inspirado por el Espíritu Santo?

Antes requiero citar lo siguiente:

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Luc 10:38-42

Marta y María representan dos tipos de iglesias. Marta es la iglesia que sirve al Señor con mucho trabajo, esmero y afán, y tiene celos de la iglesia que está a los pies del Maestro escuchando su palabra, sin aparentemente hacer nada productivo. Marta ciertamente era creyente y había recibido a Jesús en su casa, es decir, en su corazón. Pero María tomaba la mejor parte, es decir, en silencio escuchaba su palabra; cuyo fruto es eterno; pues dice “la cual no le será quitada”. Vemos entonces a Marta, que es guiada por su mente, y hace todo lo que le parece correcto; pero deja lo más importante antes de obrar; que es escuchar al Maestro. Marta vemos que es guiada por la carne, María en cambio es guiada por el Espíritu.

Ahora volvamos a lo nuestro “La mujer aprenda en silencio”; dice el Espíritu Santo a la iglesia, si hermanos y hermanas, la mujer es la iglesia; debemos estar como María a los pies de nuestro Maestro “con toda sujeción”. No es que las mujeres no puedan hablar en la congregación, como practicaríamos si sólo vemos la letra de la Biblia, sin tocar su Espíritu; sólo debemos tener muy claro que la iglesia antes de hablar debe escuchar y estar sujeta a su Señor. Así se cumple: La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 1Ti 2:11

También vemos como Santiago nos lo repite: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; Stgo 1:19

Sigamos escuchando:

Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 1Ti 2:12

El Espíritu Santo nos enseña, que el hombre es Cristo; y la iglesia no puede enseñar a Cristo y ejercer dominio sobre El. Al contrario debe estar en sujeción a su Cabeza. ¿Cuánto de esto vemos hoy? Si se cumpliera no habría tanto desorden y confusión en el pueblo cristiano. ¿Cuántas supuestas iglesias hoy están en silencio ante El, escuchándolo? Es por eso que hay tanta contradicción en el pueblo cristiano.

Sigamos escuchando:

Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 1Ti 2:13-14

Acá Adán (el hombre) representa a Jesucristo, y Eva a la iglesia. Dice “Adán fue formado primero, después Eva”; Cristo fue engendrado por el Padre en el principio, y por medio de él hizo todas las cosas; la iglesia nació de la costilla de Cristo; cuando fue clavado en la cruz y resucitó el tercer día. Por eso se cumple “Adán fue formado primero, después Eva”.

¿Quiénes son la iglesia? Todos los que tenemos por cabeza a Cristo y nacimos de su costado, del agua y de su sangre ¿no es verdad?. Jesucristo cuando fue tentado, no fue engañado por Satanás; Cristo triunfó sobre el Diablo (recuerden la tentación en el desierto por 40 días). ¿Cuando el hombre en el huerto fue tentado que sucedió? Fue engañado y calló. Por eso se cumple: “Adán no fue engañado, sino que la mujer”. (Si hablara del Adán histórico, vemos que este también fue engañado y comió junto a Eva).

Sigamos escuchando las instrucciones de nuestro Señor: Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. 1Ti 2:15

Nuevamente, si leemos sólo en la letra, quedamos cortos; el Espíritu Santo nos enseña que la iglesia, es decir, los que nacimos de Cristo y lo tenemos por cabeza, ya que somos su cuerpo; nos salvamos engendrando hijos. ¿Y que son los hijos? Muchos han condenado a las mujeres estériles con este verso, ya que lo interpretan en lo literal; ciertamente los hijos nacen del ministerio de la iglesia, de haced discípulos a las naciones. No dice que por medio de los hijos somos salvados, sino que en el proceso de salvación engendraremos hijos; si y sólo si permanecemos en fe, amor y santificación, con un ingrediente importantísimo que muchas veces olvidamos con modestia. Repito el orden: Fe, Amor y Santificación (ya que sólo los limpios de corazón, verán a Dios), pero con Modestia.

Para las hermanas que leen estas palabras, ¿ya pueden ver como la letra mata y sólo es Espíritu vivifica? Y la iglesia hoy debe aprender a estar en silencio y aprender primero antes de obrar.

…no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. 2Co 3:5-6

Gracias Padre y Señor, por tu Palabra. Amén.


A la memoria de Jorge Fox.

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