Hoy les comparto el siguiente mensaje y reflexión, que creo
importante de considerar para todo verdadero cristiano; quien nunca quiere seguir la ignorancia y/o soberbia,
sino al Señor de la verdad.
¿Puede un hombre, como simple mortal, rechazar el propósito (designio)
que Dios tiene para su vida?
Un razonamiento errado
puede sugerirnos; ¿acaso es más poderoso el hombre que Dios, que no
puede Dios cumplir el propósito en una persona determinada?
Claro que es muchísimo más poderoso Dios; pero Dios
estableció las cosas de cierta manera y orden que debemos conocer y
respetar, y no de otra como a cualquiera se
le ocurra!!!
Dios es todopoderoso, pero busca adoradores que libremente
lo eligen y siguen; y no marionetas pre-programadas que le digan a todo que sí.
Recordemos que el propósito de Dios, es que el hombre sea como El es, libre y con capacidad de autodeterminación; ver génesis
capitulo 1:26.
Un hombre, si puede menospreciar y/o rechazar el propósito de
Dios para su vida; eso es lo que la Biblia enseña y advierte; como en el
siguiente ejemplo de los fariseos; quienes por incredulidad y orgullo, no
quisieron bautizarse con Juan el Bautista, rechazando el propósito de sus
vidas!!!
Lucas 7:30 "Pero
los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para
con ellos, al no ser bautizados por Juan."
En el ejemplo anterior, vemos como los fariseos, si rechazaron el propósito que Dios tenía para sus vidas. ¿Falló Dios? De ninguna manera, fallaron ellos; pues rechazaron la piedra angular.
Y se perdieron aquellos fariseos, a menos, que se hayan
arrepentido y enmendado su mala decisión!!!
La Biblia está para guiarnos del error, para corregir las
falsas enseñanzas. Siendo Dios todopoderoso, espera en el hombre el sí, para hacer su obra de restauración y cumplir su propósito divino y grandioso en él.
No hay salvación sin el hombre; pues sin él hombre ¿que habría de salvar en él?
Saludos y shalom a los creyentes.
Nota: Con este mensaje, no estoy negando la predestinación; sino
que estoy hablando desde el hombre para con Dios.