domingo, 3 de diciembre de 2017

Nada nos podrá separar del amor de Dios...

Un afectuoso saludo, para todos los que hoy leen este mensaje; yo creo que la mayoría hemos escuchado esta promesa “nada nos podrá separar del amor de Dios”, y es una tremenda promesa, pero me gustaría desmenuzarla un poco más, pues creo que a veces se mal entiende; pero antes leámosla:

Romanos 8:37-39  Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó.  (38)  Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  (39)  Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura (cosa creada) nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Primero, nos debemos fijar que la promesa debe incluir algo importante, que son las últimas palabras de esta, copio:

Romanos 8:39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura (cosa creada) nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Las últimas palabras que pongo en negrillas son muy importantes de tener en cuenta, pues sin ellas la promesa NO SE CUMPLE, estas son: que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Nada nos puede separar del amor de Dios, QUE ES EN CRISTO JESUS SEÑOR NUESTRO.

No hay cosa o criatura en el universo que nos pueda apartar del amor de Dios, pero eso tiene un “lugar”, que es EN CRISTO JESUS SEÑOR NUESTRO.

Sólo en la permanecía en el Señor, somos invencibles y nada nos puede separar del amor de Dios, es decir, cuando no andamos en la carne, sino en el Espíritu. Sólo en Jesucristo como nuestro SEÑOR, somos vencedores, y es esa la posición que debemos mantener día a día, EN CRISTO.

En la práctica, veo en nosotros algunas excusas para no tener una vida de vencedores, muchas de ellas pueden ser: mi marido que no es creyente, mi mujer que no es creyente, mis hijos, si tuviera una familia creyente, es que no encuentro hermanos que compartan mi fe, es que no tengo tiempo, es que no puedo..., etc. Hay muchas excusas que nos hacen creer que si nuestro entorno fuera diferente, podríamos ser vencedores en la fe, pero lo anterior es una excusa y contradicción; pues le estamos dando a las cosas creadas, o a las criaturas (personas), el poder de evitar que seamos vencedores en la fe.

Hermano(a), aunque el mundo entero esté contra tuyo; si tú estás EN CRISTO, puedes ser vencedor y no hay nada que te lo pueda impedir, absolutamente NADA. Es lo que Dios dice, que EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO tendremos siempre victoria!!!

1 Juan 5:4  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.

Nada de lo dificl que veamos en nuestro alrededor nos puede apartar del Amor de Dios que es en Su Hijo; absolutamente nada… excepto…

Segunda parte: Hay una excepción a lo anterior, como bien leímos somos invencibles EN CRISTO; pero el apóstol no niega que esa posición privilegiada que podemos mantener EN CRISTO, no sea abandonable por el cristiano, de hecho podemos salirnos de ella con mucha facilidad, cuando le damos la conducción de nuestra vida a la carne, es decir, al viejo hombre (Adam), más que al Espíritu de Dios (cuando no andamos por fe).

Lo que el apóstol Pablo nos quiere explicar, es que no hay nada en este mudo que te pueda impedir ser un vencedor en la fe, a pesar de todas las circunstancias desfavorables que tu puedas ver; lo único importante que debemos entender que esas victorias sólo se obtienen EN CRISTO; y esa posición es nuestra responsabilidad mantenerla , como Jesús nos mando:

Juan 15:4  Permaneced en mí, y Yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Debemos permanecer en El, porque El ya permanece en nosotros por medio de su Santo Espíritu; nosotros debemos permanecer unidos a EL día a día por medio de la fe; es decir, creyéndole, y por lo tanto, obedeciéndole como NUESTRO SEÑOR; para que se cumpla en nosotros:

...ni ninguna criatura (cosa creada) nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.


Publicidad