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lunes, 5 de febrero de 2024

¿Qué significa la frase?, él que tiene oídos para oír, oiga.

 



Nuestro Señor Jesús, muchas veces dijo esta frase, como se registran en los evangelios sinópticos, El que tiene oídos para oír, oiga”, pero ¿Qué significa realmente esta frase?; hay varias interpretaciones de ello, pero nos es imperiosa necesidad el saber la verdad fidedigna de ello, es decir, que realmente quiso decir con esto.

Bueno, debemos saber que nuestro Señor cuando vino a la tierra y se hizo hombre en Jesús de Nazaret, se hizo judío, y como judío, tenía muchos hebraísmos que hoy debemos entender bien, para no caer en la mala interpretación del texto, y eso nos haga hacer lo contrario, de lo que él, nos indica y realmente espera de nosotros.

Primero, debemos decir que la palabra oír en hebreo es la palabra shamá; ósea acá vemos la palabra para oír, que es la misma palabra para obedecer (muy interesante); oír y obedecer en hebreo, son la misma palabra Shamá.

El “shamá” hebreo, de Israel es este (que es muy conocido):

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)

Es también como los cristianos vemos el primer mandamiento de la ley (Torá).

Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. (Marcos 12:29)

Es importante ver esto, el primer mandamiento no es sólo oír, como se diría en español, es también hacer. Es que en hebreo la palabra oír también tiene el significado de OBEDECER (lo digo nuevamente).

 Veamos esto en más detalle:

El Shamá de Israel dice:

Oye (Shamá), Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)

La palabra que se traduce como OYE, es la palabra OIR; que es la palabra SHAMA (שָׁמַע) en hebreo; que tiene los significados de OIR, como el significado de OBEDECER; ósea, cuando traducimos como oye Israel está bien gramaticalmente, pero nos perdemos que OIR es también obedecer en hebreo, una traducción posible en español sería la siguiente que nos es más clara en nuestro idioma:

Obedece (Shamá), Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)

Ósea, oír y obedecer, en hebreo van juntos; quien no obedece, es porque NO oyó; y quien obedece, es porque SI oyó. En español no son lo mismo, y eso nos ha dado malos resultados a la hora de entender bien la Biblia.

Sabiendo lo anterior, ¿Cómo podríamos traducir en forma más correcta la frase típica de Jesús de Nazaret, escrita en la Biblia?:

Está muchas veces escrito en nuestra Biblia así:

El que tiene oídos para oír, oiga;

pero su verdadero significado sería, cómo lo vimos reiteradamente:

 El que tiene oídos para oír, obedezca.

Eso sería una mucho mejor traducción en español.

El que tiene oídos para oír la Palabra de Dios, obedezca; eso cambia mucho el significado en español (castellano); la palabra obedecer no es tan popular y en español creemos que podemos oír y entender un mensaje, pero el Señor nos lo dice para que le obedezcamos; no sólo para que lo oigamos.

¿Y que tiene que ver esto, con la fe?

¿No somos salvos por medio de la fe?

¿No son obras estas?

Bueno, estas son preguntas que pueden surgirnos, pero vamos aclarando el tema poco a poco…

Si leemos este versículo del apóstol Pablo vamos entendiendo más el tema:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)

Acá vemos como la verdadera fe, viene por el oír; y este oír por la Palabra de Dios; entonces vemos que la fe, es consecuencia de oír al Señor; y obedecerlo es también consecuencia de oírlo; entendemos entonces, que obedecer, y creer son parte de lo mismo; porque la forma de mostrar la fe; son las obras vivas.

Ejemplo:
Una forma que el Señor me mostró que creer y obedecer son parte de lo mismo, y si no hay obediencia, es que no hay verdadera fe (creer).

Hace tiempo atrás trabajaba en obras masivas de construcción, y me fui un poco tarde de la oficina que tenía en un conteiner en la obra, estaba oscuro y no veía prácticamente nada; así que me fui a la camioneta que tenía, a tientas, pisando el barro pues era invierno; después de la caminata y del esfuerzo por superar el barro; llegue al lugar en que CREIA que tenia estacionada la camioneta, pero al llegar no estaba… luego me acorde que la había estacionado en el lugar contrario al que había ido, y tuve que hacer la caminata de regreso y luego al lugar correcto. Y allí estaba, ¡qué bien!

¿Qué aprendí de eso?, que yo fui al lugar que YO CREIA que estaba la camioneta, ósea, no se puede desligar la Fe (creer) con la Acción (obediencia a la fe); pero luego recordé donde verdaderamente la estacioné, y actúe conforme a mi nueva creencia (fe) y eureka, ahí estaba.

Esto nos enseña que todo lo que realmente creemos, es lo que realmente hacemos; si le creemos a Dios, entonces le obedecemos. Si no obedecemos, es que realmente no le hemos creído de corazón, podemos decir con la boca que le creemos, pero al no obedecer, estamos negando nuestra fe; es decir, es una fe muerta como dice Santiago.

Así también la fe, si no tiene obras (hechos, obediencia, etc.), es muerta en sí misma. (Santiago 2:17)

Entonces podemos concluir que la mejor traducción de la frase El que tiene oídos para oír, oiga.   típica del Señores esta:

El que tiene oídos para oír, obedezca.

Sin obediencia no hay verdadera fe, y la persona nada oyó; aunque diga que si oyó.  Vemos que el Señor Jesucristo busca nuestra obediencia si le podemos oír; sin obediencia; no hay verdadera fe.

Ahora como segunda derivada (así se dice en matemáticas), y es muy importante decir, por eso lo expongo; si lo oímos y obedecemos; afirmaos nuestra fe, y como consecuencia, es la forma que DIOS TIENE DE AUMENTARNOS LA FE, es decir, obedeciendo a lo que Él nos dice. Porque la Fe viene por el OIR y el OIR por la PALABRA de DIOS.

Saludos, que el Señor con su Espíritu alumbre este mensaje, gracias y a oír y obedecer, para no perder el tiempo que el Padre nos da.

 

El que tiene oídos para oír, obedezca.




domingo, 29 de enero de 2023

Las aguas amargas de Mara 💦

 ¿Qué significan realmente, las aguas amargas de Mara?


Un saludo especial a todos mis lectores, amigos y hermanos; hoy les quiero compartir la historia que está en la Biblia, las aguas de Mara, en Éxodo capítulo 15, del versículo 22, en adelante hasta el 27. La historia de cuando el pueblo de Israel sale de Egipto, atraviesa el mar rojo y llegaron a Mara, es decir, amargura.

Son sólo seis versículos, y los compartiremos uno a uno ¿Qué les parece?

Ok, entonces empecemos:

E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. (Éxodo 15:22)

Después de un gran acontecimiento, cuando Israel cruza el mar rojo, en seco; y los Egipcios no pudieron. Notemos que Egipto representa el mundo; y los egipcios la gente del mundo; el cruce del mar rojo representa el bautismo, como lo vemos en el siguiente texto:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, (1 Corintios 10:1-2)

Podemos decir, que sin el Señor, es imposible pasar el mar rojo en seco, las personas se ahogan en el mar. Sólo por fe, se abre el mar, y lo podemos cruzar en el Señor, y en El no hay daño para nosotros.

Y al otro lado del mar, nos espera el desierto de Shur, ósea el desierto de pared, es decir,  el desierto del muro; ósea, es imposible humanamente nuevamente pasar una pared, es imposible para nuestra naturaleza humana cruzar un muro (recuerda que Jesús lo hizo en su nueva naturaleza resucitada, ver Juan 20:26); el desierto de Shur sólo lo podemos pasar en nuestra nueva naturaleza que Dios nos dio cuando nacimos de nuevo, sólo ahí lo podemos cruzar (como hijos de Dios).

Tres días en el desierto sin hallar agua, es decir, tres días contra la pared o muro sin palabras de Dios (agua representa la Palabra de Dios, ver Juan 15:3); lo máximo que puede resistir el hombre sin agua; pero…

Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. (Éxodo 15:23)

Después de lo último que resiste el hombre, llegaron a Mara, es decir, a aguas amargas, nuevamente, es decir, a la palabra que no sacia la sed, pues no se puede beber y está contaminada (con amargura), ¡que desilusión! 

¿Qué hacemos? 

En lo natural, nuevamente vemos que es imposible cruzar, pero lo que es imposible para el hombre, ¡es posible para Dios!.

El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. (Lucas 18:27)


Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? (Éxodo 15:24)

Aquí vemos, que es imposible para lo humano sin fe, cruzar y vivir; reclamaron y murmuraron, contra Moisés, que es el representante de Dios para ellos ¿Qué hemos de beber?

Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol [madero]; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; (Éxodo 15:25)

¿Qué hizo entonces Moisés? No hizo un esfuerzo humano, por ejemplo, no cavó un pozo; dice que clamó al Señor; y Dios le mostró un árbol; es decir, Dios le mostró un MADERO.

La palabra que se traduce muchas veces como árbol, es la palabra en hebreo ets que también se puede traducir como madero. En este versículo se debe traducir como madero, y las cosas cobran mayor sentido. 

De hecho, se traduce así en este versículo que os debe parecer bastante conocido:

… no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero [ets]; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. (Deuteronomio 21:23)

Esta es una alusión a nuestro Señor Jesucristo; quien fue colgado en un madero; es decir, fue crucificado. Vemos acá como la palabra ets en hebreo se traduce como madero. Ahora lo podemos entender mejor…

Las aguas para que sean bebestibles, es decir, para que la palabra pueda producir vida (y quitar la sed espiritual); estas palabras deben ser limpias, ¿Cómo se logra esto? con el mensaje de la cruz de Cristo, sin este mensaje incluido; las aguas son margas, es decir, no se pueden beber y no quitan la sed para producir vida. El Señor nos enseña la importancia del mensaje de la cruz en la palabra, si este no está, la palabra no es de Dios y no producirá vida en su pueblo, de hecho esa palabra es amarga, como el agua de mara.

Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. (1 Corintios 2:2)

Las aguas son amargas (mara), si el madero no es echado en ella; es decir, la palabra es amarga, no produce vida para calmar nuestra sed espiritual, sin el mensaje de la cruz de Cristo incluida en ella. En otras palabras, si en la Biblia no vemos al Mesías, pierden todo su sentido y no la podemos digerir, y no podrán producir vida de Dios en nosotros, pues son amargas. Es como lo dijo el apóstol Pablo, prefiero no saber nada, antes de saber que Jesucristo fue crucificado.

Dice después que allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; luego que se endulzaron las aguas, es decir, que el mensaje el Espíritu Santo es el correcto; luego vienen mandatos de Dios, no antes. Y luego la fe es probada con fuego, como dice el apóstol Pedro:

... para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, (1 Pedro 1:7)


y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. (Éxodo 15:26)

 ¿Qué produce oír atentamente la voz de Dios?... produce FE, si produce fe al oír a Dios. Como lo podemos ver en el siguiente versículo:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)

Ósea, si caminamos con fe, oyéndolo y obedeciéndolo, piadosamente; ninguna debilidad del mundo tendremos, porque Él nos fortalece.

Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas. (Éxodo 15:27)

Y llegaron a Elim (recuerda que era imposible que llegaran según lo humano); Elim significa palmera, pero también es fortaleza. Ósea, se fortalecieron con la palabra de Dios (palabra que fue preparada para beber con el mensaje de la cruz), y con esa fuerza de Dios, había 12 fuentes de aguas; es decir, doce que representa las doce tribus de Israel y los doce apóstoles. Ellos representan fuentes de aguas, es decir, fuertes en la palabra de Dios; en el antiguo testamento y el nuevo testamento. Y setenta palmeras, es decir, erecto, erguido y elevado.

De esto vemos unos ejemplos:

A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: … (Mateo 10:5)

Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. (Marcos 6:7)

Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. (Lucas 9:1-2)

Vemos como el Señor envía a los 12, las 12 fuentes de las aguas; con un mensaje que sería respaldado por señales de Dios.

Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir... Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. (Lucas 10:1…17)

Luego de enviar a los 12, el Señor envía a 70 ¿de que agua se alimentaban esas 70 palmeras? De las 12 fuentes de agua; esos setenta estaban bebiendo del mensaje con agua dulce de la cruz y el Señor los envía justo antes de ir El.

Vemos como los doce apóstoles y los 70 enviados, están representados en Elim; ya el Señor nos enseña que el mansaje de su palabra es amarga si no tiene el mansaje de la cruz; sólo con la cruz se pueden endulzar, es decir, hacer potable; y es la fuente de sus apóstoles y de ellos beben todos sus verdaderos enviados.

Ahora la final dice que acamparon allí, junto a las aguas, es decir, habitaron allí junto a la palabra de Dios; encontraron fuentes de palabra y allí habitaron.

Podemos ver con todo lo anterior, como esto es una enseñanza para nosotros, como lo dijo el apóstol Pablo:

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. (Romanos 15:4)

Podemos ahora responder ¿Por qué el agua de mara era amarga? y ¿Qué le faltaba?, sacarle el jugo a esta enseñanza; espero que te haya servido; de gracia recibiste y de gracia damos.

Que el Señor los llene de su gracia y paz (shalom) en el creer.

Saludos y bendiciones.

lunes, 16 de enero de 2023

¿Verbo de Dios o Palabra de Dios? 😕

 ¿Qué dice realmente la Biblia en sus originales, Verbo o Palabra de Dios?



Quiero aclarar una duda que yo tuve al leer el Evangelio de Juan 1:1, lo que dice en la Reina Valera 1960; sin antes saludar a todos mis lectores, amigos y hermanos; que el Señor los llene de su gracia y paz.

Si leemos con atención el siguiente versículo, veremos el uso de la palabra Verbo (la veo mal usada, pero ... veamos).

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. (Juan 1:1)

Me llamaba mucho la atención de esta palabra Verbo, con la cual se refieren a Jesucristo. Es tanto así, que más de una predica escuché refiriéndose a que un verbo se refería a la actividad, y que no era pasivo, o algo así, es decir, a que Jesús estaba más relacionado con la palabra verbo que con otra, pues no es pasivo (basado en este versículo). ¿No se si has escuchado algo similar? No estoy en desacuerdo con eso, pero no veo que es lo que dice el texto.

Ese análisis no me convencía mucho, pues verbo es una parte de las palabras (se puede decir que es un subconjunto de palabra) , ósea que palabra es más grande que verbo, pues dentro de las palabras encontramos algunas que son por ejemplo, sustantivos, adjetivos, pronombres, proverbios, verbos, etc y Jesús no puede ser menor que una Palabra; no puede ser un subconjunto de algo más grande; sólo el Padre está en su cabeza; por eso veía que algo no cuadraba en esta traducción por la palabra verbo.

Bueno averiguando en el original en griego Koiné, la palabra que se usa para traducir como verbo es Lógos en el original, y la mayor parte de las veces, o casi todas las ocasiones en la Biblia, esta se traduce como PALABRA (o se puede traducir como palabra). De modo, que traducir como verbo, no tiene los fundamentos para hacerlo (lo único que averigüe que al usar la palabra verbo el traductor usaba una palabra en masculino, ya que palabra es femenino en nuestro idioma castellano; y el Señor fue hombre cuando vino, pero eso no es más que un prejuicio, sin un fundamento real).

Si usamos la lógica, y nos permitimos una traducción estricta, la forma del versículo sería esta:

  •     En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios. Este era en el principio con Dios. (Juan 1:1-2)

Si lo vemos en ingles, que la palabra word no es femenina, en la traducción King James dice:

In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God. (Juan 1:1)

Vemos entonces más claro, que la Palabra de Dios se personificó en Jesucristo; es decir, la Palabra se hizo humano y estuvo con nosotros. Ahora podemos entender, que toda Palabra de Dios es su Hijo, es decir, el Hijo del Padre. Podemos verlo entonces en los primeros versículos de la Biblia, cuando Dios “DICE”, al decir Dios, El estaba ahí. La Palabra es eterna y tiene TODOS los atributos de Dios (pues es divina). Ahora vemos con mayor y gran importancia la PALABRA DE DIOS.

¿Por qué esto es tan importante?

Porque vemos que la Palabra de Dios es el Hijo de Dios en toda la Biblia, esto es Jesucristo; y todo lo que El es, hace y dice; es Palabra de Dios. No hay palabra de Dios fuera de El, pues si así fuera, quiere decir, que tenemos una usurpación de dicha Palabra. Cuando habla el Padre, lo hace a través del Hijo; recordemos que son uno. Vemos la real relevancia en la Palabra de Dios, tiene todos los atributos del Hijos, es decir, de Dios. Se puede decir mucho más de ello, pero lo dejo para tu análisis y reflexión.


Ahora me permito traducir bien las veces que Lógós se traduce como verbo, debiendo hacerlo mejor como PALABRA, que es lo correcto.

  •     Y aquella Palabra fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)
  •     Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Palabra de vida. (1 Juan 1:1)
  •    Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. (1 Juan 5:7)
  •     Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: LA PALABRA DE DIOS. (Apocalipsis 19:13)

En general, la Reina Valera 1960 es una muy buena traducción, pero en estos versículos, que son muy importantes, no lo hace tan bien (a mi entender); y las Biblia que lo traducen correctamente son: LA Biblia del Oso; La Nueva Biblia de Jerusalén; Traducción Lenguaje Actual; Nueva Traducción Viviente; Dios Habla Hoy; Biblia en Lenguaje Sencillo; La Biblia Palabra de Dios para Todos; Traducción Kadosh Israelita Mesiánica; etc.

Espero te haya servido este articulo, y lo puedas meditar; si tienes dudas, puedes dejarlas en los comentarios. 

Gracias y saludos a todos, bendiciones.

martes, 6 de diciembre de 2022

No ores por este pueblo...

 Increíble, como Dios le dice a Jeremías, que no ore por el pueblo de Judá, antes de su deportación.


Un afectuoso saludo a mis lectores, amigos y hermanos; con este título, quiero llamar mucho vuestra atención, como también me llamó mucho a mí la atención; en la que Dios dos veces le dice al profeta Jeremías que "NO ORES por el pueblo" de Judá, guau…. lo cito para que lo vean:

Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré.  (Jeremías 7:16)

Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción clamen a mí. (Jeremías 11:14)

Hay que saber que Judá estaba muy desviado de la verdad, y no quería arrepentirse de su maldad; Jeremías profetizaba sobre ellos una y otra vez, y el mal destino que tendrían si seguían así (serían conquistados por Babilonia); pero ellos no querían oír, en cambio oían a profetas falsos que decían lo que ellos si querían escuchar. Ocurre algo similar hoy en día, muchos de los que dicen la verdad, son cambiados por falsos maestros que predican el error, que es más atractivo para la carne del hombre, y a estos Si quieren escuchar; claramente así, la maldad de Judá nunca se va ha solucionar, pues ellos estiman que la Palabra de Dios, está con los falsos maestros que ellos quieren oír; y no los verdaderos, que son despreciados por su mensaje (al ser despreciados ellos, desprecian en realidad a Dios mismo a quien dicen servir).

Bueno claramente, este no es un llamado a no orar, pues no lo haría, pero para tener mucho cuidado cuando oramos en contra de la voluntad de Dios, pues el Señor nos enseña:

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. (1 Juan 5:14)

Dios nos enseña que nos oye, sólo cuando pedimos (oramos) conforme a su voluntad; si es en contra, gracias a Dios porque, no nos oye. Gracias, porque su buena voluntad es perfecta, santa y agradable (Rom 12:2); y si nuestra oración está desviada de esto, simplemente, no nos hace caso.

Es muy importante esto, El sólo nos oye (es la manera de decir, porque siempre oye, a lo que se refiere a que no nos responde) si oramos en contra de su buena voluntad, y en este caso, Dios le mostraba al profeta repetidas veces, como Judá se había apartado a la maldad.

Dios establece un juicio sobre su pueblo, y antes de hacerlo, como dice la Biblia, Dios advierte de ello:

Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. (Ezequiel 2:5)

Para que no digan después, no hubo profeta que nos advirtiera, al igual de antaño, hoy hay falsos profetas que dicen lo que la gente quiere escuchar; como los hay verdaderos, que hablan lo que Dios dice, y esto es más, que más importante de oír y obedecer, es decir, creer.

Un saludo a todos, y recuerden en orar sin cesar, como enseña el apóstol Pablo; sólo que sea en la buena voluntad de Dios.

 Orad sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17)

domingo, 16 de octubre de 2022

Las Operaciones de Dios

 ¿Qué son realmente las operaciones de Dios, que leemos en la Biblia?

 Específicamente en 1 Corintios 12:6
"Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo". 



Un cordial saludo a mis hermanos, amigos y lectores; hoy les quiero compartir de algo que no se predica mucho y no se sabe tanto; esto es, de las OPERACIONES de Dios.

No es un tema muy popular (pues es ignorado por muchos) pero es fundamental para caminar correctamente en la verdad del amor de Dios.

Yo hace algún tiempo no lo conocía, pero el Señor me lo ha ido enseñado por medio de su Espíritu en su gran misericordia, y quiere que lo comparta con ustedes, de modo que sepan sus hijos esto que es muy importante.

¿Qué es la operación de Dios?

Vamos a citar un texto que a lo mejor ya lo has visto muchas veces, y a lo mejor, no has parado a analizar que es la operación, aquí mencionada.

(4) Ahora bien, hay diversidad de dones, pero él Espíritu es el mismo.  (5)  Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es él mismo.  (6)  Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es él mismo. 1 Corintios 12:4-6 

En el primer versículo del texto anterior (versículo 4), vemos que los dones están sujetos al Espíritu Santo, el Espíritu de Dios reparte según estima conveniente los dones espirituales a los miembros del cuerpo de Cristo, esto es a Su iglesia;... repartiendo a cada uno en particular como él quiere. 1 Corintios 12:11

Todos los cristianos para partir tienen al menos un don espiritual, el cual debe ser administrado correctamente a los hermanos y no ser guardado en un pañuelo. Es un don divino (sobrenatural), y es repartido por el Espíritu Santo. Ahora podemos ver que todos tienen al menos un don para partir; en el siguiente texto del apóstol Pedro lo afirma: Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 Pedro 4:10) Es decir, insta a usar a los hermanos el don recibido; descartando la posibilidad de haber recibido el Espíritu Santo y ningún don espiritual, esta posibilidad no existe (el que muchos hermanos no conozcan su don espiritual no significa que no lo tienen, hay diversas de razones para explicarlo y solucionarlo; pero escapa al propósito de este mensaje). También vemos que no es limitado nuestro crecimiento a un sólo don, lo podemos ver en el siguiente mensaje: Procurad, pues, los dones mejores. (1 Corintios 12:31) y Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. (1 Corintios 14:12); vemos en los textos anteriores que el apóstol Pablo habla de procurad dones, a creyentes que ya tienen dones, es decir, los dones no están limitados; sino que nosotros lo limitamos con nuestras tradiciones e incredulidad.

En el segundo versículo del texto anterior (versículo 5). Vemos que los ministerios (servicios) están sujetos al Señor Jesucristo, interesante, los dones sujetos al Espíritu y los ministerios al Señor Jesucristo; como sabemos la obra del ministerio debe ser hecha con los dones sobrenaturales, es por eso que la obra del ministerio debe ser sobrenatural, sólo si es sólo natural, no es de Dios, pues no está ejerciendo algo básico que EL Espíritu no dejó a todos los creyentes, los dones espirituales (ahora no porque sea algo sobrenatural es de Dios, eso no es así, un ejemplo, las cosas demoniacas son sobrenaturales y no son de Dios; ahora la iglesia y su desarrollo tienen una fuente sobrenatural por medio del que creó lo natural).

Ahora debemos entender, aunque nos cueste, que el ministerio es realizado por toda la iglesia, es decir, por todos los creyentes. Veámoslo en Efesios 4.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, (Efesios 4:11-12)

En el versículo anterior vemos como Él constituye ministros, para la obra del ministerio, es decir, la obra del ministerio la realizan los santos (toda la iglesia), y los ministros están para perfeccionarlos, para este propósito, no que los santos sean sólo observadores, sino actores fundamentales de la obra del Señor, para ellos hay personas destinadas a equiparlos, para que hagan mejor la gran obra en Cristo.

Vemos que hasta aquí tenemos dos cosas sobrenaturales (que están sobre la naturaleza me refiero) por las cuales la DIVINIDAD trabaja y opera en su iglesia; la primera son los dones espirituales, y la segunda los ministerios del Señor; pero la obra de Dios no se limita a eso, siendo lo anterior muy grande e importante; sino que la obra de Dios tiene contemplada las OPERACIONES.

En el tercer versículo del texto anterior (versículo 6). Vemos que las OPERACIONES que están sujetas a Dios el Padre, hay multiplicidad de operaciones, como de misterios y como dones; y estas están sujetas a Dios. Ahora la pregunta hecha que debe ser contestada ¿Qué son las operaciones? Bueno trataré de explicarlo lo mejor posible, ¿has visto como muchas cosas ocurren por casualidad? Bueno, la casualidad no existe en la realidad, es que Dios provisionó para que ocurriera esa casualidad, las veamos buenas o malas a nuestro entender natural; es decir, esa casualidad es una operación de Dios (no hay malas, si la entendemos espiritualmente). La providencia de Dios nos permite que andemos en buenas obras preparadas de antemano para que caminemos en ellas, se supone que, ejerciendo nuestros dones del Espíritu, en el ministerio que el Señor nos dio y en las obras que Dios preparó de antemano para que andemos en ellas, hacemos BUENAS OBRAS.

Veámoslo en el siguiente texto que es muy famoso:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:8-10)

Vemos en el texto anterior que somos salvos por gracia por medio de la fe, pero Jesús nos hizo de nuevo, para las buenas obras que DIOS PREPARÓ DE ANTEMANO PARA QUE ANDEMOS EN ELLAS. Acá vemos claramente las operaciones de Dios, Dios nos prepara un camino de antemano para que andemos en él; ósea, Dios tiene el control de todo y predestina las acciones que ocurren para que podamos llevar a buen término las obras que debemos hacer con el mandato del Señor ejerciendo los dones del Espíritu Santo. Ósea, vemos que no hay nada en Cristo que nos ocurra por casualidad, sino todas las cosas en Él ocurren para nosotros, y están preparadas por el Padre; estás son las operaciones de Dios, las cuales sólo ocurren si andamos en sus caminos, es decir, por la fe en Él, es decir, en su voluntad. Esto es un aliento y una tranquilidad, Dios prepara las operaciones, de modo que no caminamos a la deriva, sino por un camino de buenas obras pre establecido.

Ahora vemos que el Espíritu Santo nos dan los dones espirituales; el Señor nos da los ministerios y Dios el Padre nos da las operaciones; nada está a la deriva; todo está bien planeado por Dios. La trinidad en acción, con sus diferentes medios; es hermoso ver como cada Uno tiene a cargo diferentes funciones y como estas aplican a nuestra vida. Los dones, los ministerios y las operaciones. Esto me alienta a esperar el fluir de la iglesia en sus diferentes dones, ministerios y operaciones que Dios preparó; si caminamos en ello, el resultado será divino. Es la forma en que nuestro Dios tiene preparado nuestro desarrollo en Él, y esto es muy grande para describirlo en palabras.

Saludos, gracia y paz (shalom) de Dios Padre y su Hijo, por medio del Espíritu Santo.

 

 

Los gobernarán jóvenes


 

Un gusto saludarlos, les quiero compartir el siguiente texto de la Biblia, que me llama mucho la atención en estos días, que es lo contrario a lo que el mundo piensa y dice, no es para nada políticamente correcto, pero el texto es la verdad de Dios, quienes piensen o digan algo parecido, están expuestos a ser calificados de retrógrados, cuadrados, anticuados, etc, pero serán reconocidos por el Señor en estos tiempos tan oscuros como estos, por decir la verdad. 

Lo comparto brevemente:

Les daré muchachos por príncipes [jefes], y niños caprichosos [jóvenes] gobernarán sobre ellos. (Isaías 3:4)

Dios cuando Israel estaba muy desviado (y Dios no ha cambiado), y estaba su corazón muy lejos de Él; como una maldición les enviará gobernadores jóvenes y muchachos como jefes (sorpresa, eso no lo sabias creo yo), está en la Biblia como un castigo no como un premio.

Cuan parecido a lo que pasa hoy en mi país, no es una bendición de Dios que sean jóvenes los que nos gobiernen, pues es una maldición de Dios para una nación que se aparta de Él. Aunque el mundo lo valora, como si la juventud fuera un cofre lleno de sabiduría y virtudes, no es la opinión de Dios tiene; de hecho, es lo contrario; pues nos pone gobernantes que no harán las cosas correctas, para que hagan necedad y el resultado será negativo: Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; (Romanos 1:28)

Él también dice:

La necedad (insensatez) está ligada al corazón del niño(joven); la vara de la disciplina la alejará de él. (Proverbios 22:15)

Con la necedad venimos todos incorporado, pero la disciplina nos va librando de ella (buena disciplina). No es una sorpresa para Dios que los gobernantes no lo harán bien si son muy jóvenes, pues tienen ligada la necedad por su corta edad, lo dice Dios, es una maldición que una nación sea gobernada por la juventud, más aún sin el temor de Dios, que es la base de la sabiduría.

Si la sabiduría y la inteligencia, viniera incorporada en la juventud, no estarían estas palabras que nos instan a buscarla.

Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción. El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad, para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas. El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre; porque guirnalda de gracia son para tu cabeza, y collares para tu cuello. (Proverbios 1:1-9)

En los versos anteriores, vemos como nos instan a buscar la inteligencia y la sabiduría entre otras cosas, como la instrucción es necesaria, y son los jóvenes los principales llamados a ello; si esto lo despreciamos somos considerados necios por Dios.

Veamos el texto del principio nuevamente, y reflexionen si es lo que pasa o no en nuestro país y mundo.

Les daré muchachos por príncipes, y niños caprichosos gobernarán sobre ellos. Y el pueblo será oprimido, el uno por el otro y cada cual por su prójimo; el joven se alzará contra el anciano, y el indigno contra el honorable. (Isaías 3:4-5)

¿Si o no que ha aumentado la violencia, como dice el versículo siguiente?

Vemos que no es una idea mía, sino que Dios no se está agradando de esta nación por su Pecado, y en vez de volvernos a Él, nos alejamos más y más; los cristianos tienen que reaccionar y mostrar la luz, para eso somos llamados; deben ser sal en medio de esta sociedad, y no tener el mismo sabor del mundo. Debemos distinguirnos claramente, por amor a nuestros semejantes que están en oscuridad. Si no mostramos el amor con verdad, la sal no sirve para nada, si pierde su sabor, sino para ser echada fuera y la pisen los hombres, dice el Señor.

Los cristianos estamos llamados a orar por las autoridades, aunque no nos gusten y/o no lo hagan bien; pero nunca debemos dejar de alumbrar y salar este mundo con la luz y sal que viene de nuestro Señor Jesús, esta es una gran oportunidad para que la iglesia brille; y si no brilla para que se de cuenta de su situación, se arrepienta y vuelva al Señor.

Esta clara la razón de antaño, la misma razón de hoy en día; estamos en la puerta de la decisión, o seguimos al Señor o nos vamos por el camino ancho de la perdición. ¡A quien sigues?

Pues Jerusalén ha tropezado y Judá ha caído, porque su lengua y sus obras están contra el SEÑOR, rebelándose contra su gloriosa presencia. (Isaías 3:8)

Saludos a todos, gracia y paz (shalom) a sus hijos.

martes, 6 de septiembre de 2022

Desde la unidad del Espíritu, hasta la unidad de la Fe

 



Un gusto saludarlos a todos mis hermanos, amigos y lectores; hoy les quiero compartir un mensaje, creo que muy poco se habla de este tema tan importante y valioso, y lo creo fundamental para la verdadera y correcta comunión en la iglesia, este mensaje lo llamé “Desde la unidad del Espíritu... hasta la unidad de la Fe”, es decir, avanzamos juntos manteniendo la unidad del Espíritu hasta que lleguemos juntos a la unidad de la Fe (se podría decir, la unidad de creer lo mismo de la Palabra de Dios).

Veamos el siguiente texto, y luego comentamos:

Efesios 4:1-16    Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,  (2)  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,  (3)  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;  (4)  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;  (5)  un Señor, una fe, un bautismo,  (6)  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.  (7)  Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.  (8)  Por lo cual dice:  Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.  (9)  Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?  (10)  El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.  (11)  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,  (12)  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,  (13)  hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;  (14)  para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,  (15)  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,  (16)  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Después de leer lo anterior, que nos muestra cómo se relacionan Dios, el Señor, el Espíritu, los ministerios, los dones espirituales, los hermanos en la iglesia, la fe, etc, vemos que el objetivo final es que los hermanos alcancen madurez espiritual, es decir, la iglesia de Dios alcance su plenitud. 

Marqué con negrillas dos frases que me interesa destacar en el texto anterior, estas son “solícitos en guardar la unidad del Espíritu … hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe” Muestra una secuencia de hechos. Creo que ya lo viste ¿no es cierto?; partimos como hermanos desde la unidad del Espíritu, hasta llegar a la unidad de la fe. ¿Qué significa esto? Bueno, es muy sencillo; no debemos partir pensando todos igual, creyendo todos lo mismo (excepto que no sea lo básico, expuesto en versículos 4, 5 y 6), viendo todos exactamente igual, eso no es la condición inicial; debemos creer todos lo mismo en lo básico, es decir, lo expuesto en versículos del 4 al 6, y manteniendo la unidad del Espíritu, hasta que todos llegamos a la unidad de la fe, cuando los dones, ministerios y operaciones, las dejamos actuar en nosotros; la unidad de la fe, es creer todos lo mismo, pero no es un requisito, para iniciar el proceso de santificación, sino una consecuencia final.

 Voy a dar un ejemplo, espero con ello quede más claro el tema (que yo veo que es difícil de explicar):

Estos días voy a cumplir 32 años que conozco al Señor, es decir, me convertí (antes era agnóstico y ese es otro tema jejejeje); si hago una ficción,  supongo que puedo viajar al pasado y me encuentro conmigo mismo de unos 30 años atrás (cuando tenia dos años de convertido; ya se, que no se puede en la realidad, pero es sólo para el ejemplo) ¿pensaría lo mismo mi yo antiguo, que el actual?, yo veo que habrían cosas coincidentes y cosas que las veo diferentes actualmente. ¿tendría comunión conmigo mismo? Claro que si, tendría el mismo Espíritu, y tendría comunión conmigo mismo (obvio), a pesar de algunas diferencias en la fe (doctrinales). Ósea, con diferencias doctrinales no básicas, tengo comunión conmigo del pasado, pues es el mismo Espíritu.

En resumen del ejemplo anterior podemos concluir, que si me encuentro conmigo mismo de hace unos 30 años atrás, de seguro yo no pensaría en todas las cosas lo mismo (otras sí), hay cosas que las he aprendido en el Señor y he madurado; por lo cual, serían diferentes; pero no tendría ninguna duda en que tendría comunión conmigo mismo, a pesar de creer algunas cosas diferentes. Aquí se ve claramente un ejemplo, tendría unidad del Espíritu (pues el Espíritu es el mismo), pero no estaría en la unidad de la Fe (pues hay cosas que no son fundamentales, que las vería en forma diferente). De la misma forma, no podría ser que yo no tenga comunión con un hermano con menor crecimiento en la fe (en este caso yo mismo) pero que tiene el mismo Espíritu; acá vemos claramente que no tendré necesariamente unidad de la fe, pero si unidad del Espíritu. Es de esto que nos habla el apóstol Pablo, en la su carta.

Con esto podemos establecer que las doctrinas básicas, dichas entre los versículos 4 al 6 (un cuerpo, un Espíritu, una misma esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos), son fundamentales y todos los hermanos deben creer lo mismo; ahora aparte de eso, las cosas de la fe que son mayores que estas, partimos desde la diversidad de la fe y conservando la unidad del Espíritu, hasta llegar a la unidad de la fe. Sin mantener la unidad del Espíritu, se dividen las congregaciones en muchas denominaciones, las cuales se caracterizan por querer tener una unidad de la fe, sin muchas veces tener la unidad del Espíritu. Ósea, lo hacen al revés, de como dice la Biblia; y al final terminan abrazando más sus propias teologías, que el Espíritu de Dios que lo sustenta todo.

En algunas denominaciones podemos leer sus principios de fe básicos (estos están publicados), esto está bien, si son básicos (como los señalados del versículo 4 al 6); el problema es que cuando se le agregan otros, aunque estén bien doctrinalmente, no están estableciendo el principio de la unidad del Espíritu, pues muchos pequeños en la fe, serán desplazados, o maduros en la fe, si estas doctrinas, pueden estar en algo erradas. Al no mantener el principio de la unidad del Espíritu, se pierde la comunión y se produce una dolorosa ruptura (división dentro del cuerpo), todo por no mantener la unidad del Espíritu, no entendiendo que la unidad de la fe es una consecuencia de la unidad del Espíritu y no al revés.

Es importante para el mundo que mantengamos esta unidad, la unidad del Espíritu; pues de esta manera le daremos testimonio al mundo de que nuestro Señor fue enviado por el Padre, y de la manera que el Padre lo ama, de esa forma nos ama a nosotros; y mostramos el Camino de salvación.

Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. (Juan 17:23)

Como conclusión debemos mantener la unidad del Espíritu, para que lleguemos a la unidad de la fe (verdad); y no al revés, como algunas denominaciones no saben o entienden; pues se producirán fracturas inevitables, que Dios nuestro Señor, nos quiere evitar.

Y también debemos estar alertas, pues nuestro enemigo sabe que esta ignorancia es importante para dividir la iglesia, de modo que así pierda poder y efectividad. En la división él reina; por eso no debemos dividirnos con un hermano a pesar que sea "débil en la fe" (o mayor que nosotros).

Bueno, espero haber explicado en parte este principio que está en la Sagrada Biblia, para que lo practiquemos en la vida diaria que nos conduce nuestro Dios.

Saludos, gracia y paz (shalom) a todos mis hermanos.


 

domingo, 13 de octubre de 2019

¿La carreta delante de los bueyes?






Con este título y esta imagen, comienzo el mensaje, ¿está la carreta delante de los bueyes?...

Hoy y en el pasado, el mundo trata de solucionar los problemas, trata de crear un medio perfecto para el hombre (humanidad); porque piensa que, si el medio es perfecto, el hombre será más feliz y perfecto en la tierra. Esto lo vemos todos los días, y se han creado muchas ideologías, que tratan de hacer un mundo mejor… este no es el problema de los cristianos, hacer un mundo mejor, como primera instancia o prioridad (sino un cambio personal y luego lo exterior) …


¿Qué dice el cristianismo al respecto?

Estaba pensando en la mucha energía que se gasta en aquello; y como cristianos, no siempre estamos tan claros; pero he visto como el mundo pone la carreta delante de los bueyes…quieren solucionar el problema de la humanidad, atacando el medio...

Vamos al principio…

Cuando el mundo era perfecto, el hombre cayó; era perfecto el medio (ver primeros capítulos 1, 2 y 3 de Génesis); pues lo había creado Dios, no había en el mundo defecto alguno; el hombre era inocente; pero igual cayó. No importó la perfección de Dios dada en el medio, y el hombre (Adam) cayó igual. En su entorno todo funcionaba bien, sólo era permitido lo que Dios permitió en el Edén… y cayó la humanidad.

Eso nos hace pensar que... ¿si volviéramos a un mundo perfecto, ahora no caería?

Cuando todo era perfecto el hombre (Adam) cayó, sería ilógico pensar volver a la perfección, sin antes saber que hay algo que solucionar en su interior. 

Ya sabemos cómo cristianos, que este no es el camino, perfeccionar el mundo (sistema), para que el hombre sea mejor…

Cuando todo estaba bien, el hombre cayó; ¿ahora, que NO todo está bien, el hombre se levantará? No es lógico pensar que este sea el camino..., mejorar el sistema no es la opción de Dios.

Dios no lo hace así, lo hace de otra manera...

Dios envió a su Hijo Jesucristo a hacer su voluntad, morir en una cruz y resucitar como hombre; para destruir un hombre caído; y lo resucitó, para construir un nuevo hombre, según la imagen de su Hijo, es decir, según la imagen de Jesucristo.

Su Hijo vino perfecto al mundo imperfecto, y lo venció; lo perfecto vino como un nuevo hombre y venció un sistema imperfecto, y nos enseña a seguir sus pasos. Nosotros somos llamados a vencer el mundo imperfecto que está alrededor, con la perfección que tenemos dentro de nosotros; en la medida que obedecemos a Esto que nos dejó.

Dios quiere cambiar el corazón del hombre, antes que pueda cambiar lo exterior del hombre; Él sabe que la otra forma, cambiar lo exterior primero, es poner la carreta antes de los bueyes; y está muy lejos de ello. No hay solución poniendo la carreta delante de los bueyes, aunque pensemos lo contrario…

No quiero decir que Dios no quiera cambiar el exterior, de hecho, la oración de Padre Nuestro nos dice… “… venga a nosotros tú reino, y hágase tu voluntad en la tierra como se hace sobre el cielo…”, ambas frases nos dicen que Dios quiere cambiar la tierra, pero no antes del corazón del hombre. Él nos enseña, que debemos traer su reino y voluntad en la tierra, porque no siempre el reino y su voluntad, se hacen sobre la tierra.

Tomemos el siguiente ejemplo:

     1)            Tenemos un sistema perfecto, pero el hombre no es perfecto (como actualmente es); si el hombre actual se mueve en un sistema perfecto, al poco tiempo lo corromperá (y no será perfecto); y al transcurso del tiempo, ese sistema tendrá más y más corrupciones…, resultado final… un hombre y sistema imperfectos.

     2)      Tenemos un sistema imperfecto (injusto), pero el hombre es perfecto (como lo es Jesucristo); si ese hombre perfecto se empieza a mover en un sistema imperfecto, al poco tiempo lo irá mejorando, hasta que al final será un sistema perfecto…, resultado final… un hombre perfecto y sistema perfecto.

Esta segunda posición es la que tenemos los cristianos; cambiando el corazón del hombre como Jesús lo indicó.

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos: fornicaciones, hurtos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaño, sensualidad, envidia, maledicencia, soberbia, insensatez. (Mar 7:21-22)

Como vemos, las ideologías humanas no tienen solución para el hombre, ellas proponen que el medio sea cada vez más perfecto, pero vemos si no hay un cambio del hombre en su interior, eliminando el pecado (hacer mal), no hay solución. Las ideologías, ya sean económico, social, científico-tecnológico, político, cultural, moral, religioso, medioambiental u otros relacionados al bien común; no tienen solución ni esperanza para el hombre. Jesús nos trazó un camino, que es en sí mismo; para que la solución sea real, duradera y para siempre.

El sistema humano pone, por sobre todo, hacer un dios en su ideología, pero no es sensato; ese sistema nunca funcionará. En cambio, tenemos a un Dios que debemos seguir, ese sistema si funcionará, y nos dará un camino, verdad (realidad) y vida. Ahora si hay solución para el hombre, ahora hay esperanza para la humanidad.

Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí. (Juan 14:6)

El cristianismo no es un sistema retrogrado, sino un sistema que está adelantado al tiempo del mundo; sabemos que el problema está en el hombre, y la solución debe partir por el interior del hombre. Es ilógico no atacar la fuente de la enfermedad, si la conocemos.

Ponemos la carreta, detrás de los bueyes, como debe ser; y para eso tenemos el camino, es decir, la solución al sistema.

El cristianismo quiere y está atento a cambiar el sistema; pero si no hay cambio del hombre, eso no funcionará; por eso Dios nos manda a cambiar toda alma del planeta, y en esa función estamos hoy y como añadidura el sistema es cambiado. 

Eso es poner los bueyes delante de la carreta, que tengan un buen día.

"Venga a nosotros tu Reino".

Saludos

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