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domingo, 12 de marzo de 2023

¿Es Dios, Jesús de Nazaret?


Con esta pegunta, que es fundamental en el cristianismo, titulamos este mensaje: ¿Es Dios Jesús de Nazaret?, ¿él es divino?, está es la base del verdadero cristianismo, sin responder a ella, nos metemos en una bola de confusiones y oscuridad. Para afirmar su veracidad, y establecer lo que en muchas partes la Biblia enseña, que Jesús de Nazaret es Dios; quiero responder a un desafío que propuso un maestro Musulmán. El dijo; en que parte de la Biblia Jesús dice que es Dios… ¿? Ósea, en que parte afirma de su divinidad para sí mismo; bueno como tú debes tener otras partes que establecen esto mismo (y hay muchas), lo que afirmaré lo dijo el mismo Jesús, y veremos que él afirma que es Dios…

Vemos los siguientes versículos, donde él afirma que es el primero y el último, ¿los recuerdas?

Es cuando Jesús dice que es el alfa y el omega ¿verdad?   Veamos…

… que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. (Apocalipsis 1:11)

Cuando Jesús habla en apocalipsis, se refiere a sí mismo como el primero y el último (último puede ser traducido también como postrero); esa es la forma en que se refiere a sí mismo, como el primero y el último (además, de muchas otras formas).

Veamos otro versículo:

Y cuando yo le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; YO SOY el primero y el último; (Apocalipsis 1:17)

Nuevamente vemos como el Señor se refiere a sí mismo como el primero y el último (postrero).

Veamos otro versículo:

Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: (Apocalipsis 2:8)

Acá vemos nuevamente, como el Señor Jesús se refiere a sí mismo como el primero y el postrero (también pude ser traducido como el último).

Otro versículo, por si quedan dudas… por si quedan dudas que el Señor se refiere a sí mismo como el primero y el último:

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea sus obras Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. (Apocalipsis 22:12-13)

Vemos claramente que Jesús de Nazaret se refiere a sí mismo como el  primero y el último (postrero). Nos queda muy claro de sus propias palabras esto, y sólo usando el libro de apocalipsis de la Biblia.

Ahora, vamos al Antiguo Testamento, y veremos ¿Quién se refiere a sí mismo de la misma manera? Ahí veremos, que quien lo haga, tiene que ser Jesús de Nazaret, obviamente en el Antiguo Testamento, veamos…

Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. (Isaías 44:6)

Vemos que Jehová Rey de Israel, es decir, Dios mismo lo hace, él se refiere así mismo como el primero y el postrero (último).

Si nos quedan dudas, hay otro pasaje del profeta Isaías, que nos lo dice nuevamente:

Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente. (Isaías 48:12-13)

Vemos que él mismo Jehová está hablando, y nuevamente se refiere a sí mismo como el primero y el postrero; es indesmentible; Jesús es Jehová del Antiguo Testamento.

Vemos algo que es asombroso, como Jesús al afirmar que es el primero y el último (postrero); está diciendo que él es Jehová. Lo dice sólo para que los que tengan ojos para ver y oídos para oír. No se utilizó nada más y nada menos que sólo la BIBLIA.

Un abrazo, y de las mismas palabras de Jesús, por medio de sólo la BIBLIA, probamos que Jesús de Nazaret es Dios, él lo dijo.

Un abrazo y que la gracia y paz (shalom) de Dios abunde en sus corazones y vidas.


martes, 10 de enero de 2023

¿La Biblia la escribió Dios? 👀

 Hay una porción de la Biblia, que la escribió personalmente Dios, ¿sabes cuál es?


Un afectuoso saludo a todos mis lectores, amigos y hermanos; hoy quiero analizar esta pregunta ¿La Biblia (Escritura) la escribió Dios?

Podemos decir que literalmente no fue así, no fue Dios que escribió la Biblia, sino hombres que fueron inspirados por su Santo Espíritu, como leemos:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17)

Sabemos que la Biblia fue escrita por distintos autores, en diferentes tiempos, en diferentes lenguas, con diferentes profesiones, con diferentes niveles sociales, en diferentes lugares,  etc; pero todos tenían algo en común, eran todos inspirados por un mismo Espíritu de Dios, a pesar de ser muy diferentes, y escribieron en conjunto, un libro armónico, que no tiene contradicciones, nos habla del Camino a Dios y nos enseña la perfección, para estar preparados para toda buena obra.

Ahora hay algo increíble en la Biblia (de hecho, son muchas las cosas increíbles, sólo mencionaré una), es que un trozo de la Biblia, me refiero al Antiguo Testamento, en que fue escrito literalmente por Dios, si como leíste, hay una parte de la Biblia, que por su importancia, fue literalmente escrita por Dios.

¿Qué porción de la Biblia fue, además de ser inspirada, literalmente escrita por Dios? (eso es único, no hay ningún sólo verso de otro libro en el mundo, que haya ocurrido esto).

Los diez mandamientos de la Ley (Torah), estos fueron literalmente escritos por el dedo de Dios para nosotros; eso para que no tengamos duda alguna de su veracidad, validez, eternidad, inmutabilidad, divinidad, sabiduría, etc.

Veámoslo en los siguientes versos:

Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. (Éxodo 31:18) 

Vemos en el verso anterior, como Dios literalmente escribió los 10 mandamientos de la Ley, lo respalda la Biblia, Dios escribió los 10 mandamientos.

Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.  (Éxodo 34:1)

Vemos por segunda vez, como El escribe los 10 mandamientos.

Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. (Deuteronomio 9:9-10)

No sólo Dios le habló al pueblo las palabras de los 10 mandamientos en el monte; sino que los escribió personalmente en dos tablas de piedra (hoy escribe en tablas de carne).

Ahora no hay que confundirse, no estoy diciendo que la salvación es por medio de la Ley (Torah); sino que los 10 mandamientos tienen tal importancia, que el mismo Dios los escribió, no así el resto de la Biblia, que es muy importante, diría importantísima, pero no fue escrita por Dios, sólo los 10 mandamientos de la Ley fueron escritos por El.

Es importante saber que por medio de la Ley, es el conocimiento del pecado, para no confundirse...

…ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. (Romanos 3:20)

Además, que la ley no fue dada a los justos, sino a los injustos, como lo vemos a continuación…

Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. (1 Timoteo 1:8-11)

Es importante saber para que fue introducida la ley, para no confundirse; pero me asombra lo importante que es para El, y lo debería ser para nosotros.

Ahora sabemos que hay una proporción de la Biblia que literalmente fue escrita por Dios, esto está en el capítulo 20 de Éxodo.

Los Diez Mandamientos

  Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

[1] No tendrás dioses ajenos delante de mí.

[2] No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

[3] No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

[4] Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es sábado para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó.

[5] Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

[6] No matarás.

[7] No cometerás adulterio.

[8] No hurtarás.

[9] No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

[10] No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (Éxodo 20:1-17)

Bueno, hemos llegado al final del mensaje; quiero desearles que la gracia y la paz (shalom) abunde en ustedes; y que mediten en la importancia de este hecho.

Saludos a todos.

domingo, 16 de octubre de 2022

Los gobernarán jóvenes


 

Un gusto saludarlos, les quiero compartir el siguiente texto de la Biblia, que me llama mucho la atención en estos días, que es lo contrario a lo que el mundo piensa y dice, no es para nada políticamente correcto, pero el texto es la verdad de Dios, quienes piensen o digan algo parecido, están expuestos a ser calificados de retrógrados, cuadrados, anticuados, etc, pero serán reconocidos por el Señor en estos tiempos tan oscuros como estos, por decir la verdad. 

Lo comparto brevemente:

Les daré muchachos por príncipes [jefes], y niños caprichosos [jóvenes] gobernarán sobre ellos. (Isaías 3:4)

Dios cuando Israel estaba muy desviado (y Dios no ha cambiado), y estaba su corazón muy lejos de Él; como una maldición les enviará gobernadores jóvenes y muchachos como jefes (sorpresa, eso no lo sabias creo yo), está en la Biblia como un castigo no como un premio.

Cuan parecido a lo que pasa hoy en mi país, no es una bendición de Dios que sean jóvenes los que nos gobiernen, pues es una maldición de Dios para una nación que se aparta de Él. Aunque el mundo lo valora, como si la juventud fuera un cofre lleno de sabiduría y virtudes, no es la opinión de Dios tiene; de hecho, es lo contrario; pues nos pone gobernantes que no harán las cosas correctas, para que hagan necedad y el resultado será negativo: Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; (Romanos 1:28)

Él también dice:

La necedad (insensatez) está ligada al corazón del niño(joven); la vara de la disciplina la alejará de él. (Proverbios 22:15)

Con la necedad venimos todos incorporado, pero la disciplina nos va librando de ella (buena disciplina). No es una sorpresa para Dios que los gobernantes no lo harán bien si son muy jóvenes, pues tienen ligada la necedad por su corta edad, lo dice Dios, es una maldición que una nación sea gobernada por la juventud, más aún sin el temor de Dios, que es la base de la sabiduría.

Si la sabiduría y la inteligencia, viniera incorporada en la juventud, no estarían estas palabras que nos instan a buscarla.

Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción. El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad, para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas. El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre; porque guirnalda de gracia son para tu cabeza, y collares para tu cuello. (Proverbios 1:1-9)

En los versos anteriores, vemos como nos instan a buscar la inteligencia y la sabiduría entre otras cosas, como la instrucción es necesaria, y son los jóvenes los principales llamados a ello; si esto lo despreciamos somos considerados necios por Dios.

Veamos el texto del principio nuevamente, y reflexionen si es lo que pasa o no en nuestro país y mundo.

Les daré muchachos por príncipes, y niños caprichosos gobernarán sobre ellos. Y el pueblo será oprimido, el uno por el otro y cada cual por su prójimo; el joven se alzará contra el anciano, y el indigno contra el honorable. (Isaías 3:4-5)

¿Si o no que ha aumentado la violencia, como dice el versículo siguiente?

Vemos que no es una idea mía, sino que Dios no se está agradando de esta nación por su Pecado, y en vez de volvernos a Él, nos alejamos más y más; los cristianos tienen que reaccionar y mostrar la luz, para eso somos llamados; deben ser sal en medio de esta sociedad, y no tener el mismo sabor del mundo. Debemos distinguirnos claramente, por amor a nuestros semejantes que están en oscuridad. Si no mostramos el amor con verdad, la sal no sirve para nada, si pierde su sabor, sino para ser echada fuera y la pisen los hombres, dice el Señor.

Los cristianos estamos llamados a orar por las autoridades, aunque no nos gusten y/o no lo hagan bien; pero nunca debemos dejar de alumbrar y salar este mundo con la luz y sal que viene de nuestro Señor Jesús, esta es una gran oportunidad para que la iglesia brille; y si no brilla para que se de cuenta de su situación, se arrepienta y vuelva al Señor.

Esta clara la razón de antaño, la misma razón de hoy en día; estamos en la puerta de la decisión, o seguimos al Señor o nos vamos por el camino ancho de la perdición. ¡A quien sigues?

Pues Jerusalén ha tropezado y Judá ha caído, porque su lengua y sus obras están contra el SEÑOR, rebelándose contra su gloriosa presencia. (Isaías 3:8)

Saludos a todos, gracia y paz (shalom) a sus hijos.

martes, 6 de septiembre de 2022

Desde la unidad del Espíritu, hasta la unidad de la Fe

 



Un gusto saludarlos a todos mis hermanos, amigos y lectores; hoy les quiero compartir un mensaje, creo que muy poco se habla de este tema tan importante y valioso, y lo creo fundamental para la verdadera y correcta comunión en la iglesia, este mensaje lo llamé “Desde la unidad del Espíritu... hasta la unidad de la Fe”, es decir, avanzamos juntos manteniendo la unidad del Espíritu hasta que lleguemos juntos a la unidad de la Fe (se podría decir, la unidad de creer lo mismo de la Palabra de Dios).

Veamos el siguiente texto, y luego comentamos:

Efesios 4:1-16    Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,  (2)  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,  (3)  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;  (4)  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;  (5)  un Señor, una fe, un bautismo,  (6)  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.  (7)  Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.  (8)  Por lo cual dice:  Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.  (9)  Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?  (10)  El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.  (11)  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,  (12)  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,  (13)  hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;  (14)  para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,  (15)  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,  (16)  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Después de leer lo anterior, que nos muestra cómo se relacionan Dios, el Señor, el Espíritu, los ministerios, los dones espirituales, los hermanos en la iglesia, la fe, etc, vemos que el objetivo final es que los hermanos alcancen madurez espiritual, es decir, la iglesia de Dios alcance su plenitud. 

Marqué con negrillas dos frases que me interesa destacar en el texto anterior, estas son “solícitos en guardar la unidad del Espíritu … hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe” Muestra una secuencia de hechos. Creo que ya lo viste ¿no es cierto?; partimos como hermanos desde la unidad del Espíritu, hasta llegar a la unidad de la fe. ¿Qué significa esto? Bueno, es muy sencillo; no debemos partir pensando todos igual, creyendo todos lo mismo (excepto que no sea lo básico, expuesto en versículos 4, 5 y 6), viendo todos exactamente igual, eso no es la condición inicial; debemos creer todos lo mismo en lo básico, es decir, lo expuesto en versículos del 4 al 6, y manteniendo la unidad del Espíritu, hasta que todos llegamos a la unidad de la fe, cuando los dones, ministerios y operaciones, las dejamos actuar en nosotros; la unidad de la fe, es creer todos lo mismo, pero no es un requisito, para iniciar el proceso de santificación, sino una consecuencia final.

 Voy a dar un ejemplo, espero con ello quede más claro el tema (que yo veo que es difícil de explicar):

Estos días voy a cumplir 32 años que conozco al Señor, es decir, me convertí (antes era agnóstico y ese es otro tema jejejeje); si hago una ficción,  supongo que puedo viajar al pasado y me encuentro conmigo mismo de unos 30 años atrás (cuando tenia dos años de convertido; ya se, que no se puede en la realidad, pero es sólo para el ejemplo) ¿pensaría lo mismo mi yo antiguo, que el actual?, yo veo que habrían cosas coincidentes y cosas que las veo diferentes actualmente. ¿tendría comunión conmigo mismo? Claro que si, tendría el mismo Espíritu, y tendría comunión conmigo mismo (obvio), a pesar de algunas diferencias en la fe (doctrinales). Ósea, con diferencias doctrinales no básicas, tengo comunión conmigo del pasado, pues es el mismo Espíritu.

En resumen del ejemplo anterior podemos concluir, que si me encuentro conmigo mismo de hace unos 30 años atrás, de seguro yo no pensaría en todas las cosas lo mismo (otras sí), hay cosas que las he aprendido en el Señor y he madurado; por lo cual, serían diferentes; pero no tendría ninguna duda en que tendría comunión conmigo mismo, a pesar de creer algunas cosas diferentes. Aquí se ve claramente un ejemplo, tendría unidad del Espíritu (pues el Espíritu es el mismo), pero no estaría en la unidad de la Fe (pues hay cosas que no son fundamentales, que las vería en forma diferente). De la misma forma, no podría ser que yo no tenga comunión con un hermano con menor crecimiento en la fe (en este caso yo mismo) pero que tiene el mismo Espíritu; acá vemos claramente que no tendré necesariamente unidad de la fe, pero si unidad del Espíritu. Es de esto que nos habla el apóstol Pablo, en la su carta.

Con esto podemos establecer que las doctrinas básicas, dichas entre los versículos 4 al 6 (un cuerpo, un Espíritu, una misma esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos), son fundamentales y todos los hermanos deben creer lo mismo; ahora aparte de eso, las cosas de la fe que son mayores que estas, partimos desde la diversidad de la fe y conservando la unidad del Espíritu, hasta llegar a la unidad de la fe. Sin mantener la unidad del Espíritu, se dividen las congregaciones en muchas denominaciones, las cuales se caracterizan por querer tener una unidad de la fe, sin muchas veces tener la unidad del Espíritu. Ósea, lo hacen al revés, de como dice la Biblia; y al final terminan abrazando más sus propias teologías, que el Espíritu de Dios que lo sustenta todo.

En algunas denominaciones podemos leer sus principios de fe básicos (estos están publicados), esto está bien, si son básicos (como los señalados del versículo 4 al 6); el problema es que cuando se le agregan otros, aunque estén bien doctrinalmente, no están estableciendo el principio de la unidad del Espíritu, pues muchos pequeños en la fe, serán desplazados, o maduros en la fe, si estas doctrinas, pueden estar en algo erradas. Al no mantener el principio de la unidad del Espíritu, se pierde la comunión y se produce una dolorosa ruptura (división dentro del cuerpo), todo por no mantener la unidad del Espíritu, no entendiendo que la unidad de la fe es una consecuencia de la unidad del Espíritu y no al revés.

Es importante para el mundo que mantengamos esta unidad, la unidad del Espíritu; pues de esta manera le daremos testimonio al mundo de que nuestro Señor fue enviado por el Padre, y de la manera que el Padre lo ama, de esa forma nos ama a nosotros; y mostramos el Camino de salvación.

Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. (Juan 17:23)

Como conclusión debemos mantener la unidad del Espíritu, para que lleguemos a la unidad de la fe (verdad); y no al revés, como algunas denominaciones no saben o entienden; pues se producirán fracturas inevitables, que Dios nuestro Señor, nos quiere evitar.

Y también debemos estar alertas, pues nuestro enemigo sabe que esta ignorancia es importante para dividir la iglesia, de modo que así pierda poder y efectividad. En la división él reina; por eso no debemos dividirnos con un hermano a pesar que sea "débil en la fe" (o mayor que nosotros).

Bueno, espero haber explicado en parte este principio que está en la Sagrada Biblia, para que lo practiquemos en la vida diaria que nos conduce nuestro Dios.

Saludos, gracia y paz (shalom) a todos mis hermanos.


 

sábado, 11 de mayo de 2019

¡Quitad la Piedra!




JESÚS dice: ¡Quitad la piedra! Le dice Marta, la hermana del que había muerto: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. JESÚS le dice: ¿No te dije que si crees verás la gloria de DIOS? (Juan 11:39-40)

Hola estimados lectores y amigos, empiezo la enseñanza con estas dos hermanas (Marta y María) que tipifican cada una, un tipo de iglesia, un tipo de reunión en torno a Él. Quitad la piedra, declara Jesús; pero no es escuchado por la primera iglesia; el Señor (ahora con autoridad reprende) a la primera iglesia, y le dice (escuchando la segunda), ¿No te dije que si crees veras la gloria de Dios?

Para ver la gloria de Dios, es necesario creer; primero cree y luego se verás la gloria de Dios, Lázaro resucitado, de 4 días. ¡Gloria de Dios!

¡Creer, en la iglesia que encabezo… mmm … ¡Quitad la piedra, de vuestro corazón! … creer y sólo creer, para ver la gloria de Dios!!!

¡A veces es tan fácil, pero tan difícil… creed en el evangelio!!! Sin creer, es imposible agradar a Dios… pero para el que cree, todo es posible.

¡Quitad la piedra!, dijo el Señor; y es la piedra de incredulidad que debemos quitar en nuestro corazón, para ver la gloria de Dios.

Bueno, había fe en Marta, pero sólo para lo básico, sólo para el fundamento… como lo demuestran sus palabras…

Si bien ambas hicieron la misma afirmación… ¡Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto! 

¡Las dos causaron cosas distintas en el Señor!!!

Marta, en su incredulidad (a partir de creer que Cristo es el Mesías, base de la fe y está muy bien) dijo algo correcto, pero que queda cortó para la situación:

Le dice: Sí, Señor, yo he creído que Tú eres el CRISTO, el Hijo de DIOS, el que viene al mundo. (Juan 11:27)

Cosa que no le preguntaron..., no le preguntaron Quien es la base de la iglesia; pero contesto  eso, es lo que sabía...

La doctrina correcta nos juega una mala pasada, no nos deja ver lo que El Señor quiere que veamos… vemos a la antigua (odres viejos, si bien el vino es bueno, pero odres que no dejan fluir el vino nuevo). No es eso lo que Jesús le estaba demandado (enseñando), no es Quien es la roca… sino veámoslo…

JESÚS le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? (Juan 11:25-26)

Y la respuesta doctrinalmente correcta, pero sin poder contra la muerte en ese minuto es… Tú eres el CRISTO, el Hijo de DIOS, el que viene al mundo.

Pero la respuesta correcta en esta situación, un poco más alta que la respuesta base de nuestra fe…

JESÚS le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? (Juan 11:25-26)

Es para meditarla, y creer que no tan sólo es el CRISTO, el Hijo de DIOS, el que viene al mundo; sino que es la Resurrección y la Vida. El que cree en ÉL, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en ÉL, no morirá jamás.

 ¿Crees esto? ... quien lo crea lo disfrutará, quien no lo crea que QUITE LA PIEDRA de su corazón, que el Camino sigue...

Quitad la piedra, y avancemos que para eso estamos; conocer Quien es ÉL, es nuestra vocación. Amén.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Nada nos podrá separar del amor de Dios...

Un afectuoso saludo, para todos los que hoy leen este mensaje; yo creo que la mayoría hemos escuchado esta promesa “nada nos podrá separar del amor de Dios”, y es una tremenda promesa, pero me gustaría desmenuzarla un poco más, pues creo que a veces se mal entiende; pero antes leámosla:

Romanos 8:37-39  Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó.  (38)  Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  (39)  Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura (cosa creada) nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Primero, nos debemos fijar que la promesa debe incluir algo importante, que son las últimas palabras de esta, copio:

Romanos 8:39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura (cosa creada) nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Las últimas palabras que pongo en negrillas son muy importantes de tener en cuenta, pues sin ellas la promesa NO SE CUMPLE, estas son: que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Nada nos puede separar del amor de Dios, QUE ES EN CRISTO JESUS SEÑOR NUESTRO.

No hay cosa o criatura en el universo que nos pueda apartar del amor de Dios, pero eso tiene un “lugar”, que es EN CRISTO JESUS SEÑOR NUESTRO.

Sólo en la permanecía en el Señor, somos invencibles y nada nos puede separar del amor de Dios, es decir, cuando no andamos en la carne, sino en el Espíritu. Sólo en Jesucristo como nuestro SEÑOR, somos vencedores, y es esa la posición que debemos mantener día a día, EN CRISTO.

En la práctica, veo en nosotros algunas excusas para no tener una vida de vencedores, muchas de ellas pueden ser: mi marido que no es creyente, mi mujer que no es creyente, mis hijos, si tuviera una familia creyente, es que no encuentro hermanos que compartan mi fe, es que no tengo tiempo, es que no puedo..., etc. Hay muchas excusas que nos hacen creer que si nuestro entorno fuera diferente, podríamos ser vencedores en la fe, pero lo anterior es una excusa y contradicción; pues le estamos dando a las cosas creadas, o a las criaturas (personas), el poder de evitar que seamos vencedores en la fe.

Hermano(a), aunque el mundo entero esté contra tuyo; si tú estás EN CRISTO, puedes ser vencedor y no hay nada que te lo pueda impedir, absolutamente NADA. Es lo que Dios dice, que EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO tendremos siempre victoria!!!

1 Juan 5:4  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.

Nada de lo dificl que veamos en nuestro alrededor nos puede apartar del Amor de Dios que es en Su Hijo; absolutamente nada… excepto…

Segunda parte: Hay una excepción a lo anterior, como bien leímos somos invencibles EN CRISTO; pero el apóstol no niega que esa posición privilegiada que podemos mantener EN CRISTO, no sea abandonable por el cristiano, de hecho podemos salirnos de ella con mucha facilidad, cuando le damos la conducción de nuestra vida a la carne, es decir, al viejo hombre (Adam), más que al Espíritu de Dios (cuando no andamos por fe).

Lo que el apóstol Pablo nos quiere explicar, es que no hay nada en este mudo que te pueda impedir ser un vencedor en la fe, a pesar de todas las circunstancias desfavorables que tu puedas ver; lo único importante que debemos entender que esas victorias sólo se obtienen EN CRISTO; y esa posición es nuestra responsabilidad mantenerla , como Jesús nos mando:

Juan 15:4  Permaneced en mí, y Yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Debemos permanecer en El, porque El ya permanece en nosotros por medio de su Santo Espíritu; nosotros debemos permanecer unidos a EL día a día por medio de la fe; es decir, creyéndole, y por lo tanto, obedeciéndole como NUESTRO SEÑOR; para que se cumpla en nosotros:

...ni ninguna criatura (cosa creada) nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.


jueves, 14 de abril de 2016

De gracia recibisteis, dad de gracia



La imagen muestra el resultado hoy de algunos enlaces de música cristiana que hice hace algunos años desde este blog a youtube; eran enlaces a varios vídeos caseros con música cristiana de fondo. Se apela a un bloqueo por razones relacionadas con los derechos de autor.

Transcribo breve definición, para saber de lo que hablamos:

Derechos de autor: Cantidad de dinero que el autor de una obra artística, literaria o científica cobra como participación en los beneficios que produce su difusión, publicación o reproducción.

 Siendo música cristiana, es decir, de seguidores de Cristo. Yo me pregunto:

¿No conocen lo que el Señor Jesucristo enseñó?

Lo transcribo:


"... de gracia recibisteis, dad de gracia." Mateo 10:8 

Bueno, conociendo lo anterior enseñado por Cristo, veo las dos siguientes opciones, respecto al autor de dicha musica:

Las canciones no fueron recibidas e inspiradas por gracia del Espíritu Santo; y por lo tanto, no son cristianas verdaderas: En este caso, el autor tiene el derecho a reclamar sus derechos económicos; pues son suyas, y no fueron recibidas por inspiración divina. Acá tendríamos el caso, que el autor en ningún caso sería el Espíritu Santo de Dios (quien no reclamará nunca derechos de autor para lucrar). Ahora, si este fuera el caso de esta música, bueno sería  entonces, que los autores no lo hicieran en nombre de Dios; pues estarían transgrediendo la fe publica, haciendo algo en nombre de Dios que nos viene en realidad de Dios; sino de ellos mismos.

Las canciones si fueron recibidas e inspiradas por gracia del Espíritu Santo:  En este caso, el autor es el Espíritu de Dios; y por lo tanto, el reclamar los derechos de autor, sería un hurto a Dios. Pues se está comercializando con algo dado para compartir por gracia, y no debiendo esperar la retribución económica como condición (retribución que si debe darse como ofrenda voluntaria, por la generosidad de la iglesia). Ahora, si este fuera el caso de esta música, bueno sería  entonces, que los "autores" (como instrumentos del Espíritu de Dios) reconocieran su error y vuelvan a entregar lo que recibieron de gracia, por gracia.

Sólo veo las dos alternativas anteriores, o son verdaderas canciones cristianas, o no son verdaderas; y por lo tanto, son del mundo. Sus autores lo dirán.

¿Se imaginan a Jesús hoy en día, y si hubiese alguno que le grabó el sermón del monte (Mateo 5) y lo sube  a Youtube, que Jesús reclame para que se bloquee ese vídeo, pues no le han pagado los derechos de autor?

¡¡¡Claro que no!!! Ni el más ateo lo diría, creo yo.

Es muy clara la actitud de Jesús ante la comercialización del evangelio; los llamó que hacen "cuevas de ladrones"; y con un azote los echó de su presencia!!!

No se puede servir a dos Señores, a Dios y a las riquezas (mamón).

Esperamos en el Señor, que estos hermanos recapaciten, y no sea que algunos cantantes del mundo al ser más honorables, y no persiguiendo tanto el dinero, y al dejar libres sus canciones, para que la gente las disfrute gratuitamente en youtube. Estos hombres, serán jueces de los cristianos negociantes, que comercian con lo que no se debe comerciar. Estos hombres, se levantaran el día del juicio ante Dios, y condenarán la actitud comercial de los que deberían ser ejemplo al mundo; pues estos, sin fe ni el Espíritu Santo, es decir, sin gracia; tuvieron un comportamiento más agraciado, de quienes recibieron la gracia de Dios.

Yo personalmente, he comprado cada canción cristiana que escucho; pues Dios me ha dado los medios económicos para hacerlo (y nadie me puede decir nada al respecto); pero no es la posibilidad de todos los hermanos en la fe. No podemos vender todo entre hermanos, ¿Donde estaría el amor?

Y por otro lado, los hermanos que disfrutan de música cristiana, deberían en sus posibilidades, contribuir económicamente a los cantantes cristianos, con generosidad; para que puedan cumplir su labor satisfactoriamente. Así debería ser, en la verdadera familia de Dios.

Como conclusión, podemos decir lo siguiente: Si las canciones son obras del hombre sin inspiración divina, es legitimo que se exijan derechos de autor; pero en este caso, los autores no pueden dar a entender que lo que hacen lo hacen en nombre de Dios; pues sería un engaño. En cambio, si las canciones son obras inspiradas por Dios, no es legitimo exigir derechos de autor, pues el mismo Señor no lo hace y no lo exigiría; es más, aborrece que se haga.Por lo tanto, si la música es verdaderamente cristiana, no está bien exigir derechos de autor, hacer lucro de algo que viene de Cristo; y el mismo Señor a tales personas expulso de su presencia con un azote.

Nosotros como cristianos, si tenemos posibilidades de pagar y contribuir económicamente a fieles hermanos que nos contribuyen con su música, debemos hacerlo según nuestras posibilidades, porque eso es justo y necesario, para la edificación del cuerpo de Cristo.

Bueno, espero que esto contribuya a crear conciencia y abrir los ojos de muchos.

Saludos en el Señor.

PD: Es música que en lo personal la encuentro bastante buena (algunas letras les haría algunos  cambios); quieran estos hermanos, ver que no están ganando nada para el Reino de Dios; pues su recompensa la están tomando sólo para esta tierra.

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lunes, 9 de diciembre de 2013

¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

   


 ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?, se preguntaban los discípulos
 del Señor, cuando lo vieron hacer obedecer al viento y el mar…

Leamos el texto en el evangelio de Marcos…

Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos al otro lado. Y enviando la multitud, le tomaron como estaba en el barco; y había también con él otros barquitos. Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se llenaba. El estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dijeron: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, increpó al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fue hecha grande bonanza. Y a ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Y temieron con gran temor, y decían el uno al otro. ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? (Mar 4:35-41)

Tremenda pregunta que se hicieron los discípulos, y sólo había una forma de contestarla; ellos sabían que la creación sólo obedecía a su creador; ¿y que hombre es éste, que aún el mar y el viento le obedecen? Había una característica en este hombre que no se había manifestado antes por ningún hombre, en todo el antiguo testamento, cuando los hombres de Dios desafiaban las leyes naturales, lo hacían tras la oración y/o instrucción del Señor; hoy veían a este hombre dando instrucciones directas a la naturaleza, desafiando lo que ellos creían establecido…

Veamos el siguiente texto:
Alaben al SEÑOR (YHWH) por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo. Los que descienden al mar en navíos, y hacen obra en las muchas aguas, ellos han visto las obras del SEÑOR (YHWH), y sus maravillas en el mar profundo. El dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad, que levanta sus ondas; suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal. Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida; claman al SEÑOR (YHWH)  en su angustia, y los libra de sus aflicciones. Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan. Se alegran luego porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad. (Sal 107:21-30)

En lo citado puedes ver que el Señor Dios (YHWH); es quien tiene autoridad para parar los vientos y las ondas; los discípulos conocían las Escrituras y debieron haber conocido este salmo; mira como es un paralelo que habla lo que el Jesús hizo.


¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?, YHWH es la transliteración del nombre propio del Dios de Israel revelado a Moisés en el Sinaí; los judíos hoy El Nombre lo pronuncian como Adonay, es decir, Señor (por no tomar en vano su nombre). Este salmo nos enseña que Jesús es el Señor. Amén.

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