domingo, 25 de septiembre de 2011

El trigo y la cizaña

Estimados, hace algunos días que tengo dando vueltas y carga por compartir de este tema, hoy con la gracia del Señor lo hago.

Leemos la siguiente parábola de Jesús:

Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. (Mat 13:24-30)

Luego podemos leer lo que Jesús explico de la parábola:

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. (Mat 13:37-43)

A pesar de que está parábola está explicada en la Biblia; veo que aún no la entendemos correctamente, y es por ello que les expongo lo que entiendo de ella; y lo que no debemos interpretar erróneamente, que nos puede llevar a creer que los hijos del diablo son una raza particular de personas a las cuales despreciar y perseguir en la carne, completamente apartado a lo que Jesús enseñó del amor a los enemigos.

Las preguntas que espero clarificar son las siguientes:

¿Quiénes son realmente los hijos del diablo, es decir, la cizaña?

¿Nacen o se hacen estas personas llamadas, cizaña?

¿De qué manera se engendra la cizaña?

Bueno, lo que veo del trigo y la cizaña es lo siguiente:

La parábola del trigo y la cizaña, es una parábola del reino de los cielos.

Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;... (Mat 13:24)

Para entender las parábolas del reino de los cielos, es prioritario entender la parábola del sembrador, es decir, para entender la parábola del trigo y la cizaña; antes, debemos primero entender la parábola del sembrador (Jesús enseñó que es la parábola base, para entender el resto de la parábolas).

Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? (refiriéndose a la parábola del sembrador) ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? El sembrador es el que siembra la palabra. (Mar 4:13-14)

Para ver mensaje de parábola del sembrador pincha AQUÍ.

El trigo es la buena semilla, la palabra de Dios (Cristo); la cizaña es mala semilla, el engaño del diablo (mentira, palabras erradas, falsas enseñanzas, etc.).

La palabra de Dios, engendra hijos de Dios; la palabra del enemigo (engaño, mentira, error, etc), engendra hijos del diablo.

Cuando no se recibe la buena semilla (la verdad), sino que se desprecia; viene el malo y siembra la mala semilla (mentira) en el corazón del hombre (es un siembra posterior a la siembra de Dios).

Por eso dice que el diablo sembró después, que el sembrador había sembrado el trigo. Lo vemos también en el siguiente verso:

Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.(2Tesal 2:11-12)

En el verso anterior el apóstol Pablo explica lo mismo; cuando alguien se complace en la injusticia (maldad), y desprecia la verdad, les llega un poder engañoso y creerán la mentira, una vez que despreciaron la verdad...

De la primera semilla (trigo=verdad) nacen los hijos de Dios, de creer la verdad (trigo); y los hijos del diablo de la mala semilla (cizaña=engaño), los que no quisieron creer la verdad, pero si creyeron la mentira (cizaña), es decir, las aves del cielo comieron su semilla, y luego recibieron la que el enemigo sembró. Dieron espacio en su corazón para el engaño, pues la verdad no les pareció conveniente, no la creyeron para no ser expuestos en sus pecados, prefieren ocultar sus pecados con las mentiras del enemigo.

Por eso Juan dice: Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. (Juan 3:19-20)

La condenación no consiste en que Dios no te da la oportunidad de conocer la verdad y te condena, sino que consiste que Dios te muestra la luz; y en la luz hay hombres que prefieren la oscuridad para no ser descubiertos en sus maldades y pecados (se apartan de la luz, les es incómoda); es por eso que rechazan la verdad; y aman la oscuridad (tinieblas) donde creen no ser expuestos en sus pecados (pero todo eso escondido que tienen, será manifiesto, nada oculto no será manifiesto, dice el Señor; pero a nosotros, nos ha lavado con su sangre, porque nos arrepentimos de nuestros pecados, y nunca más se acordara de nuestros pecados y transgresiones).

Se hacen cizaña (hijos del maligno), aquellos hombres que escogen el camino de la oscuridad y maldad, se hacen trigo (hijos de Dios) aquellos hombres que escogen el camino de luz y amor. ¿Y cómo lo escogen? Creyendo o la mentira o la verdad; creen el engaño del enemigo después de haber rechazado la verdad; pero cuando creyeron la verdad; ya no hay espacio para la cizaña en sus corazones.

Luego dice Juan:

Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. (Juan 3:21)

No dice que los que reciben la verdad (trigo) en sus corazones sus obras sean buenas, sino que sus obras son hechas en Dios, es decir, en temor y fe de Dios. Los que practican la verdad, vienen a la luz (Cristo es la luz del mundo), es decir, aquellos que buscan la verdad con sinceridad (no es que no tengan pecado, sino que hay en ellos cierto temor y fe en Dios).

Bueno eso es lo que quería compartir con ustedes, así nacen los hijos de Dios y los que se hacen hijos del diablo, cuando por sus injusticias no quieren recibir la verdad, sino que se complacen en el engaño.

Se cumple lo que dijo el apóstol Juan: Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. (Juan 3:19-21)

Paz a todos de nuestro Dios Padre y Señor.

Y para terminar las preguntas planteadas:

¿Quiénes son realmente los hijos del diablo, es decir, la cizaña?

Quienes se haces sus hijos creyendo sus mentiras, luego de haber rechazado la verdad de Dios.

¿Nacen o se hacen estas personas llamadas, cizaña?

Se hacen hijos de Satanás, porque aman más la oscuridad (para no ser descubiertos en sus pecados), aman el pecado.

¿De qué manera se engendra la cizaña?

Se engendra en el corazón del hombre, cuando recibe la semilla del enemigo, al haber rechazado primeramente la palabra de verdad, que proviene de Dios, es decir; a Jesucristo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Un llamado a la angustia (David Wilkerson)

http://www.youtube.com/watch?v=J-p2sac0Jp0&feature=player_embedded


UN MENSAJE URGENTE by David Wilkerson

UNA CALAMIDAD QUE SACUDIRÁ AL MUNDO ENTERO ESTÁ PRONTA A SUCEDER

Me siento obligado por el Espíritu Santo de mandar un mensaje urgente a todos los que están en nuestra lista de correo, y a los amigos y obispos que hemos conocido alrededor del mundo.

UNA CALAMIDAD QUE SACUDIRÁ AL MUNDO ENTERO ESTÁ PRONTA A SUCEDER. SERÁ TAN ATERRADORA, QUE TODOS VAMOS A TEMBLAR - AÚN LOS MÁS DEVOTOS ENTRE NOSOTROS.

Por diez años yo he estado advirtiendo que mil fuegos arderán en la ciudad de Nueva York. Engullirá a toda el área, incluyendo a Nueva Jersey y Connecticut. Las ciudades principales en toda América experimentarán disturbios e incendios – como vimos que sucedió en Watts, Los Ángeles, años atrás.

Habrá disturbios y fuegos en ciudades en todo el mundo. Habrá saqueos – incluyendo a Times Square, y la ciudad de Nueva York. Lo que estamos experimentando ahora no es una recesión, ni siquiera una depresión económica. Estamos bajo la ira de Dios. En el Salmo 11 está escrito,

“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?” (v. 3).

Dios está juzgando los pecados atroces de América y de las naciones. Él está destruyendo los fundamentos seculares.

El profeta Jeremías le suplicó al Israel pecaminoso, “Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras. Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón” (Jeremías 18:11-12).

En el Salmo 11:6, David advierte, “Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrazador será la porción del cáliz de ellos.” ¿Por qué? David respondió, “Porque Jehová es justo” (v. 7) Este es un juicio justo – igual que los juicios de Sodoma y de la generación de Noé.

¿QUÉ HARÁN LOS JUSTOS? ¿QUÉ PASARÁ CON EL PUEBLO DE DIOS?

Primero, yo le daré una palabra práctica que recibí yo mismo. Si le es posible abastézcase de suministros de alimentos y cosas esenciales que puedan durar por treinta días. En las ciudades grandes, los mercados se vacían en una hora cuando hay alguna señal de desastre.

Y sobre nuestra reacción espiritual, sólo tenemos dos opciones. Esto está delineado en el Salmo 11. Podemos “escapar al monte cual ave.” O, como dice David, “Fijó sus ojos en el Señor sentado en su trono en el cielo – sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres” (v. 4). “En Jehová he confiado” (v. 1).

Yo le diré a mi alma: No hay necesidad de que corra… no hay necesidad de que me esconda. Este es un acto justo de Dios. Yo contemplaré a nuestro Señor en su trono, con su mirada tierna, misericordiosa y amorosa pendiente de cada paso que doy – confiando que él salvará a los suyos aún de los diluvios, fuegos, calamidades, pruebas, aflicciones de toda clase.

Nota: Yo no se cuándo sucederán éstas cosas, pero sé que no está distante. Le he descargado mi alma a usted. Haga con éste mensaje como le parezca.

Que Dios lo bendiga y lo guarde.

En Cristo,
DAVID WILKERSON

by David Wilkerson | March 7, 2009


martes, 6 de septiembre de 2011

¿Orando por los muertos?

Vemos muchas autoridades de iglesias denominadas cristianas orar por los muertos, y así lo enseñan a sus seguidores, hacen ceremonias religiosas y oran por los que ya fallecieron, se hacen intercesores por los muertos: ¿Es correcto eso?, ¿Jesús lo enseño?, ¿Qué enseño Jesús al respecto?, ¿Está escrita en la Biblia esa práctica?, ¿Qué persiguen con ello?

Se me viene el siguiente verso de Salomón, cuando veo esas prácticas de orar por los muertos:

Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. (Ecc 7:2)

Mejor es para el hombre ir a un funeral, que a una fiesta; porque del primero verá cual es el fin de todos los hombres; y puede ponerlo en su corazón. ¡Importante! ¿O no?

En la sociedad moderna, no sólo se ha escondido la muerte; sino que también se ha hecho de un ídolo la fiesta, el banquete; eso es otro gran engaño, se esconde la muerte y se ensalza el banquete, pero la verdad es que el tema que expondré no va por ese lado. Me refiero, no va por el lado del banquete, sino por la oportunidad que hoy se pierde en el funeral o luto; de hablar la verdad.

El funeral es una buena oportunidad de hablar al corazón de los hombres, acerca del término de la vida, acerca de la salvación eterna, acerca del futuro que muchas veces se quiere esconder u obviar. Y mostrarles que tengan presente que la muerte los puede sorprender sin aviso; la vuelta de la esquina, recordarles su realidad. Hay iglesias denominadas cristianas, que han trastocado hasta esos momentos de dolor de la humanidad, para declarar mentiras y engaño, a cambio de algún dinero; hacen y dicen lo que la gente quiere oír, y no lo que Jesucristo enseño. Complacen a los hombres, desprecian al Señor (¿Puede un ministro que se llama cristiano, enseñar lo que Cristo no enseñó?).

Hombres y mujeres consternados asisten a velorios y funerales; buscando alguna respuesta, consuelo y esperanza para sus seres queridos; y lo que encuentran en muchos casos, que aquella oportunidad de contarles la verdad, de enseñar lo que Jesucristo enseñó; se les engaña haciendo, oraciones, misas y cultos; en nombre de los muertos (y en muchos casos por algún precio). Dando a entender, que con las oraciones de estos religiosos, estas personas estarán mejor, venden oraciones a Dios, por algún dinero, dándole la esperanzas a sus dolientes familiares, de una intercesión ante Dios, para que pasen a mejor vida.

En toda la Biblia y de las enseñanzas de Jesús; no hay ni un sólo ejemplo donde se enseñe a orar por los muertos; no hay ningún ejemplo donde Jesús la haya hecho; no hay ningún ejemplo donde algún apóstol lo haya hecho (orar por los muertos);

¿Y por qué?

Podemos leer el siguiente párrafo que Jesús enseñó; acerca de la muerte de dos personas; claramente nos muestra que es imposible pasar una persona que está en el Hades al paraíso, es imposible; ya se cumplió su tiempo:

Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. (Luc 16:20-31)

“Una gran sima (barrera infranqueable) está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá”

No existe ninguna posibilidad de mover un alma que ya partió, desde el Hades; fuera del Hades. Como dice el autor de la carta a hebreos: Y de la manera que está establecido a los hombres, que mueran una vez; y después, el juicio, (Heb 9:27) no hay posibilidades intermedias, no hay oración que pueda cambiar el destino que una persona busco, cuando el tiempo se terminó.

Hoy se pierden muchos ministros la oportunidad de hablar la verdad, se pierden la oportunidad de contarles la verdad en los duelos o funerales; cuando muchos hombres se hacen las preguntas más importantes de sus vidas, cuando son más receptivos; ¿y qué es lo que muchas veces oyen, de estos errados representantes de Dios?; hablan de esperanza cuando ya el destino está jugado en quienes partieron, oran por los muertos, cuando deberían estar orando por los vivos, hablan ignorancia y engaños, cuando deberían hablar lo que su Maestro enseñó y enseña.

Dolor me da como el enemigo opera en el pecado del hombre, éstos por mantener un buen nombre, algunos ingresos, decir lo agradable a los oídos, hacerse importantes, dejan la verdad, y la cambian por sus beneficios personales. Veo como el costo lo pagan las personas que de alguna manera buscan a Dios en estas personas, por su ingenuidad son engañadas y desviadas.

Dejo está carta abierta, si alguno quiere explicarme y demostrarme con la Biblia que estoy equivocado, que si debemos orar por las personas que ya partieron; y que con nuestras oraciones cambiaremos sus destinos eternos. Atento estoy a vuestras opiniones, a que me demuestren por las Sagradas Escrituras mi posible error. Por lo pronto, Dios nos ha enviado a ser testimonio a los vivos, para enriquecerlos en sus destinos eternos; mientras hay tiempo; para que nadie se pierda.

Saludos y paz a todos.

viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Cuándo verdaderamente alumbra la luz en nosotros?

Con el siguiente mensaje, espero alumbrar un poco las palabras que Jesús dijo:

"Vosotros sois la luz del mundo".

Luego de las bienaventuranzas en el capítulo 5 de mateo; podemos leer los versos completos de esta cita:

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende la lámpara y se pone debajo de un almud, sino en el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mat 5:14-16)

Es interesante el tema, porque él también dijo:

- Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)

- Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. (Juan 9:5)

- Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos. (Mat 5:16)

- Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. (Juan 9:4)

Si vemos con claridad, de la combinación de estas cuatro citas, más la que proponemos en un inició Vosotros sois la luz del mundo; ¿qué podemos ver a la luz del evangelio?:

Jesucristo es la luz del mundo, y nos llama a ser luz del mundo.

El que lo sigue, anda en luz; además que tendrá luz de la vida (en sí mismo).

Jesús nos llama a alumbrar (ser luz del mundo), alumbramos al mundo, para que vean nuestras buenas obras y de ese modo glorifiquen a Dios, no ha nosotros.

Esas obras sólo se pueden hacer a la luz del día (sin Cristo nada podéis hacer); de noche no se puede trabajar. Cuando somos guiados por El, estamos en luz.

El objetivo que alumbremos, es para la gloria de nuestro Padre; no para que nos glorifiquen a nosotros.

Sólo alumbramos el mundo cuando andamos en Cristo (guiados por su Espíritu, es decir, le seguimos); y no en la carne. Cuando andamos en la carne, es como si pusiéramos la lámpara bajo la cama. La lámpara puede estar alumbrando bajo la cama, pero no sirve de nada su luz; ya que la carne la oculta. Lo mismo el almud (cerro de áridos o tierra); no es bajo el cerro de tierra que debe estar; sino sobre el monte.

También les dijo: ¿Viene la lámpara para ser puesto debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No viene para ser puesto en el candelero? (Mar 4:21)

No es nuestra carne la que debe estar encima, sino es la luz la que debe estar encima; de esa forma alumbramos.

La verdad es que muchos cristianos no lo creen, y antes de escuchar a su Señor para poder seguirlo y obedecer; salen a predicar en su carne; y eso les da notoriedad a ellos; y como hay tanta contradicción entre lo que hablan (predican) y lo que viven (ver Romanos 2), termina el mundo blasfemando el nombre de Dios, lo contrario que debería ocurrir; que es que glorifiquen a Dios, por nuestra buenas obras. Ya que no pueden sostener con su ejemplo y vida, lo que predican. Pusieron el orden inverso, la carne encima, la luz abajo. Entendieron mal el evangelio, lo que va arriba no somos nosotros, sino la cabeza arriba del cuerpo; y no el cuerpo arriba de la cabeza (la cabeza es Cristo, el cuerpo la Iglesia). Ellos mal entienden como el Señor nos dice que somos las luz, ellos deben alumbra por si mismos, eso no es así; alumbramos cuando andamos en la luz y no en la carne, es decir, en el parecer personal.

Este es el ejemplo de romanos que cite:

He aquí, tú te llamas por sobrenombre judío; y estás apoyado en la ley, y te glorías en Dios, y sabes su voluntad y apruebas lo mejor, instruido por la ley; y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley. Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas? ¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio? ¿Tú, que te jactas de la ley, con rebelión a la ley deshonras a Dios? Porque el Nombre de Dios es blasfemado por medio de vosotros entre los gentiles, como está escrito. (Rom 2:17-24)

Vemos claramente que cuando predicamos algo, y como dice Pablo; no lo practicamos, es decir, no es vida en nosotros; ocurre que se pierde el propósito de ser luz de mundo, y es que Dios sea glorificado; sino, por el contrario el nombre de nuestro Dios y Señor es blasfemado en el mundo; y eso es de gran dolor para los hijos de Dios, cuando su Padre es blasfemado injustamente, por causa de hombres que no entienden, y lo que muestran a es a sí mismos; en vez de la luz.

Es muy claro, si tú dices y enseñas que no hay que robar y tú robas; primero, debes enseñarte a ti mismo; antes que a los demás; una vez que hayas aprendido a no robar; puedes pregonarlo por el mundo. El Señor quiere que alumbremos, quiere que nuestro Padre sea glorificado; pero para ello, sólo debemos hablar lo que es real y vida en nuestra vida, lo que verdaderamente hemos aprendido de nuestro Maestro, y no más allá de ello. Cuando vamos avanzando en el Camino, más testimonio podremos dar de la luz del mundo; pero siempre será en base a lo real y no a doctrinas sin sustento en tu vida.

¿Y cuando podemos dar testimonio?

Desde el primer minuto en que el Señor obra en nuestras vidas, estamos capacitados para dar testimonio (y es lo que el Señor quiere que hagamos); porque dar testimonio, es testificar lo que el Señor ha hecho en tu vida, lo que el Señor te ha enseñado, es contar tu experiencia en el evangelio, lo que de él viene. Lo vemos en el ciego del capítulo 9 de Juan; cuando empezó su testimonio en forma siempre correcta, pero según avanzaba el podía decir más que al principio.

Debemos alumbrar, y no parlotear; ya hay muchos parloteando; pero muy pocos alumbrando; no debemos esperar a conocer todos los misterios del evangelio de Dios para hacerlo, sólo debemos hablar lo que es real en nuestras vidas, para que glorifiquen a Dios en ello. Y no como hoy vemos como caen muchos religiosos, en pecados peores que los in conversos, caen porque hablan desde su mente en hipocresías, debemos hablar desde el espíritu, con lo que nos alumbra nuestro Señor, desde su vida en nosotros.

Nadie puede alumbrar más allá que la luz que alumbra en su vida personal, eso es lo que debemos entender; podemos hacer grandes cosas en la carne, pero no será luz; podemos decir grandes palabras, pero si no están guiadas por la luz, nada alumbrarán. Si no andamos en la luz del día, nada podremos trabajar, nada podremos hacer; sin Cristo es imposible. Sólo en la luz del día podemos trabajar.

Lo podemos ver también de la siguiente manera:

La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas. (Luc 11:34-35)

Cuando miras y eres guiado por tu ojo bueno, son los ojos que el Señor te sanó; es la nueva vista que tienes, andarás completamente en luz; pero cuando andas guiado por tu antigua visión, es decir, por la vista de la carne (guía humana), andarás en oscuridad.

Recuerda: Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? (Juan 9:39-40)

Andemos en luz…

El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él. (1Jn 2:9-10)

Paz y gracia a todos los creyentes, de nuestro Padre y Señor, saludos.

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