domingo, 9 de junio de 2013

¿Qué gracia tenéis?

Hoy quiero hablarte, de un doble aspecto de la gracia de Dios, que me parece muy relevante para que podamos conocerla en mejor medida. Ya que hay diversas doctrinas, que limitan la gracia de Dios, dándole sólo un carácter de misericordia (lo cual es la base y muy importante), pero no reconociendo el poder que hay en ella de librarte del pecado y la carne, poder de darte mérito ante Dios y los hombres (por gracia).

Veo algunos versículos muy conocidos en el mundo evangélico cristiano, pero no muy bien entendidos, y hasta a veces, abusados; que nos distorsionan la verdadera gracia, alejándonos del mérito y aprobación, que por ella, podemos alcanzar, ante Dios, en Cristo:

I Ejemplo.- Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Efe 2:8-9)

Es muy claro que somos salvos por gracia, y esto es por medio de la fe; la cual es un regalo de Dios, que viene de oír y creer su palabra (eso es la fe). Pero, ¿Qué dice el versículo siguiente?; ¿Por qué no es tan nombrado? ¿Lo recuerdas? Lo copio:

Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efe 2:10)

Muy interesante, no somos salvos por obras (obras de la ley, son la que referencia Pablo); pero somos hechos para BUENAS OBRAS que Dios ha preparado para que andemos en ellas… La gracia no sólo tiene un componente de misericordia inmerecido, sino que te posibilita para hacer BUENAS OBRAS. No somos salvos por obras, pero somos salvos PARA BUENAS OBRAS. No somos salvos para permanecer en inactividad, sino para buenas obras, muy importante, y esto por medio de la gracia, que es en Jesucristo.


II Ejemplo.- siendo justificados gratuitamente por su gracia,  mediante la redención que es en Cristo Jesús, (Rom 3:24)

Bueno, acá vemos algo muy conocido en el mundo evangélico, “justificados gratuitamente por su gracia”; pero lo siguiente del versículo no se nombra tanto “mediante la redención (salvación, liberación, rescate) que es EN Cristo Jesús.”

Mira que el medio (dice mediante), por el cual, eres justificado gratuitamente por su gracia, es la redención que es EN CRISTO JESÚS; es decir, en Cristo Jesús opera la gracia, y fuera de él NADA. Mediante la redención que es en Cristo, opera la gracia; si no permanecemos en el Señor, no puede operar la gracia de Dios en nosotros.

¿No te parece curioso como se ha tergiversado el evangelio?; ¿Cómo muchos entienden y enseñan lo que es la justificación gratuita por medio de la fe, pero no logran ver que esto viene sólo EN Cristo Jesús, como medio? He escuchado mucho la primera mitad del versículo, ¿y por qué la segunda no tanto? En Cristo Jesús significa permaneciendo en El, sólo así damos frutos para Dios. Quien no permanece en El, se seca; y no da frutos; porque ha caído de la gracia.

III Ejemplo.- Hemos escuchado repetidamente lo siguiente…”no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia”; ¿pero recuerdas que es lo que precede este versículo?; si lo recuerdas muy bien, es muy importante recordarlo, y explica la razón de ello; dice el versículo completo: Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros;  pues no estáis bajo la ley,  sino bajo la gracia. (Rom 6:14)
Dice, “el pecado no te dominará (gobernará) en la gracia”, por eso te dice que estando bajo la verdadera gracia de Dios, eres libre del pecado, el pecado no tiene poder de someterte (controlarte). ¿No diríamos que es curioso como versículos tan utilizados en el mundo evangélico, y tan truncados nos los enseñaron?

El apóstol Juan también lo explica, diciendo: Todo aquel que permanece en él,  no peca;  todo aquel que peca,  no le ha visto,  ni le ha conocido. (1Jn 3:6) Si permanecemos en Cristo, es decir, EN CRISTO, la gracia nos libra del pecado, y el pecado ya no nos puede controlar. Cuando perdemos la posición en Cristo, es decir, no permanecemos en él, el pecado vuelve a tener poder sobre nosotros...

He escuchado a muchos cristianos, muy soberbios, que dicen que no están bajo la ley; yo me pregunto ¿Son libres del pecado? Si no lo son, bueno les sería estar bajo la ley; para que la ley los llevase a Cristo, y Cristo al Padre. Pero si son libres del pecado, por estar verdaderamente bajo la gracia, no están y no necesitan estar regidos por la ley exterior, ya que están bajo la ley del Espíritu.

En los ejemplos anteriores, puedes ver como el enemigo ha distorsionado el evangelio sutilmente (como actúa usualmente), con ello hace deslizar a las personas de la verdad, y de la verdadera gracia de Dios, llevándola a hacer infructuosa; ya que él sabe, que la entrada a la gracia es la FE, y si cambia las palabras del evangelio; cambia la fe de los que oyen, por una fe errada, donde el poder de la gracia se ve trastocado. Testifico lo que digo: …por quien (Jesucristo) también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,  y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Rom 5:2)

El diablo trata de confundirnos, separando la fe de las obras y la gracia; las obras de la ley no son necesarias (obras de justicia propia por medio de la ley); pero la gracia que viene por la fe en Jesucristo, es para salvación y buenas obras; ese es su propósito; capacitarnos para ser como el Maestro.

Podría darte varios ejemplos más, de cómo hoy en muchas partes, sólo se entiende un lado de la gracia (el de regalo misericordioso), y se pierde, el que ella te posibilita a ser meritorio ante Dios y los hombres, te da el influjo divino de vencer  el mal.

Ahora te expondré algunos ejemplos donde verás como la gracia es mostrada como un influjo divino que te habilita para hacer lo que está más allá de tus capacidades personales, te potencia con el poder de Dios para tener mérito extraordinario ante Dios, te posibilita para ser hallado aprobado al final de la carrera ante tu Señor; es su gracia obrando en ti (la gloria es del Señor, por su gracia):

Veamos varios ejemplos:
  
I Ejemplo.- Mira el siguiente versículo, en el se da un doble aspecto a la gracia; primero como misericordia, y el segundo como una ayuda oportuna.

Lleguémonos pues confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna. (Heb 4:16)

Mira como el autor de la carta a los Hebreos, habla de dos aspectos de la gracia; el primero como misericordia; y el segundo como posibilitando la ayuda oportuna. Es decir, por medio de la gracia, no sólo obtenemos misericordia, sino que podemos actuar correctamente, debido a una ayuda divina; y así podemos cumplir la voluntad de Dios.

II Ejemplo.- Hay otro texto que me gusta mucho, es lo que Juan escribió de nuestro Señor, lo transcribo:

Y de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. (Juan 1:16)

De la plenitud del Señor Jesucristo, tomamos, todos, Gracia por gracia; es decir, nuevamente nos habla que la gracia no es algo estático, sino dinámico; gracia por gracia; una vez recibida la gracia por misericordia para perdón de pecados por la sangre de nuestro Señor, por esa misma gracia, recibimos gracia para actuar correctamente y ser libres del pecado, gracia para las buenas obras que Dios preparo de ante mano para que anduviésemos en ellas, gracia para cumplir el propósito de Dios en Cristo Jesús (sólo en él). Gracia por gracia, nos habla de las muti-gracias de Dios, es decir, multiforme gracia de Dios. La gracia que se manifiesta variadamente en nosotros de muchas maneras, para cumplir y obedecer su propósito eterno. La gracia no es limitada, viene de la plenitud (llenura, abundancia) del Señor, es inescrutable en cantidad y diversidad divina.

Cada uno según el don que ha recibido,  minístrelo a los otros,  como buenos  administradores de la multiforme gracia de Dios. (1Pe 4:10)


III Ejemplo.- Otros textos que nos muestran lo mismo, como la gracia te da capacidades mayores a las naturales:

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy;  y su gracia no ha sido en vano para conmigo,  antes he trabajado más que todos ellos;  pero no yo,  sino la gracia de Dios conmigo. (1Co 15:10)

Pablo trabajó más que el resto de los apóstoles, por la gracia de Dios en él.
Así mismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que ha sido dada a las Iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo permaneció, y su profunda pobreza abundó en riquezas de su bondad. Porque conforme a sus fuerzas, (como yo testifico por ellos), y aun sobre sus fuerzas han sido liberales; (2Co 8:1-3)

Las iglesias de Macedonia, tuvieron la gracia de dar generosamente ofrendas a Pablo y los hermanos de otras iglesias que las necesitaban,  más allá de sus propias fuerzas, pudieron ser liberales (generosos)…, es decir, la gracia los capacitó para cumplir las buenas obras que Dios les puso por delante, no sólo las pudieron reconocer; sino también CUMPLIR.

Así,  pues,  nosotros,  como colaboradores suyos,  os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. (2Co 6:1)

Pablo exhorta a la iglesia de corintios a no recibir en vano la gracia de Dios, ¿Y en vano por qué?, por la posibilidad de no hacerla producir las buenas obras para el reino de Dios, que están por delante (si la posibilidad no existiera, Pablo no lo advertiría). La gracia, como el talento, puedes ponerla en un pañuelo y enterrarla; y nada producirá (sólo será quitada, y será dada a quien dé frutos con ella; Mateo 25).

Tú,  pues,  hijo mío,  esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. (2Ti 2:1)

Pablo exhorta a su hijo espiritual Timoteo, a que se esfuerce en la gracia, es decir, que la haga producir; cuya gracia es EN CRISTOJESUS, y sólo en EL. Como vimos la gracia sólo actúa en el Señor, y no fuera de Él.

Para terminar, me voy a las palabras de nuestro Señor:

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. (Luc 6:32)

Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. (Luc 6:33)

Y si prestaréis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. (Luc 6:34)

Hagámonos la siguiente pregunta: ¿Qué gracia tenemos?

Disculpa mis preguntas, pero es bueno que nos las respondamos cada uno con seriedad ante el Señor, ya que llegará el día que si deberemos hacerlo, y es mejor, hacerlo hoy cuando todavía hay tiempo:

¿Amamos a quienes nos odian y persiguen?

¿Pagamos bien por mal?

¿Damos en silencio a quienes no podremos recibir?

Si tenemos la verdadera gracia de Dios, como lo explica Pedro en su primera carta; es una gracia que nos posibilita a no ser dominados por el pecado y el mal, es decir, ser libres del pecado, y vencer el mal con bien; y poder así servir libremente a Dios, en Cristo Jesús. Si tenemos verdaderamente su gracia, daremos más allá de lo que corresponde a la justicia humana; como nuestro Señor Jesús nos enseñó; caminaremos como hijos del Reino de los cielos. Hagamos producir la gracia que nos ha sido dada en Cristo; según la medida del don repartido en cada uno de nosotros, en él. Recordemos, que el da gracia por gracia; es inagotable su plenitud. Amén.

PERMANEZCAMOS EN LA GRACIA DE DIOS,
LA VERDADERA GRACIA,

QUE ES EN CRISTO JESÚS.

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