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domingo, 21 de julio de 2024

¿Cielo, Infierno y algún lugar más...?

 



Hola, un saludo a todos, buenas noches, buenas tardes, buenos días. Hoy quiero compartir con ustedes una parábola de Jesucristo, conocida como la parábola de las diez minas, que se encuentra en Lucas 19:11-27.

En esta parábola, Jesús nos presenta tres destinos diferentes para la humanidad: el infierno, el cielo y un tercer destino, que lo definiremos al final de este estudio (ojo No es el purgatorio, pues eso es un invento Católico que no está en la Biblia).

Para analizar completamente las palabras de Jesús, primero leeremos la parábola y luego la desglosaremos versículo por versículo para entender mejor su significado. La parábola comienza así:

"Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. 

Dijo pues: 'Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. Llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: Negociad entre tanto vengo.

Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 

Aconteció que, vuelto él después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían negociado cada uno. 

Vino el primero diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 

Vino otro diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades. 

Vino otro diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo, porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y ciegas lo que no sembraste. 

Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse y que ciego lo que no sembré. ¿Por qué pues no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo lo hubiera recibido con los intereses? 

Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina y dadla al que tiene diez minas. 

Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. 

Pues yo os digo que todo aquel que tiene, se le dará más; y al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. 

Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá y decapitadlos delante de mí.'"

Esta es la parábola. Ahora la veremos paso a paso, para entenderla mejor.

Jesús comienza diciendo una parábola porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Creían que el reino de Dios se haría presente en ese momento, pero Jesús sabía que aún no era el tiempo; que tenía que morir primero, resucitar, recibir el reino del Padre, su iglesia debía producir con el Espíritu Santo que el nos dejó y finalmente regresar.

Jesús continúa diciendo que un hombre noble (que representa a él mismo) se fue a un país lejano (al cielo, más bien sobre el cielo, al lugar que está Dios el Padre) para recibir un reino y volver. Llamó a diez de sus siervos y les dio una mina a cada uno, diciéndoles que negociaran mientras él regresaba. Esto simboliza los dones y responsabilidades que Jesús nos da a cada uno de sus hijos.

Sin embargo, los conciudadanos del hombre noble (la gente del mundo) lo aborrecían y enviaron un mensaje diciendo que no querían que él reinase sobre ellos. Esto representa a aquellos que rechazan a Jesús como su rey, son sus enemigos.

Cuando el hombre noble volvió después de recibir el reino, llamó a sus siervos para ver qué habían hecho con las minas. El primer siervo dijo que su mina había ganado diez minas más. El hombre noble lo elogió y le dio autoridad sobre diez ciudades; ósea lo recompensó. El segundo siervo dijo que su mina había producido cinco minas, y también fue recompensado con autoridad sobre cinco ciudades. Ambos hicieron la voluntad de Dios, es decir, caminaron en el camino de Dios, más que en los suyos.

Sin embargo, el tercer siervo dijo que había guardado su mina en un pañuelo porque tenía miedo de su señor, sabiendo que era un hombre severo. El hombre noble lo reprendió por no haber al menos puesto el dinero en el banco para ganar intereses. Ordenó que le quitaran la mina y se la dieran al que tenía diez minas. Vemos que este siervo, si bien es un siervo del Señor; no ha producido NADA con la mina de su Señor, no es un ladrón, pues se la devuelve; pero es un siervo negligente, que no hizo trabajar los dones y responsabilidades que el Señor le dio. Si bien no es un enemigo del Señor, pero no representó en nada a su Señor mientras el no estuvo.

Luego, Jesús dice que a todo aquel que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Esto significa que aquellos que usan bien los dones y oportunidades que Dios les da recibirán más, mientras que aquellos que no lo hacen, perderán lo que tienen (lo que Dios les entregó). El perder la mina, no significa que son tratados como los enemigos de su Señor, ósea no son decapitados, pero lo divino entregado se les quitará.

Finalmente, Jesús habla de sus enemigos, diciendo que los traigan y los decapiten delante de él, representando el juicio final y cuando son destinados al infierno de fuego.

En esta parábola, Jesús nos muestra tres destinos para la humanidad:

  1. Los siervos fieles que producen frutos y reciben recompensas (esto es la iglesia del Señor).
  2. Los siervos infieles que no producen nada y pierden lo que tienen (salvos por fuego ver 1Co 3:15).
  3. Los enemigos de Jesús que serán condenados al lago de fuego.

Estos tres destinos representan el cielo con recompensas (sobre el cielo), el cielo sin recompensas (paraíso) y el infierno (lago de fuego). La parábola nos llama a ser siervos fieles y a utilizar bien los dones que Dios nos ha dado, evitando el destino de los siervos infieles y peor aún, de los enemigos de Dios.

Espero que este análisis les haya ayudado a entender mejor la parábola de las diez minas. Que tengan un buen día, tarde o noche. Muchas gracias.

Para un mejor análisis ver este link, que nos muestra el lugar donde está Dios, y el lugar al que somos llamado.

¿Por quienes está conformada la iglesia de Jesucristo?



Hola, un gusto saludarlos a todos. Hoy quiero compartir con ustedes la diferencia entre un creyente y un discípulo. No son exactamente lo mismo, aunque un discípulo ciertamente es un creyente, pero un creyente no necesariamente es un discípulo. Y contestar la siguiente pregunta: ¿Por quienes está conformada la iglesia de Jesucristo; por creyentes o discípulos? (obviamente los discípulos son creyentes, por eso debemos contestar). ¿Por creyentes que no son discípulos, o por creyentes que sí son discípulos? Esta es la pregunta que queremos responder hoy, con algunas citas bíblicas y razonamientos.

Si leemos en el Evangelio de Juan, capítulo 8, versículos 31 y 32, dice lo siguiente: "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: 'Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

Este es un versículo muy famoso en el cual Jesús le habla a los que habían creído en él y les da una condición: "Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos." Aquí está estableciendo claramente la diferencia entre un creyente y un discípulo. Una persona comienza como creyente, pero el llamado es a ser discípulo, empezando por creer y luego seguir al Señor.

Ahora, si queremos profundizar un poco más en este tema, veamos qué dice también la Escritura sobre los creyentes. En Romanos 10:8-9 leemos: "Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos, que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo." Esta es la palabra de fe que predicamos para todos los seres humanos, para que sean salvos, es decir, confesando con la boca y creyendo de los más profundo, se cree para salvación..

En Juan 3:36 dice: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que se rehúsa a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." Aquí vemos que todo aquel que cree en el Hijo tiene vida eterna. Nuevamente vemos, como la salvación sólo depende de creer sinceramente el El.

En Romanos 3:24 dice: "Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús." Un creyente es justificado gratuitamente por su gracia, es decir, es sólo creer de corazón.

Entonces, ¿Qué es un discípulo? No es exactamente lo mismo que un creyente, pero tienen una base común. En Lucas 14:25-33 leemos: "Grandes multitudes iban con él, y volviéndose, les dijo: 'Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre y madre, y mujer e hijos, y hermanos y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. ¿Por qué? ¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos para ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después de que haya puesto el cimiento y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro todavía está lejos, le enviará una embajada y le pedirá condiciones de paz. Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.'"

Jesús establece claramente que un discípulo debe renunciar a todo lo que posee, calculando el costo de seguirlo. Un discípulo es una persona que entiende el costo de seguir a Jesús, que incluye renunciar a todo lo que posee, incluso a su propia vida.

Vemos entonces que la diferencia entre un discípulo y un creyente que no lo es (pero sí cree en Jesucristo); la diferencia es la renuncia a todo.

Ahora veamos por quienes está constituida la iglesia.

En Hechos 6:1 vemos que la iglesia estaba constituida por discípulos. Dice: "En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria." Vemos en el texto anterior, que la iglesia estaba constituida por discípulos.

En Hechos 11:26 dice: "Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente, y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía." Los cristianos eran los discípulos del Señor; ósea aquellos que lo siguen.

En Hechos 20:7 leemos que el primer día de la semana (domingo) se reunían los discípulos para partir el pan. "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente, y alargó el discurso hasta la medianoche." La iglesia estaba constituida por discípulos, que en Antioquía fueron llamados cristianos por primera vez; y los días domingo, se reunían juntos para partir el pan.

En conclusión, la iglesia está constituida por discípulos. Todos los creyentes son hijos de Dios y son salvos, pero no todos son discípulos. Los discípulos deben pagar un costo, que significa entregarlo todo por su Señor.

Jesús dijo que un discípulo debe renunciar a todo y tener al Maestro por sobre todas las cosas. En Lucas 14:26-27, Jesús dice: "Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre y madre, y mujer e hijos, y hermanos y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo." Esta es la diferencia entre un creyente y un discípulo (nótese que siempre un discípulo es un creyente verdadero).

Para ser discípulo, hay que permanecer en su palabra, tomar la cruz cada día y seguirlo, poniendo a Jesús por encima de todo. Gracias por su atención, y la gracia y paz de Dios, sea con todos ustedes. Saludos.

viernes, 12 de abril de 2024

La Gracia de Dios, mal entendida.

 Un cordial saludo a todos, les quiero compartir un valioso mensaje de nuestro Dios, recibido directamente de El a través de un querido hermano y amigo, respecto a la gracia mal entendida; por la boca de nuestro Dios es exhortada la iglesia a entenderla y tomarla correctamente, sin más que decir, les comparto el mensaje:



"Soy un hijo de Dios, por la misericordia de mi Padre y el amor de Jesucristo que murió para pagar por mis pecados. Sigo al Señor en el camino para llegar al Padre y es en ese camino el Espíritu Santo me ha entregado el don de profecía.

Este don lo recibí al convertirme, sin embargo, sólo hace cuatro años comenzó a manifestarse y a desarrollarse en mi vida como hijo de Dios y poco a poco he ido entendiéndolo y ejerciéndolo, con temor de Dios y en obediencia.

Es en este camino que hoy comparto uno de los mensajes recibidos hace poco.

Para explicar brevemente cómo los recibo, Dios y/o Jesús toman mi mano y escribo directamente el mensaje como lo recibo. Nunca vuelvo atrás mientras lo escribo, ni tampoco modifico palabra, ni los cambio de manera alguna. Son mensajes que entrego, literalmente, tal como los recibo.

Nunca un mensaje podría contradecir las Escrituras y quien lo lea, contrástelo con ellas y pida revelación del Espíritu Santo sobre él.

Los dones son para edificación de la iglesia y para la gloria de nuestro Señor Jesucristo"  


                                                                                                14 de marzo de 2024

Perdón Señor por no disponerme hace dos días, perdón por mi porfía y por mi falta de sabiduría para reconocer tu voz y obedecer. “Heme aquí” es lo que anhelo decir y de la manera que quiero disponerme de aquí en adelante; tomo tu misericordia y me humillo ante ti, amén.


"La gracia del Padre, mi gracia, es la que sostiene a los hijos de Dios; pero no para tomarla livianamente, no para que hagan de ella lo que deseen sus corazones, porque son estrechos, no ven y son miopes.

Mi gracia es para abrirles las puertas a mi voluntad y a mi camino, mi gracia los cubre y la entrego porque sé que caerán, pero no la tomen en desobediencia, sino en obediencia y en temor, porque mi gracia mal entendida tendrá la consecuencia adversa a lo que es mi voluntad, y los alejará.

No quiero a mis hijos recibiendo la gracia sin temor, porque de la carne surgirá la desobediencia. Nunca la gracia ha sido para los desobedientes; a ellos niego mi gracia; nunca mi gracia ha sido para el soberbio, contra él mi gracia se convierte en ira; nunca mi gracia ha sido para el que me niega, porque contra él tendré que me ha negado; nunca mi gracia ha sido para el cobarde, porque contra él tendré vergüenza y lo negaré y será despojado aún de lo poco que tiene. El cobarde se esconde en la gracia, el desobediente se aprovecha de la gracia, el que no me teme se jacta de la gracia y el que me niega se pierde en la gracia.

La gracia trae perdón y misericordia al que me ama y al que me teme, pero al que no me ama le trae perdición y no temblará mi mano ante aquél que me niega.

Si digo esto es porque entre ustedes hay quienes podrán perderse en la gracia, por falta de temor y por soberbia. El temor de Dios los hará abrir los ojos ante esto y no olviden que mi ira contra el mundo y contra aquél que no me teme, está pronta.

Abran sus bocas para entregar esto entre ustedes, para que sean sabios, porque él que no es sabio no podrá seguir mi camino. Salgan de donde están para poder ser luz; la gracia no los hará sabios ni serán luz, porque por sí sola no los guiará por el camino, sólo mi Espíritu los guiará.

Mi gracia está para el que me ama y para el que me teme, porque este es el que obedece, él que no me ama y él que no me teme, no obedece y el que no obedece, mejor le sería no haber conocido la gracia"



  

lunes, 5 de febrero de 2024

¿Qué significa la frase?, él que tiene oídos para oír, oiga.

 



Nuestro Señor Jesús, muchas veces dijo esta frase, como se registran en los evangelios sinópticos, El que tiene oídos para oír, oiga”, pero ¿Qué significa realmente esta frase?; hay varias interpretaciones de ello, pero nos es imperiosa necesidad el saber la verdad fidedigna de ello, es decir, que realmente quiso decir con esto.

Bueno, debemos saber que nuestro Señor cuando vino a la tierra y se hizo hombre en Jesús de Nazaret, se hizo judío, y como judío, tenía muchos hebraísmos que hoy debemos entender bien, para no caer en la mala interpretación del texto, y eso nos haga hacer lo contrario, de lo que él, nos indica y realmente espera de nosotros.

Primero, debemos decir que la palabra oír en hebreo es la palabra shamá; ósea acá vemos la palabra para oír, que es la misma palabra para obedecer (muy interesante); oír y obedecer en hebreo, son la misma palabra Shamá.

El “shamá” hebreo, de Israel es este (que es muy conocido):

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)

Es también como los cristianos vemos el primer mandamiento de la ley (Torá).

Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. (Marcos 12:29)

Es importante ver esto, el primer mandamiento no es sólo oír, como se diría en español, es también hacer. Es que en hebreo la palabra oír también tiene el significado de OBEDECER (lo digo nuevamente).

 Veamos esto en más detalle:

El Shamá de Israel dice:

Oye (Shamá), Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)

La palabra que se traduce como OYE, es la palabra OIR; que es la palabra SHAMA (שָׁמַע) en hebreo; que tiene los significados de OIR, como el significado de OBEDECER; ósea, cuando traducimos como oye Israel está bien gramaticalmente, pero nos perdemos que OIR es también obedecer en hebreo, una traducción posible en español sería la siguiente que nos es más clara en nuestro idioma:

Obedece (Shamá), Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)

Ósea, oír y obedecer, en hebreo van juntos; quien no obedece, es porque NO oyó; y quien obedece, es porque SI oyó. En español no son lo mismo, y eso nos ha dado malos resultados a la hora de entender bien la Biblia.

Sabiendo lo anterior, ¿Cómo podríamos traducir en forma más correcta la frase típica de Jesús de Nazaret, escrita en la Biblia?:

Está muchas veces escrito en nuestra Biblia así:

El que tiene oídos para oír, oiga;

pero su verdadero significado sería, cómo lo vimos reiteradamente:

 El que tiene oídos para oír, obedezca.

Eso sería una mucho mejor traducción en español.

El que tiene oídos para oír la Palabra de Dios, obedezca; eso cambia mucho el significado en español (castellano); la palabra obedecer no es tan popular y en español creemos que podemos oír y entender un mensaje, pero el Señor nos lo dice para que le obedezcamos; no sólo para que lo oigamos.

¿Y que tiene que ver esto, con la fe?

¿No somos salvos por medio de la fe?

¿No son obras estas?

Bueno, estas son preguntas que pueden surgirnos, pero vamos aclarando el tema poco a poco…

Si leemos este versículo del apóstol Pablo vamos entendiendo más el tema:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)

Acá vemos como la verdadera fe, viene por el oír; y este oír por la Palabra de Dios; entonces vemos que la fe, es consecuencia de oír al Señor; y obedecerlo es también consecuencia de oírlo; entendemos entonces, que obedecer, y creer son parte de lo mismo; porque la forma de mostrar la fe; son las obras vivas.

Ejemplo:
Una forma que el Señor me mostró que creer y obedecer son parte de lo mismo, y si no hay obediencia, es que no hay verdadera fe (creer).

Hace tiempo atrás trabajaba en obras masivas de construcción, y me fui un poco tarde de la oficina que tenía en un conteiner en la obra, estaba oscuro y no veía prácticamente nada; así que me fui a la camioneta que tenía, a tientas, pisando el barro pues era invierno; después de la caminata y del esfuerzo por superar el barro; llegue al lugar en que CREIA que tenia estacionada la camioneta, pero al llegar no estaba… luego me acorde que la había estacionado en el lugar contrario al que había ido, y tuve que hacer la caminata de regreso y luego al lugar correcto. Y allí estaba, ¡qué bien!

¿Qué aprendí de eso?, que yo fui al lugar que YO CREIA que estaba la camioneta, ósea, no se puede desligar la Fe (creer) con la Acción (obediencia a la fe); pero luego recordé donde verdaderamente la estacioné, y actúe conforme a mi nueva creencia (fe) y eureka, ahí estaba.

Esto nos enseña que todo lo que realmente creemos, es lo que realmente hacemos; si le creemos a Dios, entonces le obedecemos. Si no obedecemos, es que realmente no le hemos creído de corazón, podemos decir con la boca que le creemos, pero al no obedecer, estamos negando nuestra fe; es decir, es una fe muerta como dice Santiago.

Así también la fe, si no tiene obras (hechos, obediencia, etc.), es muerta en sí misma. (Santiago 2:17)

Entonces podemos concluir que la mejor traducción de la frase El que tiene oídos para oír, oiga.   típica del Señores esta:

El que tiene oídos para oír, obedezca.

Sin obediencia no hay verdadera fe, y la persona nada oyó; aunque diga que si oyó.  Vemos que el Señor Jesucristo busca nuestra obediencia si le podemos oír; sin obediencia; no hay verdadera fe.

Ahora como segunda derivada (así se dice en matemáticas), y es muy importante decir, por eso lo expongo; si lo oímos y obedecemos; afirmaos nuestra fe, y como consecuencia, es la forma que DIOS TIENE DE AUMENTARNOS LA FE, es decir, obedeciendo a lo que Él nos dice. Porque la Fe viene por el OIR y el OIR por la PALABRA de DIOS.

Saludos, que el Señor con su Espíritu alumbre este mensaje, gracias y a oír y obedecer, para no perder el tiempo que el Padre nos da.

 

El que tiene oídos para oír, obedezca.




jueves, 22 de junio de 2023

¿Es Jesús de Nazaret, Jehová o Yahvé (YHWH) del Antiguo Testamento?

 


Esta es una muy buena pregunta que se nos puede ocurrir o realizar, o la podemos recibir y la podemos contestar; ¿Es el mismo Jehová o Yahvé (dependiendo de la traducción, algunas lo nombran como YHWH) que se nos presenta como Dios en la Antiguo Testamento?

Bueno, de esto se puede escribir mucho, pero vamos a un versículo directo, y sabemos que la Biblia no puede ser quebrantada.

Veamos sólo este versículo, en el Apocalipsis, por favor:

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; (Apocalipsis 1:17)

Es Jesús de Nazaret glorificado, él que se presenta y habla, pues mas adelante dice: “el que vivo, y estuve muerto”, con esto lo podemos identificar sin probabilidad de error, como Jesús de Nazaret en la Biblia; y el dice “que él es el primero y el último”. ¿Ahora, quién dice esto de sí mismo en el antiguo testamento?

Si leemos en el profeta Isaías en el antiguo testamento, que dice:

Este dirá: Yo soy de Jehová (Yahvé); el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel. Así dice Jehová (Yahvé) Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios.  (Isaías 44:5-6)

Nos queda más que claro, que el ismo Dios se presenta así en el antiguo testamento.

Bueno, si no queda claro, lo podemos ver en este otro versículo del profeta Isaías:

Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el último. (Isaías 48:12)

Vemos en el versículo anterior que está hablando el mismo Jehová (Yahvé), ósea Dios y se identifica nuevamente como el primero y el último.

Vemos claramente, con sólo los versos anteriores, que Jehová (Yahvé ó YHWH) es Jesús de Nazaret del nuevo testamento. No hay posibilidad de error, ósea, Jesús de Nazaret es Dios. Emanuel, Dios con nosotros.

 

Saludos, gracias y bendiciones.


domingo, 29 de enero de 2023

Las aguas amargas de Mara 💦

 ¿Qué significan realmente, las aguas amargas de Mara?


Un saludo especial a todos mis lectores, amigos y hermanos; hoy les quiero compartir la historia que está en la Biblia, las aguas de Mara, en Éxodo capítulo 15, del versículo 22, en adelante hasta el 27. La historia de cuando el pueblo de Israel sale de Egipto, atraviesa el mar rojo y llegaron a Mara, es decir, amargura.

Son sólo seis versículos, y los compartiremos uno a uno ¿Qué les parece?

Ok, entonces empecemos:

E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. (Éxodo 15:22)

Después de un gran acontecimiento, cuando Israel cruza el mar rojo, en seco; y los Egipcios no pudieron. Notemos que Egipto representa el mundo; y los egipcios la gente del mundo; el cruce del mar rojo representa el bautismo, como lo vemos en el siguiente texto:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, (1 Corintios 10:1-2)

Podemos decir, que sin el Señor, es imposible pasar el mar rojo en seco, las personas se ahogan en el mar. Sólo por fe, se abre el mar, y lo podemos cruzar en el Señor, y en El no hay daño para nosotros.

Y al otro lado del mar, nos espera el desierto de Shur, ósea el desierto de pared, es decir,  el desierto del muro; ósea, es imposible humanamente nuevamente pasar una pared, es imposible para nuestra naturaleza humana cruzar un muro (recuerda que Jesús lo hizo en su nueva naturaleza resucitada, ver Juan 20:26); el desierto de Shur sólo lo podemos pasar en nuestra nueva naturaleza que Dios nos dio cuando nacimos de nuevo, sólo ahí lo podemos cruzar (como hijos de Dios).

Tres días en el desierto sin hallar agua, es decir, tres días contra la pared o muro sin palabras de Dios (agua representa la Palabra de Dios, ver Juan 15:3); lo máximo que puede resistir el hombre sin agua; pero…

Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. (Éxodo 15:23)

Después de lo último que resiste el hombre, llegaron a Mara, es decir, a aguas amargas, nuevamente, es decir, a la palabra que no sacia la sed, pues no se puede beber y está contaminada (con amargura), ¡que desilusión! 

¿Qué hacemos? 

En lo natural, nuevamente vemos que es imposible cruzar, pero lo que es imposible para el hombre, ¡es posible para Dios!.

El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. (Lucas 18:27)


Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? (Éxodo 15:24)

Aquí vemos, que es imposible para lo humano sin fe, cruzar y vivir; reclamaron y murmuraron, contra Moisés, que es el representante de Dios para ellos ¿Qué hemos de beber?

Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol [madero]; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; (Éxodo 15:25)

¿Qué hizo entonces Moisés? No hizo un esfuerzo humano, por ejemplo, no cavó un pozo; dice que clamó al Señor; y Dios le mostró un árbol; es decir, Dios le mostró un MADERO.

La palabra que se traduce muchas veces como árbol, es la palabra en hebreo ets que también se puede traducir como madero. En este versículo se debe traducir como madero, y las cosas cobran mayor sentido. 

De hecho, se traduce así en este versículo que os debe parecer bastante conocido:

… no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero [ets]; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. (Deuteronomio 21:23)

Esta es una alusión a nuestro Señor Jesucristo; quien fue colgado en un madero; es decir, fue crucificado. Vemos acá como la palabra ets en hebreo se traduce como madero. Ahora lo podemos entender mejor…

Las aguas para que sean bebestibles, es decir, para que la palabra pueda producir vida (y quitar la sed espiritual); estas palabras deben ser limpias, ¿Cómo se logra esto? con el mensaje de la cruz de Cristo, sin este mensaje incluido; las aguas son margas, es decir, no se pueden beber y no quitan la sed para producir vida. El Señor nos enseña la importancia del mensaje de la cruz en la palabra, si este no está, la palabra no es de Dios y no producirá vida en su pueblo, de hecho esa palabra es amarga, como el agua de mara.

Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. (1 Corintios 2:2)

Las aguas son amargas (mara), si el madero no es echado en ella; es decir, la palabra es amarga, no produce vida para calmar nuestra sed espiritual, sin el mensaje de la cruz de Cristo incluida en ella. En otras palabras, si en la Biblia no vemos al Mesías, pierden todo su sentido y no la podemos digerir, y no podrán producir vida de Dios en nosotros, pues son amargas. Es como lo dijo el apóstol Pablo, prefiero no saber nada, antes de saber que Jesucristo fue crucificado.

Dice después que allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; luego que se endulzaron las aguas, es decir, que el mensaje el Espíritu Santo es el correcto; luego vienen mandatos de Dios, no antes. Y luego la fe es probada con fuego, como dice el apóstol Pedro:

... para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, (1 Pedro 1:7)


y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. (Éxodo 15:26)

 ¿Qué produce oír atentamente la voz de Dios?... produce FE, si produce fe al oír a Dios. Como lo podemos ver en el siguiente versículo:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)

Ósea, si caminamos con fe, oyéndolo y obedeciéndolo, piadosamente; ninguna debilidad del mundo tendremos, porque Él nos fortalece.

Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas. (Éxodo 15:27)

Y llegaron a Elim (recuerda que era imposible que llegaran según lo humano); Elim significa palmera, pero también es fortaleza. Ósea, se fortalecieron con la palabra de Dios (palabra que fue preparada para beber con el mensaje de la cruz), y con esa fuerza de Dios, había 12 fuentes de aguas; es decir, doce que representa las doce tribus de Israel y los doce apóstoles. Ellos representan fuentes de aguas, es decir, fuertes en la palabra de Dios; en el antiguo testamento y el nuevo testamento. Y setenta palmeras, es decir, erecto, erguido y elevado.

De esto vemos unos ejemplos:

A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: … (Mateo 10:5)

Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. (Marcos 6:7)

Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. (Lucas 9:1-2)

Vemos como el Señor envía a los 12, las 12 fuentes de las aguas; con un mensaje que sería respaldado por señales de Dios.

Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir... Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. (Lucas 10:1…17)

Luego de enviar a los 12, el Señor envía a 70 ¿de que agua se alimentaban esas 70 palmeras? De las 12 fuentes de agua; esos setenta estaban bebiendo del mensaje con agua dulce de la cruz y el Señor los envía justo antes de ir El.

Vemos como los doce apóstoles y los 70 enviados, están representados en Elim; ya el Señor nos enseña que el mansaje de su palabra es amarga si no tiene el mansaje de la cruz; sólo con la cruz se pueden endulzar, es decir, hacer potable; y es la fuente de sus apóstoles y de ellos beben todos sus verdaderos enviados.

Ahora la final dice que acamparon allí, junto a las aguas, es decir, habitaron allí junto a la palabra de Dios; encontraron fuentes de palabra y allí habitaron.

Podemos ver con todo lo anterior, como esto es una enseñanza para nosotros, como lo dijo el apóstol Pablo:

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. (Romanos 15:4)

Podemos ahora responder ¿Por qué el agua de mara era amarga? y ¿Qué le faltaba?, sacarle el jugo a esta enseñanza; espero que te haya servido; de gracia recibiste y de gracia damos.

Que el Señor los llene de su gracia y paz (shalom) en el creer.

Saludos y bendiciones.

viernes, 20 de enero de 2023

Lago de fuego e infierno ¿son lo mismo? 🙄

¿Es lo mismo el Lago de fuego que el Infierno en la Biblia?


Les comparto desde este enlace, el siguiente mensaje:  ¿Es lo mismo el infierno que el lago de fuego? 

Si has leído este articulo o lo lees posteriormente de este. No confundas el Hades con el Infierno, de este mismo blog. Porque te va a aclarar muchas dudas del más allá, según la misma Biblia (no usando elementos externos a la Biblia).

La pregunta ¿Es lo mismo el infierno que el lago de fuego?, será respondida a cabalidad; no usando, como te repito, argumentos fuera de la Biblia, como siempre.

Gracias y saludos.

domingo, 16 de octubre de 2022

Las Operaciones de Dios

 ¿Qué son realmente las operaciones de Dios, que leemos en la Biblia?

 Específicamente en 1 Corintios 12:6
"Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo". 



Un cordial saludo a mis hermanos, amigos y lectores; hoy les quiero compartir de algo que no se predica mucho y no se sabe tanto; esto es, de las OPERACIONES de Dios.

No es un tema muy popular (pues es ignorado por muchos) pero es fundamental para caminar correctamente en la verdad del amor de Dios.

Yo hace algún tiempo no lo conocía, pero el Señor me lo ha ido enseñado por medio de su Espíritu en su gran misericordia, y quiere que lo comparta con ustedes, de modo que sepan sus hijos esto que es muy importante.

¿Qué es la operación de Dios?

Vamos a citar un texto que a lo mejor ya lo has visto muchas veces, y a lo mejor, no has parado a analizar que es la operación, aquí mencionada.

(4) Ahora bien, hay diversidad de dones, pero él Espíritu es el mismo.  (5)  Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es él mismo.  (6)  Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es él mismo. 1 Corintios 12:4-6 

En el primer versículo del texto anterior (versículo 4), vemos que los dones están sujetos al Espíritu Santo, el Espíritu de Dios reparte según estima conveniente los dones espirituales a los miembros del cuerpo de Cristo, esto es a Su iglesia;... repartiendo a cada uno en particular como él quiere. 1 Corintios 12:11

Todos los cristianos para partir tienen al menos un don espiritual, el cual debe ser administrado correctamente a los hermanos y no ser guardado en un pañuelo. Es un don divino (sobrenatural), y es repartido por el Espíritu Santo. Ahora podemos ver que todos tienen al menos un don para partir; en el siguiente texto del apóstol Pedro lo afirma: Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 Pedro 4:10) Es decir, insta a usar a los hermanos el don recibido; descartando la posibilidad de haber recibido el Espíritu Santo y ningún don espiritual, esta posibilidad no existe (el que muchos hermanos no conozcan su don espiritual no significa que no lo tienen, hay diversas de razones para explicarlo y solucionarlo; pero escapa al propósito de este mensaje). También vemos que no es limitado nuestro crecimiento a un sólo don, lo podemos ver en el siguiente mensaje: Procurad, pues, los dones mejores. (1 Corintios 12:31) y Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. (1 Corintios 14:12); vemos en los textos anteriores que el apóstol Pablo habla de procurad dones, a creyentes que ya tienen dones, es decir, los dones no están limitados; sino que nosotros lo limitamos con nuestras tradiciones e incredulidad.

En el segundo versículo del texto anterior (versículo 5). Vemos que los ministerios (servicios) están sujetos al Señor Jesucristo, interesante, los dones sujetos al Espíritu y los ministerios al Señor Jesucristo; como sabemos la obra del ministerio debe ser hecha con los dones sobrenaturales, es por eso que la obra del ministerio debe ser sobrenatural, sólo si es sólo natural, no es de Dios, pues no está ejerciendo algo básico que EL Espíritu no dejó a todos los creyentes, los dones espirituales (ahora no porque sea algo sobrenatural es de Dios, eso no es así, un ejemplo, las cosas demoniacas son sobrenaturales y no son de Dios; ahora la iglesia y su desarrollo tienen una fuente sobrenatural por medio del que creó lo natural).

Ahora debemos entender, aunque nos cueste, que el ministerio es realizado por toda la iglesia, es decir, por todos los creyentes. Veámoslo en Efesios 4.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, (Efesios 4:11-12)

En el versículo anterior vemos como Él constituye ministros, para la obra del ministerio, es decir, la obra del ministerio la realizan los santos (toda la iglesia), y los ministros están para perfeccionarlos, para este propósito, no que los santos sean sólo observadores, sino actores fundamentales de la obra del Señor, para ellos hay personas destinadas a equiparlos, para que hagan mejor la gran obra en Cristo.

Vemos que hasta aquí tenemos dos cosas sobrenaturales (que están sobre la naturaleza me refiero) por las cuales la DIVINIDAD trabaja y opera en su iglesia; la primera son los dones espirituales, y la segunda los ministerios del Señor; pero la obra de Dios no se limita a eso, siendo lo anterior muy grande e importante; sino que la obra de Dios tiene contemplada las OPERACIONES.

En el tercer versículo del texto anterior (versículo 6). Vemos que las OPERACIONES que están sujetas a Dios el Padre, hay multiplicidad de operaciones, como de misterios y como dones; y estas están sujetas a Dios. Ahora la pregunta hecha que debe ser contestada ¿Qué son las operaciones? Bueno trataré de explicarlo lo mejor posible, ¿has visto como muchas cosas ocurren por casualidad? Bueno, la casualidad no existe en la realidad, es que Dios provisionó para que ocurriera esa casualidad, las veamos buenas o malas a nuestro entender natural; es decir, esa casualidad es una operación de Dios (no hay malas, si la entendemos espiritualmente). La providencia de Dios nos permite que andemos en buenas obras preparadas de antemano para que caminemos en ellas, se supone que, ejerciendo nuestros dones del Espíritu, en el ministerio que el Señor nos dio y en las obras que Dios preparó de antemano para que andemos en ellas, hacemos BUENAS OBRAS.

Veámoslo en el siguiente texto que es muy famoso:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:8-10)

Vemos en el texto anterior que somos salvos por gracia por medio de la fe, pero Jesús nos hizo de nuevo, para las buenas obras que DIOS PREPARÓ DE ANTEMANO PARA QUE ANDEMOS EN ELLAS. Acá vemos claramente las operaciones de Dios, Dios nos prepara un camino de antemano para que andemos en él; ósea, Dios tiene el control de todo y predestina las acciones que ocurren para que podamos llevar a buen término las obras que debemos hacer con el mandato del Señor ejerciendo los dones del Espíritu Santo. Ósea, vemos que no hay nada en Cristo que nos ocurra por casualidad, sino todas las cosas en Él ocurren para nosotros, y están preparadas por el Padre; estás son las operaciones de Dios, las cuales sólo ocurren si andamos en sus caminos, es decir, por la fe en Él, es decir, en su voluntad. Esto es un aliento y una tranquilidad, Dios prepara las operaciones, de modo que no caminamos a la deriva, sino por un camino de buenas obras pre establecido.

Ahora vemos que el Espíritu Santo nos dan los dones espirituales; el Señor nos da los ministerios y Dios el Padre nos da las operaciones; nada está a la deriva; todo está bien planeado por Dios. La trinidad en acción, con sus diferentes medios; es hermoso ver como cada Uno tiene a cargo diferentes funciones y como estas aplican a nuestra vida. Los dones, los ministerios y las operaciones. Esto me alienta a esperar el fluir de la iglesia en sus diferentes dones, ministerios y operaciones que Dios preparó; si caminamos en ello, el resultado será divino. Es la forma en que nuestro Dios tiene preparado nuestro desarrollo en Él, y esto es muy grande para describirlo en palabras.

Saludos, gracia y paz (shalom) de Dios Padre y su Hijo, por medio del Espíritu Santo.

 

 

Los gobernarán jóvenes


 

Un gusto saludarlos, les quiero compartir el siguiente texto de la Biblia, que me llama mucho la atención en estos días, que es lo contrario a lo que el mundo piensa y dice, no es para nada políticamente correcto, pero el texto es la verdad de Dios, quienes piensen o digan algo parecido, están expuestos a ser calificados de retrógrados, cuadrados, anticuados, etc, pero serán reconocidos por el Señor en estos tiempos tan oscuros como estos, por decir la verdad. 

Lo comparto brevemente:

Les daré muchachos por príncipes [jefes], y niños caprichosos [jóvenes] gobernarán sobre ellos. (Isaías 3:4)

Dios cuando Israel estaba muy desviado (y Dios no ha cambiado), y estaba su corazón muy lejos de Él; como una maldición les enviará gobernadores jóvenes y muchachos como jefes (sorpresa, eso no lo sabias creo yo), está en la Biblia como un castigo no como un premio.

Cuan parecido a lo que pasa hoy en mi país, no es una bendición de Dios que sean jóvenes los que nos gobiernen, pues es una maldición de Dios para una nación que se aparta de Él. Aunque el mundo lo valora, como si la juventud fuera un cofre lleno de sabiduría y virtudes, no es la opinión de Dios tiene; de hecho, es lo contrario; pues nos pone gobernantes que no harán las cosas correctas, para que hagan necedad y el resultado será negativo: Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; (Romanos 1:28)

Él también dice:

La necedad (insensatez) está ligada al corazón del niño(joven); la vara de la disciplina la alejará de él. (Proverbios 22:15)

Con la necedad venimos todos incorporado, pero la disciplina nos va librando de ella (buena disciplina). No es una sorpresa para Dios que los gobernantes no lo harán bien si son muy jóvenes, pues tienen ligada la necedad por su corta edad, lo dice Dios, es una maldición que una nación sea gobernada por la juventud, más aún sin el temor de Dios, que es la base de la sabiduría.

Si la sabiduría y la inteligencia, viniera incorporada en la juventud, no estarían estas palabras que nos instan a buscarla.

Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción. El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad, para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas. El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre; porque guirnalda de gracia son para tu cabeza, y collares para tu cuello. (Proverbios 1:1-9)

En los versos anteriores, vemos como nos instan a buscar la inteligencia y la sabiduría entre otras cosas, como la instrucción es necesaria, y son los jóvenes los principales llamados a ello; si esto lo despreciamos somos considerados necios por Dios.

Veamos el texto del principio nuevamente, y reflexionen si es lo que pasa o no en nuestro país y mundo.

Les daré muchachos por príncipes, y niños caprichosos gobernarán sobre ellos. Y el pueblo será oprimido, el uno por el otro y cada cual por su prójimo; el joven se alzará contra el anciano, y el indigno contra el honorable. (Isaías 3:4-5)

¿Si o no que ha aumentado la violencia, como dice el versículo siguiente?

Vemos que no es una idea mía, sino que Dios no se está agradando de esta nación por su Pecado, y en vez de volvernos a Él, nos alejamos más y más; los cristianos tienen que reaccionar y mostrar la luz, para eso somos llamados; deben ser sal en medio de esta sociedad, y no tener el mismo sabor del mundo. Debemos distinguirnos claramente, por amor a nuestros semejantes que están en oscuridad. Si no mostramos el amor con verdad, la sal no sirve para nada, si pierde su sabor, sino para ser echada fuera y la pisen los hombres, dice el Señor.

Los cristianos estamos llamados a orar por las autoridades, aunque no nos gusten y/o no lo hagan bien; pero nunca debemos dejar de alumbrar y salar este mundo con la luz y sal que viene de nuestro Señor Jesús, esta es una gran oportunidad para que la iglesia brille; y si no brilla para que se de cuenta de su situación, se arrepienta y vuelva al Señor.

Esta clara la razón de antaño, la misma razón de hoy en día; estamos en la puerta de la decisión, o seguimos al Señor o nos vamos por el camino ancho de la perdición. ¡A quien sigues?

Pues Jerusalén ha tropezado y Judá ha caído, porque su lengua y sus obras están contra el SEÑOR, rebelándose contra su gloriosa presencia. (Isaías 3:8)

Saludos a todos, gracia y paz (shalom) a sus hijos.

martes, 6 de septiembre de 2022

Desde la unidad del Espíritu, hasta la unidad de la Fe

 



Un gusto saludarlos a todos mis hermanos, amigos y lectores; hoy les quiero compartir un mensaje, creo que muy poco se habla de este tema tan importante y valioso, y lo creo fundamental para la verdadera y correcta comunión en la iglesia, este mensaje lo llamé “Desde la unidad del Espíritu... hasta la unidad de la Fe”, es decir, avanzamos juntos manteniendo la unidad del Espíritu hasta que lleguemos juntos a la unidad de la Fe (se podría decir, la unidad de creer lo mismo de la Palabra de Dios).

Veamos el siguiente texto, y luego comentamos:

Efesios 4:1-16    Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,  (2)  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,  (3)  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;  (4)  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;  (5)  un Señor, una fe, un bautismo,  (6)  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.  (7)  Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.  (8)  Por lo cual dice:  Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.  (9)  Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?  (10)  El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.  (11)  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,  (12)  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,  (13)  hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;  (14)  para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,  (15)  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,  (16)  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Después de leer lo anterior, que nos muestra cómo se relacionan Dios, el Señor, el Espíritu, los ministerios, los dones espirituales, los hermanos en la iglesia, la fe, etc, vemos que el objetivo final es que los hermanos alcancen madurez espiritual, es decir, la iglesia de Dios alcance su plenitud. 

Marqué con negrillas dos frases que me interesa destacar en el texto anterior, estas son “solícitos en guardar la unidad del Espíritu … hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe” Muestra una secuencia de hechos. Creo que ya lo viste ¿no es cierto?; partimos como hermanos desde la unidad del Espíritu, hasta llegar a la unidad de la fe. ¿Qué significa esto? Bueno, es muy sencillo; no debemos partir pensando todos igual, creyendo todos lo mismo (excepto que no sea lo básico, expuesto en versículos 4, 5 y 6), viendo todos exactamente igual, eso no es la condición inicial; debemos creer todos lo mismo en lo básico, es decir, lo expuesto en versículos del 4 al 6, y manteniendo la unidad del Espíritu, hasta que todos llegamos a la unidad de la fe, cuando los dones, ministerios y operaciones, las dejamos actuar en nosotros; la unidad de la fe, es creer todos lo mismo, pero no es un requisito, para iniciar el proceso de santificación, sino una consecuencia final.

 Voy a dar un ejemplo, espero con ello quede más claro el tema (que yo veo que es difícil de explicar):

Estos días voy a cumplir 32 años que conozco al Señor, es decir, me convertí (antes era agnóstico y ese es otro tema jejejeje); si hago una ficción,  supongo que puedo viajar al pasado y me encuentro conmigo mismo de unos 30 años atrás (cuando tenia dos años de convertido; ya se, que no se puede en la realidad, pero es sólo para el ejemplo) ¿pensaría lo mismo mi yo antiguo, que el actual?, yo veo que habrían cosas coincidentes y cosas que las veo diferentes actualmente. ¿tendría comunión conmigo mismo? Claro que si, tendría el mismo Espíritu, y tendría comunión conmigo mismo (obvio), a pesar de algunas diferencias en la fe (doctrinales). Ósea, con diferencias doctrinales no básicas, tengo comunión conmigo del pasado, pues es el mismo Espíritu.

En resumen del ejemplo anterior podemos concluir, que si me encuentro conmigo mismo de hace unos 30 años atrás, de seguro yo no pensaría en todas las cosas lo mismo (otras sí), hay cosas que las he aprendido en el Señor y he madurado; por lo cual, serían diferentes; pero no tendría ninguna duda en que tendría comunión conmigo mismo, a pesar de creer algunas cosas diferentes. Aquí se ve claramente un ejemplo, tendría unidad del Espíritu (pues el Espíritu es el mismo), pero no estaría en la unidad de la Fe (pues hay cosas que no son fundamentales, que las vería en forma diferente). De la misma forma, no podría ser que yo no tenga comunión con un hermano con menor crecimiento en la fe (en este caso yo mismo) pero que tiene el mismo Espíritu; acá vemos claramente que no tendré necesariamente unidad de la fe, pero si unidad del Espíritu. Es de esto que nos habla el apóstol Pablo, en la su carta.

Con esto podemos establecer que las doctrinas básicas, dichas entre los versículos 4 al 6 (un cuerpo, un Espíritu, una misma esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos), son fundamentales y todos los hermanos deben creer lo mismo; ahora aparte de eso, las cosas de la fe que son mayores que estas, partimos desde la diversidad de la fe y conservando la unidad del Espíritu, hasta llegar a la unidad de la fe. Sin mantener la unidad del Espíritu, se dividen las congregaciones en muchas denominaciones, las cuales se caracterizan por querer tener una unidad de la fe, sin muchas veces tener la unidad del Espíritu. Ósea, lo hacen al revés, de como dice la Biblia; y al final terminan abrazando más sus propias teologías, que el Espíritu de Dios que lo sustenta todo.

En algunas denominaciones podemos leer sus principios de fe básicos (estos están publicados), esto está bien, si son básicos (como los señalados del versículo 4 al 6); el problema es que cuando se le agregan otros, aunque estén bien doctrinalmente, no están estableciendo el principio de la unidad del Espíritu, pues muchos pequeños en la fe, serán desplazados, o maduros en la fe, si estas doctrinas, pueden estar en algo erradas. Al no mantener el principio de la unidad del Espíritu, se pierde la comunión y se produce una dolorosa ruptura (división dentro del cuerpo), todo por no mantener la unidad del Espíritu, no entendiendo que la unidad de la fe es una consecuencia de la unidad del Espíritu y no al revés.

Es importante para el mundo que mantengamos esta unidad, la unidad del Espíritu; pues de esta manera le daremos testimonio al mundo de que nuestro Señor fue enviado por el Padre, y de la manera que el Padre lo ama, de esa forma nos ama a nosotros; y mostramos el Camino de salvación.

Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. (Juan 17:23)

Como conclusión debemos mantener la unidad del Espíritu, para que lleguemos a la unidad de la fe (verdad); y no al revés, como algunas denominaciones no saben o entienden; pues se producirán fracturas inevitables, que Dios nuestro Señor, nos quiere evitar.

Y también debemos estar alertas, pues nuestro enemigo sabe que esta ignorancia es importante para dividir la iglesia, de modo que así pierda poder y efectividad. En la división él reina; por eso no debemos dividirnos con un hermano a pesar que sea "débil en la fe" (o mayor que nosotros).

Bueno, espero haber explicado en parte este principio que está en la Sagrada Biblia, para que lo practiquemos en la vida diaria que nos conduce nuestro Dios.

Saludos, gracia y paz (shalom) a todos mis hermanos.


 

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