Quisiera compartir con ustedes, la siguiente afirmación que nos hace Santiago en su carta, la cual dice: "Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras" (Stgo2:18), y poder ver y entender (si Dios así lo permite), la gran problemática que hoy muchas veces nos confunde (y muchas veces nos divide) respecto a la fe y la obras, en el camino de la salvación. Es importantísimo comprender y conocer el verdadero evangelio de Dios en Jesucristo; y no sólo tener un entendimiento humano-filosófico del tema o humano-religioso; en los cuales no hay ningún poder, ni sabiduría de Dios. Por lo tanto, hoy los invito a desechar posturas personales, particulares y congregacionales; y pedir al gran Dador de la Vida y sabiduría; que nos alumbre y ayude a comprender las cosas como realmente son, y como El quiere que las comprendamos. Porque de otra manera, es imposible que avancemos el conocimiento de la Verdad, ya que no es por nuestros medios humanos que lo alcanzamos, sino es por su vida y poder en nosotros.
"Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras"
Esta frase citada, muchas veces la leí y no comprendía lo que significaba, ni lo que Santiago quería decir (hasta que el Señor me lo mostró), y respecto a ese punto quiero compartirles. Pero antes, es bueno que leamos, parte de la carta de Santiago para que veamos el contexto completo. En ella se revelan varias verdades que debemos desmenuzar y comprender, a la luz de la revelación del Espíritu Santo; pues de otra manera, sólo alcanzaremos una comprensión mental sin frutos espirituales, los que son para vida, para vida verdadera.
La fe sin las obras está muerta.
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar? Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada; y se cumplió la Escritura que dice: Y ABRAHAM CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe. Y de la misma manera, ¿no fue la ramera Rahab también justificada por las obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta.
Stgo 2:14-26
Primero, hay que saber que el texto anterior, muchas veces es mal utilizado, por los "modernos partidarios de la circuncisión", es decir, por aquellos que fundan su relación con Dios en el hombre y no en la Roca; que es Cristo; es decir, aquellos que sustentan su religión en "la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas" Efe2:15; y no ven que Cristo es nuestra paz, y por medio de El, los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. Porque aquellos, que pueden tener toda una estructura y forma de culto, algunas veces aparentemente correcto exteriormente (como ocurrió con el pueblo judío), pero no reconocen a quien dan culto, es decir, a su Creador, es decir, a quien, por quien y para quien son hechas todas las cosas. El pueblo judío, tuvo frente a sus ojos, a quien ellos rendían culto por cientos de años; pero la verdad resultó, que su culto lo rendían a si mismos; pues no pudieron reconocer a su Señor, cuando lo tuvieron en frente, quien era el motivo de su culto.
¿Por qué?
Por la dureza de sus corazones en incredulidad, por su ignorancia.
¿Y sí hoy tuviéramos frente a nosotros al Señor Jesús, lo reconoceríamos?
No me refiero a Cristo glorificado; ya que en esa condición todo ojo lo verá; sino más bien, como El que nos habla en la intimidad…Espero podamos sensibilizar nuestros sentidos espirituales para oírle y verle cada día, hasta su venida. Y no pasar inadvertida su presencia…
De la misma forma como este texto es mal utilizado por los "modernos partidarios de la circuncisión" (me refiero a la carta de Santiago 2); este texto es obviado y no leído, por aquellos que entienden mal la gracia y la libertad que tenemos en Cristo, transformándola en libertinaje y en un camino gobernado por la carne; y no por el Espíritu; no entendiendo el camino de fe que seguimos. Es decir, hoy como ayer, hay dos posturas carnales que te llevan de un extremo al otro, desde las obras muertas y como medio de justicia; y por otro lado un libertinaje sin sentido que sólo es guiado por los apetitos carnales. Gloria a nuestro Padre y Salvador; que nuestro Camino no pertenece a este mundo; sino que es alto, pues va camino a nuestro Dios y Creador, camino al Padre; y nuestro Camino es Jesucristo mismo.
Lo que los hombres ven carnalmente; son sólo sombras que se proyectan a nivel de la tierra; y no alanzan a ver su proyección celestial. Por eso dan explicaciones humanas, de lo que es imposible comprender sin la revelación del Espíritu Santo, es imposible de comprender carnalmente (humanamente).
Y para no ir muy lejos, nosotros mismos muchas veces somos confundidos entre una y otra doctrina humana, que tratan de desviarnos del Camino, que es Cristo mismo. Para arrastrarnos a las obras por una lado y desviarnos a un evangelio carente de sentido y propósito, que sólo estimula nuestra auto justificación ante Dios y gloria personal. Y por otro, el vivir gobernados por nosotros mismos, por medio de la carne, y sin andar en el Espíritu. Son dos caras, como se dice, de la misma moneda; es decir, de religión-humana o espiritualidad-mundana.
Pero el evangelio que conocemos y predicamos; no es comprensible por la carne, es decir, humanamente sin la ayuda del Espíritu Santo; ya que es locura para la carne; pero es poder de Dios para toda aquel que cree. Ya que el evangelio que predicamos es Cristo mismo en nosotros; es Espíritu y vida.
Hermanos queridos; si tratamos de entender las cosas de Dios sin su ayuda, es decir, la ayuda del Espíritu Santo; caemos en cualquier filosofía humana; aunque tengamos la mejor intención. Por un lado podemos irnos por las obras vacías humanas, por otro caer en el libertinaje vacío, por otro caer en el conocimiento humano, mental y doctrinal sin vida, por otro en un "sensacionalismo espiritual", por otro en ortodoxos tradicionalistas y ritualistas, etc etc.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. (1Co 2:14)
Por lo tanto, las cosas espirituales se deben discernir espiritualmente; ya que si usamos nuestros medios humanos (naturales), no las podremos entender y sólo lograremos dar interpretaciones humanas y erradas; y nos perderemos de la Luz verdadera que alumbra a todo hombre.
Pero para poder entender verdaderamente, debemos primero despojarnos del entendimiento natural que hasta ahora tenemos (y muchas veces nos gobierna), si no lo hacemos; lamentablemente nos quedamos con nuestro entendimiento natural y no avanzamos en el entendimiento verdadero de Dios, que se revela por medio de su Santo Espíritu, por fe.
Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.(1Co 3:18)
Hoy como ayer (desde el tiempo de los apóstoles), hay un grave peligro; que es el anuncio de un evangelio diferente al verdadero y que se opone a la verdad del evangelio. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. (1Ti 2:5)
Hoy muchos anuncian algún evangelio, algunos según la verdad y otros contrarios a la verdad; aquellos que sólo buscan (como ayer también ocurrió) el beneficio propio y la ganancia deshonesta. Aquellos que sólo buscan las cosas de la tierra; pues han perdido su mirada al cielo. El mismo apóstol Pablo, advirtió que cualquiera que anunciaré un evangelio diferente que se oponga al verdadero, sea maldito (anatema), sea quien sea, hasta si fuera él mismo quien lo hiciere (o quien hoy les escribe); es tan grave esta situación; que con temor de Dios y de corazón sincero debemos exhortarnos en la Verdad; según la gracia y el don de Dios que cada uno haya recibido; en la medida de fe que cada uno vaya alcanzando; como buenos hermanos que nos ayudamos mutuamente por amor.
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. (Gal 16-9):
Antes de comenzar, un pequeño resumen de la fe genuina y del medio de salvación; que Dios proveyó al hombre (hay muchos, pero muchos textos en la Biblia que hablan de la salvación, que es por medio de la fe, sólo expongo algunos...):
Mas, ¿qué dice? CERCA DE TI ESTA LA PALABRA, EN TU BOCA Y EN TU CORAZON, es decir, la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: TODO EL QUE CREE EN EL NO SERA AVERGONZADO. Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invocan; porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO. (Rom 10:8-13)
La salvación del hombre, es tan difícil y tan fácil como Dios la estableció. No debemos ni simplificarla, ni complicarla, sólo debemos creerla, entenderla y vivirla… "que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo". Y la fe es un don de Dios; esto es algo tan sencillo aparentemente; pero si Dios no te llama es imposible para el hombre…(esto opera obviamente, con la fe genuina, ya que nadie puede burlar a Dios).
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efe2:8-9
La salvación es un regalo de Dios; y tiene un propósito de ser regalo que es que nadie se gloríe en si mismo; sino que de gloria a Dios. Este regalo es dado por medio de la fe, este es el medio por el cual Dios nos la da.
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. (2Tes 2:14)
Desde el principio hemos sido escogidos, si puedes imaginarlo; es antes de la fundación del mundo que hemos sido escogidos. A lo cual debemos dar gracias a Dios por tan grande bendición. Pero notemos que la fe en la verdad, es acompañada por la santificación por el Espíritu Santo; recordando que el Espíritu Santo lo recibimos por oír con fe la Palabra de Dios, por medio del evangelio. Hay predestinación, somos amados del Señor para ser santificados por el Espíritu y la fe; para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas; es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen; porque no hay distinción; por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, Rom 3:21-24
Hermanos, notemos que la Biblia dice AHORA, es decir, HOY. Y seguidamente nos menciona algo muy importante, pero muy importante, la palabra "aparte"; ¿y aparte de que?
"aparte de la ley". Hoy la justicia de Dios ha sido manifestada (previamente atestiguado incluso por la ley y los profetas). La justicia por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen…y es gratis nuestra justificación ante Dios, por la gracia de Jesús…(no es gratis porque no tenga valor, por el contrario; su valor es el más alto de toda la creación; ya que costo la sangre del Hijo de Dios, es decir, su padecimiento y muerte como hombre; pero Gloria a Dios que resucitó. Pero repito, su valor es tan alto, que ningún hombre podía pagar por su salvación).
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Rom 5:1-2
Nuevamente el texto anterior nos habla de lo mismo; hemos sido ya justificados por la fe; y tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo…
De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor. Gal 5:4-6
Queda claro, que si tratamos de agradar a Dios en justicia propia que es por medio de la ley, nos separamos de Cristo y caemos de su gracia. Por eso es tan grave, mezclar las cosas, recuerda que la salvación fue dada "aparte de la ley", ya que por medio de la ley estamos todos condenados, pues ninguno de nosotros pudo cumplirla…
En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24
Que precisas y preciosas palabras de Jesús, hemos pasado de muerte a vida si oímos sus palabras y las creemos, es decir, creemos al Padre. Tenemos vida eterna y no vamos a condenación…Esto es maravilloso, es glorioso y santo; aleluya….Gracias Padre por este Don del cielo. Danos siempre tus palabras, y oídos para oírlas. Amen.
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
Juan 6:28-29
¿Cuál es la obra entones?
¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
"Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado".
Ahora teniendo claro que la salvación es por medio de la fe en nuestro Salvador y Señor Jesucristo, enviado por Dios a esta tierra como hombre y que murió y resucito el tercer día, y está sentado a la diestra de Dios. Y no por nuestras obras de justicia personales, que son por medio de la ley; sino por la fe de Jesús.
Vamos a contestar algunas preguntas:
¿Cómo dice entonces Santiago?
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe,
pero no tiene obras?
¿Acaso puede esa fe salvarlo?
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
¿Es posible que alguien crea en algo, y no tenga obras?
Mira voy a darte algunos ejemplos muy humanos, para ilustrar las cosas:
Si tú miras el pronóstico del tiempo (clima), y dicen que mañana habrá lluvia. Y si tú crees dicho pronóstico. ¿Tendrás obra? Claro que si, te prepararás para un día lluvioso; prepararás ropa apropiada para la lluvia. ¿Por que lo haces? Porque creíste en el pronóstico del tiempo...Por el contrario, si no crees el pronóstico, no te prepararas para la lluvia...es decir, no hay obra, es decir, no creíste el pronóstico del clima. ¿Comprendes?
Todos los hombres, incluso los incrédulos andan por lo que creen. La diferencia es que unos creen a la Verdad y otros no...¿Cómo es esto?
Es simple, todas tus obras; sean rutinarias, buenas, malas, grandes, chicas, etc. están sustentadas en tus creencias, sean personales o sea fe genuina en la Verdad.
Si tú estudiaste en la universidad, lo hiciste porque creíste que eso sería bueno para ti. Si vas a trabajar, lo haces porque crees que te pagarán un salario al fin de mes. Si vas a una fiesta, es por que crees que en esa fiesta lo pasarás bien (o si no, no irías). Cuando compras un auto, lo haces eligiendo la mejor opción que tú crees. El ladrón roba, porque cree que no lo descubrirán y obtendrá un beneficio. El mentiroso miente porque cree que no lo descubrirán. Tu eliges el colegio para tu hijo, según lo que tu crees que es lo mejor para él (dentro de tus posibilidades). El que juega a la lotería, nunca jugaría si no creyera que tiene la opción de ganarse un premio. Cuando un empresario hace un negocio, lo hace creyendo que va ha ganar dinero con ese negocio; si no lo creyera, lo más probable es que no lo haría. Todos actuamos según nuestras creencias personales; según como entendemos el mundo que nos rodea.
Todos los hombres se mueven por lo que creen. El problema del hombre, es que le cree muchas veces al que no debe creerle y no le cree al Santo y Verdadero, a su Creador. Muchas veces el hombre cree al engañador de este siglo (Maligno), otras veces cree que con su mente humana tiene la verdad, y cree en ella, otras veces le cree al mundo y a sus sistema.
¿Cuál es el problema?
El problema es que cuando creemos la mentira o error, sufrimos daño; más cuando creemos a la verdad hay fruto. Esto que es una verdad en el mundo espiritual, también lo es en el mundo material. Y podemos dar algunos ejemplos: Cuando en la antigüedad las personas enfermaban y tenían fiebre, había una creencia (la ciencia de ese tiempo) que el mal estaba en la sangre; de modo que los médicos para sanar el paciente le hacían perder sangre. Resultado de la creencia: muchos pacientes morían anticipadamente; y los que sobrevivían, además de luchar contra la enfermedad, debía luchar contra la debilidad de perder tanta sangre. El resultado de creer algo errado siempre es pérdida, destrucción y finalmente muerte, aunque la fe sea muy bien intencionada y sincera; pero no corresponde la verdad, es decir, a la realidad. Otro ejemplo, cuando construyeron el barco Titanic, creyeron que ese barco no se podía hundir (soberbiamente afirmaron que ni Dios lo podría hundir); debido a esta creencia la cantidad de botes salvavidas era muy inferior a la cantidad de pasajeros (pues nunca pensaron que en realidad se iban a utilizar alguna vez, ya que nunca se hundiría); bueno la historia nos enseña que ocurrió lo que no se creía posible, y hubo gran perdida de vidas humanas y material.
Este es un principio que actúa tanto en el mundo material como en el espiritual. ¿Te das cuenta cuan importante es conocer la VERDAD? No sólo se trata de buenas intenciones para obtener los frutos deseados y no tener pérdidas; sino se trata de tener conocimiento de la verdad, es decir, del Verdadero.
Muchas veces repetimos la palabra verdad con tanta frecuencia, que olvidamos su profundidad y significado; bueno la verdad es la realidad. Realidad es un sinónimo de verdad. Y Cristo Jesús es la Realidad eterna de Dios; si no lo conoces, estas desconociendo la realidad más importante de la creación. Y si no conoces la realidad, andas de tropiezo en tropiezo, de tumbo en tumbo; y la ceguera te hace vulnerable de caer en el hoyo. Si conocimiento de la realidad no llegará a ninguna parte.
Por tanto, mi pueblo es llevado cautivo,
porque no tiene conocimiento,
sus nobles se mueren de hambre
y la multitud está seca de sed. (Isa 5:13)
El desconocimiento de la verdad trae cautividad y esclavitud; hay muerte y destrucción en esta falta de conocimiento. Cuan importante es llegar a un conocimiento de la verdad, si no le damos importancia a esto, ¿cómo lo alcanzaremos?
Aquí nuevamente, la fe produce obras; si tu crees que es importante conocer la verdad, porque este conocimiento de dará verdadera libertad… ¿No procurarás alcanzarlo? Si lo crees realmente, procuraras alcanzarlo, si no lo crees; lo olvidarás…
¿Por qué no creer a la Verdad?
Entendiendo que todos los hombres creen en algo, sea verdadero o falso;
¿Porque entonces, de una vez por todas, no desechamos todo lo que no es conforme a la verdad?
Bueno esa es una opción personal, un llamado que Dios nos está haciendo desde hace miles de años, y hoy es el día de escuchar y obedecer… (Tú sabes muy bien, que el primer beneficiado, será el que escuche a la Verdad y obedezca; pues caminará a la luz que alumbra a todo hombre y no caerá jamás).
Esto es lo que pasó en el huerto del Edén. Adán le creyó al diablo (y no le creyó a Dios) que no moriría y que sería igual a Dios si comía del árbol del conocimiento del bien y del mal. ¿Y ves lo que pasó por creer una mentira? Adán y Eva obraron conforme a lo que creyeron, ellos vieron el fruto de ese árbol agradable y deseable, y no creyeron lo que Dios les advirtió (que morirían si comían), es decir, hicieron a Dios mentiroso (cuando tú no le crees a alguien, lo que estás diciendo es que lo que esa persona te dice, no es digno de crédito, es decir, no es verdad; y los que no dicen la verdad conociéndola son mentirosos, ya que Dios conoce todas las cosas).
Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: "No comeréis de ningún árbol del huerto"? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: "No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis." Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis. Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal. Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió. Gen 3:1-6
Cómo puedes ver, todos obramos según nuestras creencias (o lo que queremos creer); y hacemos verdaderos o mentirosos a quienes creemos y a quienes no creemos.
Hermanos míos, como ustedes ya lo saben Dios es veraz, siempre es veraz, en El no hay mentira. El cielo y la tierra pasarán pero sus palabras no pasarán. Jesús mismo atestiguó, que El es el Camino, la Verdad y la Vida. Y nadie va al Padre si no es por medio de El. Meditemos por favor, en cuantas cosas que hoy pensamos que son verdad, no lo son. Y por el contrario, cuantas cosas que pensamos que son engaño, son verdaderas…
¿Cómo distinguiremos la verdad de la mentira?
La única manera de conocer la verdad, y gozar de la libertad que nos da el conocimiento de la verdad, es seguir a nuestro Maestro Jesucristo y permanecer en su palabra. Por eso lo llamamos Maestro, porque aún tiene mucho por delante que enseñarnos…
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Juan 8:31-32)
El secreto es permanecer en su palabra (su palabra es verdad); así iremos conociendo la verdad (realidad), y el conocimiento de la verdad (realidad) nos hará día a día más libres en El.
Conclusión:
TODOS LOS HOMBRES ACTUAN (OBRAN) CONFORME A SUS CREENCIAS, SEAN ESTAS CORRECTAS O ERRADAS.
¡CUANTO MÁS LOS HIJOS DE LA FE VERDADERA QUE HAN SIDO LIBERTADOS DEL PODER DE LAS TINIEBLAS, PUEDEN OBRAR CONFORME A SU FE!
Ahora, si un hombre cree verdaderamente que Jesús es su Señor; inevitablemente tendrá obras respecto a su fe (por ejemplo, preguntará la opinión de su Señor antes de actuar, obedecerá cuando es mandado por su Señor, será reverente ante su Señor, dispondrá su corazón en conocer mejor a su Señor, etc). De lo contrario, si nunca lo hace, en realidad dice que cree, pero en realidad no cree que Jesús sea su Señor. Si un hombre dice que cree, pero sus obras anuncian lo contrario; las obras demuestran la fe de cada uno. Si no hay obras, deducimos que no hay fe. La fe sin obras está muerta, es decir, no existe. Esto es algo obvio, cuando tu crees algo inevitablemente actúas conforme a tu creencia; de lo contrario, sólo dices que crees; pero en realidad no crees.
Es un imposible, creer en algo y no tener obras. Y más aún ¡¡¡ES IMPOSIBLE TENER FE Y NO TENER OBRAS!!!
Pregunto:
¿Son todas las obras producto de la fe verdadera? es decir, ¿Son todas las obras muestras de fe?
Respuesta: Muchas obras son consecuencias de lo que las personan creen (las guerras, homicidios, matrimonios, divorcios, obras de caridad, etc). Pero lo que las personas creen, no siempre es lo correcto. Si no creen a la verdad, en verdad están creyendo en el error, y esas obras son obras muertas, obras de las tinieblas, obras sin frutos... Muchas obras son fruto de lo que las personas sienten, por ejemplo: amor, odio, envidia, etc. (Si una persona no ha sido liberada del poder de las tinieblas, por Cristo; sólo podrá hacer lo que determine su amo el Diablo, no hay opción de resistencia en la carne a Satanás). Sólo en Cristo encontramos la libertad, y una nueva naturaleza para obedecer a la verdad…
Cuando los hombres rechazan la verdad, como ya no creen en la verdad e inevitablemente deben creer en algo (es una condición humana el creer, ya que los que no creen en Dios creen en los ídolos (dinero, imágenes, ciencia, ellos mismos, placer, etc)), por eso inevitablemente creen en el error, y son gobernados por el príncipe del error y la mentira; esto es el diablo.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. 2Th 2:11-12
Ahora, incluso los incrédulos creen que Dios no existe; esto es una creencia; errada por supuesto; pero es una creencia…
Dice el necio en su corazón:
No hay Dios.
Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien. (Salmo 14:1)
AHORA PODEMOS CONTESTAR MUCHAS PREGUNTAS RESPECTO A LA CARTA DEL HERMANO SANTIAGO, ALGUNAS REFLEXIONES:
Santiago 2:14-26
(14) Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Esa persona en realidad no tiene fe, es decir, no cree en realidad; sólo dice que cree. Si la fe no tiene obras, no es real.
(15) Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
(16) y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
No aprovecha de nada…
Primero: no hay entendimiento que en tus hermanos está el Señor Jesucristo mismo; y es una oportunidad dada del cielo para probar tu fe la que te ha sido dada…
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. (Mat 25:35-40)
Segundo, no hay amor en el corazón de ese hombre…
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe,
de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. (1Co 13:2)
(17) Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Si la fe no tiene obras, como vimos no existe, es decir, está muerta…
(18) Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Muéstrame tu fe sin tus obras, es un imposible, es un absurdo lógico. Ya que como vimos, la fe inevitablemente produce obras; y es imposible mostrar la fe sin las obras. Incluso, a través de las obras, la fe es probada por Dios, para que sea encontrada en gloria y alabanza.
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe,
mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, (1Pe 1:6-7)
La fe verdadera es probada si o si, no hay opción cuando es necesario, (por poco tiempo); es la única manera de probar su realidad, es decir, si es viva o muerta, o sea, si es real o son sólo palabras y razonamientos humanos. No hay otra opción para probar algo, que haciéndolo funcionar, Dios nos hace funcionar la fe, para probarlo y en el día de Jesucristo sea hallada en alabanza, gloria y honra. ¿Cómo nos hace Dios funcionar la fe? Con las pruebas y aflicciones, cuando el mundo dice no, tu mente humana dice no, el diablo dice no; y tu fe dice si, y actúas conforme a la fe. Al poco andar, sostenido en Cristo y por Cristo, veras que tu fe salió victoriosa y fue un si en Cristo, que venció este mundo, venció tu carne y venció a Satanás. No es de sorprender las pruebas, las cuales Dios en su amor no hace pasar y vencer en El; si no fuera así, no podríamos avanzar al llamado que tenemos. De hecho, debemos estar gozosos con las pruebas que nos sobrevienen…
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. (Stgo 1:2-4)
Hay pruebas de fe, también hay disciplina del Señor y también hay camino angustioso debido a nuestro caminar en incredulidad y desconfianza apartados del Señor. No toda aflicción es prueba, hay aflicciones que son producto de nuestro pecado, o de nuestra incredulidad, o de disciplina del Padre; no toda aflicción es prueba; depende si estamos en el Camino o si estamos un poco apartados del Camino; cuando nos apartamos del Camino; hay diversas aflicciones que nuestro Padre nos quisiera evitar, pero allí estamos algunas veces, por las durezas de nuestros corazones…El Señor nos guíe y alumbre en todo.
Muchas veces decimos que el Señor nos está tratando, y en realidad lo que sucede es que estamos cosechando lo que nosotros mismos hemos plantado…
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. (Gal 6:7-9)
Las pruebas tienen un comienzo, un desarrollo y un final victorioso; luego de ellas (las pruebas) alcanzamos un mayor peso de gloria en El, las vencemos mirando las cosas que no se ven físicamente, pero se ve espiritualmente; cosas que son eternas y no temporales, es decir, la verdadera realidad; así como las cosas que vemos con nuestros sentidos naturales; así debemos usar nuestros sentidos espirituales…
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. (2Co 4:17-18)
"y yo te mostraré mi fe por mis obras", dice la verdadera fe; cuando hay un creer genuino y real. Si hay fe, inevitablemente hay obras…
(19) Tú crees que Dios es uno;
bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
Bueno, porque la fe no significa en sólo creer que Dios existe y que es uno (eso está bien; pero hay algo más); sino significa creerle a Dios, es decir, creer lo que él nos dice (su palabra); y si tu le crees, inevitablemente actúas conforme a tu fe. Los demonios saben de Dios y tiemblan; porque ellos no se sujetan al Creador, sino que se revelaron contra El.
Creer en Dios no es suficiente, debemos hacer verdadero a Dios recibiendo y creyendo en él que Dios envió; todo el que cree en Jesús ya no anda en tinieblas, sino que anda en la luz. Y el que rechaza a Jesús, tampoco tiene al Padre, y anda en tinieblas, y las tinieblas no le dejan ver…
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho. (Juan 12:44-50)
(20) ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
Hombre vano, hombre vacío, hombre sin sentido; así como tu fe está muerta sin obras; tu cuerpo está muerto sin Espíritu.
Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. (Mat 25:29)
Primero, llena tu vaso y luego tendrás y vivirás…
(21) ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
Es muy provechoso leer la historia de nuestro padre Abraham (Génesis de capitulo 11 a 25), en ella podemos ver el modelo de un creyente verdadero, que obró motivado por la fe. Ahora, debes notar que siempre Dios le establecía promesas a alcanzar por la fe; en su historia no veo en ningún momento, que su relación con Dios en su caminar, haya sido motivada por el castigo o la amenaza; por el contrario; el siempre avanzó por las promesas que tenia si obedecía en fe, a las palabras de Dios. Por esa misma fe, por alcanzar las promesas, obedeció a Dios…
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. (Heb 11:8)
Por la misma fe, cuando fue probado, se fortaleció en la fe y agrado a Dios…
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. (Heb 11:17-19)
La fe le decía a Abraham, Dios me prometió este hijo, ahora me lo pide; pero Dios es poderoso para resucitarlo si fuese necesario…Ahora, antes de que existiera esta fe, tuvo Abraham que recibir la palabra de Dios, con la promesa de su hijo.
¡Cuan importante es la palabra de Dios!
Sin ella ¿Qué creeremos?
Recuerden que la fe, viene del oír y el oír de la palabra de Dios…
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Rom 10:17)
Sin su palabra, que es como la lluvia, nuestra vida se transforma en un desierto sin vida…
(22) ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?
Sin pruebas, incluso en el mundo, no pasas de curso; tú debes rendir una prueba satisfactoria y eres promovido al siguiente nivel; en este nuevo Camino también debemos rendir pruebas satisfactorias para ir avanzando…
(23) Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
Notemos que la justicia se alcanza por la fe. Y somos amigos de Dios, cuando hacemos lo que él nos manda.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. (Juan 15:14)
(24) Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Las obras demuestran la fe, y actúan como testimonio de la fe verdadera…
(25) Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
La historia la puedes ver en los capítulos 2 y 6 de Josué (AT). En ella veras que esta ramera tomó a los espías y los escondió en su casa, a pesar de que por ello podría perder su vida; porque creyó que si no lo hacía de todas maneras la perdería, ya que la ciudad de Jericó sería destruida…Claramente ella actuó respecto a su fe…
Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz. (Heb 11:31)
(26) Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Y Aquel que fue y es capaz de darnos vida juntamente con El, revitalice nuestra fe, perfeccione, afirme, fortalezca y establezca en la VERDAD
Amen.
Rodrigo