¿De dónde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es decir de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros. Codiciáis, y no tenéis; matáis y tenéis envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. (Stgo 4:1-3)
Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe,... (Fil 3:7-9)
jueves, 25 de agosto de 2011
¿Por que, no pedís?
El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1Jn 2:17)
¡¡¡ El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre!!!