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lunes, 29 de agosto de 2022

Definición Bíblica del Amor 🧡

 ¿Se puede definir bíblicamente que es el AMOR?



Un afectuoso saludo a todos mis hermanos y amigos, hoy quiero compartirles algo que me parece muy interesante y fundamental para todo creyente; esto es la definición Bíblica del Amor; creo que es un tema muy importante e interesante, ya que su definición no sólo es fundamental para todo creyente, sino también por la profundidad del amor Bíblico; sabemos primero que el cumplimiento de la ley (Torá) es el amor (Romanos 13:10); y también sabemos que Dios es amor, según el apóstol Juan (1Juan 4:8), una revelación muy profunda, demasiado profunda en verdad, para descuidar y no poner en ella la máxima atención. No hay nada más importante en la Biblia que Dios y su Ley (Torá); y nos enseñan que Dios es amor y el cumplimento de su Ley (Torá) es el amor. ¿Estas de acuerdo conmigo, que es muy importante la verdadera definición de amor y no una trivial del mundo? ¿Una definición Bíblica y no sólo una humana con carencia de sustento?, ¿Una definición que nos permita comprender la verdadera naturaleza de lo que se nos dice, y no mal entender su significado? Yo creo que en estos puntos estamos de acuerdo, es muy importante el amor para todo creyente, como para tener una definición errada de éste … así que sigamos con el análisis.

Bueno, si ustedes han leído la Biblia, estarán de acuerdo conmigo, que no hay una sección donde se mencione formalmente una definición de diferentes términos, y menos del amor; estarán de acuerdo conmigo que los que tienen ojos para ver, que vean y oídos para oír, que escuchen; y corazón para entender, que entiendan. No es un libro que está estructurado en forma humana (que nosotros lo hayamos hecho) por ello debemos descubrir sus secretos juntos, el Padre así lo quiere (para nosotros está escrito).

 Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo. (Proverbios 25:2)

 Es un tema importante entonces por tres razones; primero, por su importancia dentro de la Biblia (es la constitución de Dios y el propósito de la Ley [Torá]); segundo, porque no es un tema que tenga una definición formal y encontrarlo sería fantástico; y por último, es por su mal uso y/o manipulación del amor causando muchos errores al comprenderlo mal y establecer de esta manera doctrinas equivocadas; ósea, enseñanzas que no son de Dios.

 En parte, en este mensaje me inspiré en Josh McDowell, en un video que vi de él, que hablaba de este asunto; me pareció muy interesante; por eso al darle vueltas por meses, y agregar algunas cosas que me parecen muy importantes, les comparto este mensaje del amor y su definición; para que lo puedan analizar y meditar.

 Así que, sin perder tiempo vamos a lo nuestro, una definición Bíblica del amor, y no creer cualquier cosa que digan o definan de él, sin sustentarse en la realidad, es decir, en la verdad que está en la Biblia.

 Ahora, si se pregunta ¿Qué es el amor? Muchos recitaran y/o mencionaran 1Corintios13; esto es famoso y maravilloso (es realmente grandioso lo que escribió el apóstol Pablo aquí); nos muestra bien el amor, pero no nos dice nada de su definición intrínseca, nos habla de lo que produce, como se caracteriza y lo importante que es tenerlo como bien máximo, pero nada nos dice, de que lo que realmente es, de su definición. ¿estás de acuerdo conmigo? Nos habla del efecto que produce el amor, su fruto, y una gran pérdida que significaría no tenerlo; pero no nos define el amor en sí ¿Qué es el amor? Esa pregunta no la contestan esos versos, vemos su magnificencia, pero no su definición.

  Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. (1 Corintios 13:1-8).

 Ahora, teniendo en cuenta lo anterior, vamos directo al hueso (como se dice aquí, es decir, sin trámites), la definición del AMOR, veamos lo siguiente en la carta a los Efesios, de ella obtendremos la tan deseada definición:

 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta [ektréfo] y la cuida [dsálpo], como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. (Efesios 5:28-30) 

 Aquí podemos deducir claramente, que el amor tiene dos componentes, el sustenta y cuida lo amado (en este caso habla de amor a sí mismo, que es el amor a su mujer). Ósea, al amor (agapao) contiene dos fundamentos esenciales:

 En el primer término, tenemos el Strong G1625, para el término sustentar, que también se puede traducir como criar, criar hasta la madurez, acariciar, entrenar y sustentar.

 G1625 κτρέφω ektréfo de G1537 y G5142; criar a madurez, i.e. (generalmente) acariciar o entrenar: criar, sustentar.

 En el segundo término, tenemos el Strong G2282, para el termino cuidar, que también se puede traducir como empollar, calentar, promover, fomentar, ternura y cuidar.

G2282 θάλπω dsálpo semejante a θάλλω dsálo (calentar); empollar, i.e. (figurativamente) promover, fomentar: ternura, cuidar.

 Ósea el amor (agapao) tiene dos componentes en su definición, una es de sustentar y la otra es de cuidar; lo podemos ver en lo que unos buenos padres procuran para sus hijos, sustento y cuidados; es decir, ellos aman sus hijos. En estos dos términos vemos la definición que da Dios en la Biblia del amor; si no están estos dos componentes, no es el amor Bíblico lo que vemos, sino algo que es diferente al amor Bíblico, que está simulando ser amor, sin serlo en realidad (disfrazado).

 Lo veo mucho en la zalamería o la adulación que se ve en ciertas congregaciones y/o personas, lo cual no es ni semejante al verdadero amor; de hecho hay un proverbio de esto que me llama mucho la atención, que es practicado por falsas enseñanzas en varias congregaciones:

 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite; Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol. Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida. (Proverbios 5:3-6)

 En apocalipsis, entendemos que la mujer extraña no sólo es la adultera, sino una llamada iglesia falsa una iglesia adultera y/o prostituta (ver apocalipsis 17).

 Cuando esta mujer le dice a la humanidad, lo que está quiere escuchar, y no la verdad del evangelio, se convierte en una doctrina falsa lo que enseña, es decir, una mentira apartada de la verdad de Dios (en el último tiempo habrá muchos falsos maestros que enseñaran lo que la gente quiera escuchar ver 2Tim4:3-4).

 Ahora, vamos a ver en el Antiguo Testamento, específicamente en la Torá (5 primeros libros de la Biblia), como esta definición está respaldada y nos sorprenderá, como Dios nos puso desde el inició el propósito de amar… veámoslo en el siguiente verso:

Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Génesis 2:15 

 Vemos nuevamente que Dios puso al hombre (humanidad) en el huerto para dos cosas, para que lo labrara (abád) y lo guardase (shamár).

 En el primer término, tenemos el Strong H5647, para el término labrar, que también se puede traducir como trabajar, cultivar, criar, sustentar, etc …

 H5647  עָבַד   abád  raíz primaria; trabajar (en todo sentido); por impl. servir, arar, cultivar, (caus.) esclavizar, etc.:- adorar, arar, culto, desempeñar, ejercer, esclava, honrar, librador, labrar, ministrar, prestar, servidumbre, servir, siervo, sujetar, trabajador, trabajar.

 En el segundo término, tenemos el Strong H8104, para el termino guardar, que también se puede traducir como cercar, cuidar, proteger, atesorar, custodiar, etc.

 H8104  מַָר shamár raíz primaria; propiamente cercar alrededor (como con espinos), i.e. guardar; generalmente proteger, cuidar, etc.:- advertir, aguardar, atesorar, celebrar, centinela, conservar, considerar, cuidado, cuidar, cumplir, custodiar, ejercer, encargar, esperar, espiar, guarda, guardador, guardar, guardia, guardián, interés, mantener, meditar, mirar, observar, pastor, preservar, reservar, seguir, tener, velar, vigilante, vigilar.

 Pues vemos que Jehová dice que puso al hombre en el huerto para que lo labrara y lo guardase; que es lo mismo que decir, que Jehová puso al hombre en el huerto del Edén para que lo sustentara y lo cuidase, es decir, el propósito de Dios en poner al hombre en el huerto era que ejerciera el AMOR sobre el. El hombre debía cultivar (sustentar) y cuidar (guardar) el huerto del Edén. Por lo tanto, podemos decir, que el hombre (humanidad) fue creado para que amara, ese era el propósito de Dios en el hombre; él debía amar al huerto (amar su creador y entorno); para eso fue creado. Y lo vemos coherente, porque el propósito de la ley (torá) es el amor; y la sustancia de Dios es el amor.

Es una sorpresa muy bonita y agradable, la humanidad fue creada para amar; para amar tanto a Dios con todas nuestras fuerzas, alma, mente y corazón; como nuestro entorno (prójimo). 

 Ahora podemos ver un ejemplo práctico, como el ministerio verdadero está sustentado en el amor, o por lo menos debería ser así Bíblicamente:

Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.  Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Juan 21:15-17 

 G1006 βόσκω bósko forma prolongado de un verbo primario [Compare G977, G1016]; pastar; por extensión dar de comer; reflexivamente pacer, apacentar: apacentar, pacer.

 G4165 ποιμαίνω poimaíno de G4166; apacentar como pastor (o figurativamente supervisor): apacentar, ganado, regir.

 Vemos que esto de apacentar y pastorear, es lo mismo que sustentar y cuidar algo, vemos que el Señor le enseña al apóstol Pedro que Él quería amor a Sus ovejas; pues El es el buen Pastor, y debemos imitarlo a El. Vemos como El Señor demanda amor a todos sus ministerios, entendiendo el verdadero amor Bíblico, es decir, sustentar y cuidar algo (en este caso Sus ovejas). Los verdaderos ministros (siervos de Dios), aman lo que le pertenece a su amo, es decir, Sus ovejas (las ovejas del Señor).

 Ahora entendemos cual es el verdadero amor Bíblico, que tiene dos componentes, una de sustentar, cultivar, desarrollar, criar, etc y la otra de cuidar, guardar, atesorar, proteger, custodiar, etc. Es lo que vemos en la Sagrada Biblia, y vemos que está definición esta escondida en la Biblia, pero gracias a Dios nos ha sido revelada. Ya sabemos cual es la verdadera definición del AMOR según la Biblia, y no la salmearía y palabras blandas, que pueden ser usadas por una iglesia falsa, para cautivar sus victimas.

En resumen podemos concluir, que el verdadero amor es desarrollar alguien para que llegue a su mayor potencial y cuidarlo de manera que el mal no lo afecte, estos dos componentes deben estar en el verdadero amor; esto se ve muy claro en la funciones de un pastor, él debe alimentar las ovejas, llevándolas donde encontraran buenos pastos; y también debe cuidarlas del enemigo (lobo) y peligros del camino; si un pastor cumple esta función con riesgo de su propia vida, se ve claramente que este pastor amas las ovejas, pues pone su vida por ellas. 

También vemos que no es amor todo lo que se llama amor en el mundo, si no están el componente de alimentar (desarrollar) y cuidar (proteger), eso no es verdadero amor, SI NO BUSCAMOS EL BIEN DEL AMADO, ESO NO ES AMOR.

Gracia y Paz (Shalom) de Dios Padre y su Hijo para todos sus santos.

 

jueves, 31 de octubre de 2019

El amor de la verdad 🧡




Hola a todos, un gran saludo, les quiero compartir hoy un versículo que, si lo leen, va a impactar a muchos:

Y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. (2Ts 2:10)

Leyendo el texto anterior, me quiero referir al amor de la verdad, es algo que no se escucha mucho hoy, pero la verdad trae consigo el amor; no podemos separar la verdad del amor (o el amor de la verdad, que es lo mismo). Al ser separados, me refiero al amor y la verdad, ya no es un camino de vida, sino es un camino de error; al separar el amor de la verdad,  el amor deja de ser amor y la verdad, verdad; como veremos.

Veamos bien a que me refiero, la Biblia dice:

No te apartarás, pues, ni a derecha ni a izquierda de ninguna de las palabras que yo os ordeno hoy, para ir en pos de otros dioses y servirlos. (Deu 28:14)

Cuando nos desviamos y separamos el amor de la verdad, estamos fuera del Camino de Dios, no pueden ser separados en el Camino del Evangelio de Rey.

Si lo ves, veraz que es muy precioso el amor de la verdad; es algo que debe ir junto y es algo bello. 


Ejemplo del amor mal entendido:

Cuando sólo predicamos el amor (misericordia) de Dios, decimos algo que está fuera del Evangelio, pues la salvación tuvo un costo y se pagó con justicia (Jesús pagó en la cruz toda la demanda de Dios por el pecado del hombre). Cuando sólo hablamos del amor de Dios, sin querer damos a entender un Dios con una suerte de desidia por tomar decisiones, el bien y el mal poco se diferencian, cosa que no es así. Dejamos de entender que Dios ordenó que toda gente se arrepintiera …

Pues bien, Dios, pasando por alto esos tiempos de ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; (Hch 17:30)

Dios manda el arrepentimiento, es lo primero que debemos hacer antes de obtener la salvación; cuando predicamos un Dios que sólo perdona, dejamos de lado esta importante actividad, antes del perdón, el arrepentimiento. Y también omitimos que Dios no nos quiere ignorantes, es la ignorancia algo que El detesta (pero la entiende).

Un Jesús que es sólo amor, es un amor mal entendido; a él le gusta la rectitud, le gusta que no seamos ignorantes; él es un Camino angosto, que debemos seguir, pero nos podemos desviar a izquierda o a derecha, si en El no permanecemos.

También me gustaría decir, que el verdadero amor, no puede apartarse de la verdad, no están nunca separados, porque el que dijo Yo soy la verdad, dijo que era el Camino al Padre, donde sabemos que Dios es amor. Ósea para llegar al amor del Padre, debemos transitar por la verdad que es Jesús de Nazaret.


Ejemplo de la verdad mal entendida:

Cuando sólo predicamos la verdad, decimos algo que está fuera del Evangelio, pues la salvación tuvo una misericordia por nosotros y fue un regalo de Dios. Cuando sólo hablamos de la verdad, sin querer damos a entender un Dios con una suerte de justicia por sobre todo, el bien y el mal son la base para él, no entendiendo que este árbol fue la base de la caída del hombre. Dejamos de entender que Dios es misericordioso, nos ama por sobre todo y quiere que nos arrepintamos, para nuestro bien …

Encontrar defectos en los demás es más fácil, que encontrar los propios, El Señor nos invita ayudar a los otros, por eso primero debemos sacarnos en casa los defectos, para ser más efectivos en la ayuda.

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no consideras la viga que está en tu ojo? O, ¿cómo dirás a tu hermano: Deja que saque la paja de tu ojo, y he aquí la viga en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.  (Mat 7:3-5)

El Señor nos quiere ayudando al resto, pero si algo no lo has practicado primero contigo ¿Cómo se lo vas a dar a los demás? Primero quiere que empecemos con nosotros, para luego seguir con los demás, en lo que nos ha funcionado.

Cuando sólo se predica la verdad, se está más cerca de satanás, pues es fácil ver el error de la humanidad, y desviar la solución…

Y no es de extrañar, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. (2Co 11:14)

Aunque sabemos que la verdadera verdad, nunca deja fuera el amor, pues si lo dejara fuera, no sería verdad, y por lo tanto, una obra del enemigo.

Y las personas que sirvan a esta verdad disfrazada, se convierten en servidores de una verdad adulterada, que en definitiva es una mentira.

Así que, no es muy extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia, el fin de los cuales será conforme a sus obras. (2Co 11:15)

Y como servidores de la mentira, sirven al enemigo antes que a Dios.


En definitiva, podemos decir de resumen, que la verdad del amor (misericordia) no pueden ser separados; y es de nosotros saberlo; en el camino de la cruz ambos se encuentran, como lo dice el salmo 85, como vemos.

La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron. (Sal 85:10)

En el Camino de la cruz, camino que debe tomar todo cristiano; en la cruz de Cristo se encuentran la verdad y el amor; la verdad al condenar como pecaminoso el pecado, y debe ser clavado en una cruz; y la misericordia de Dios, que en esa misma cruz entregó su Hijo, por amor a nosotros.

¡En la cruz de Cristo se encuentran, la justicia de Dios y la misericordia de Dios!!!

Ahora puedo entender mejor a Pablo cuando dijo:

Pues no me propuse saber nada entre vosotros, sino a Jesús el Cristo, y a éste crucificado. Y llegué a vosotros con debilidad, y con temor y con mucho temblor; y mi palabra y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del poder del Espíritu, para que vuestra fe no esté en sabiduría de hombres, sino en el poder de Dios. (1Co 2:2-5)

Un abrazo a todos, que en Cristo, Dios el Padre, les de entender esta palabra.

¡Shalom!!!

domingo, 18 de marzo de 2018

Tres “Heme aquí” según la Biblia


Mis queridos amigos y lectores, hoy les quiero compartir el mensaje, Tres “Heme aquí” que hayamos en la Biblia, en ello podremos encontrar una edificadora enseñanza de nuestros padres de la fe (como es del caso de Abraham) que no debemos dejar de aprovechar.

Heme aquí, es la palabra en hebreo  הנה אני (HINÉNI); y es con estas palabras que Abraham respondió a Dios, cuando Este le llamaba en su gran prueba de fe, veámoslo:

Aconteció después de estas cosas que Dios probó a Abraham, y le dijo: ¡Abraham! Él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora a tu hijo, tú único, a Isaac, a quien amas, y ve a tierra de Moriah,  y tú mismo sacrifícalo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré. Y Abraham se levantó temprano por la mañana, enalbardó su asno y tomó consigo a dos de sus mozos y a su hijo Isaac. Luego cortó troncos para el holocausto, se levantó, y se fue al lugar que le había dicho Dios. (Génesis 22:1-3)

En el texto anterior, vemos como Abraham después de escuchar la orden de Dios, y después de decir, Heme aquí, se levantó muy temprano de mañana, para obedecer el llamado de Dios.

La traducción de  HINÉNI (הנה אני)  sería: heme aquí ó aquí estoy; es como decir, ¡aquí estoy atento escuchando y presto a obedecer sus órdenes mi Señor! Indica un estado de atención plena, a lo que se va a decir, para obedecerlo prontamente. Con estas palabras vemos como los grandes hombres de Dios como Abraham, Israel, Moisés, Samuel, Isaías, María respondieron a Dios, como lo hizo también el mismo Señor Jesucristo, su Hijo Unigénito.

Citaré 7 ejemplos de la Biblia, que debemos imitar, donde vemos estos grandes de Dios, y sus respuestas a El:

ABRAHAM: Pero el ángel del  Señor lo llamó desde los cielos, y le dijo: ¡Abraham! ¡Abraham! Y él dijo: ¡Heme aquí! (Génesis 22:11)

JACOB: Y el ángel de Dios me dijo en el sueño: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. (Génesis 31:11)

MOISES: Vio el Señor que se desviaba para observar, y Dios lo llamó de en medio de la zarza, y le dijo: ¡Moisés! ¡Moisés! Y él respondió: ¡Heme aquí!  (Éxodo 3:4)

SAMUEL: El Señor  llamó a Samuel, y él respondió: ¡Heme aquí! (1 Samuel 3:4)

ISAIAS: Entonces oí la voz de Adonay que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y dije: ¡Heme aquí, envíame a mí! (Isaías 6:8)

MARIA: Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella. (Lucas 1:38)

CRISTO: Entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero. (Hebreos 10:9)

Claramente en los 7 ejemplos anteriores, vemos como estos hombres de Dios (cuando digo hombres, como lo pueden notar, no descarto las mujeres, pues somos uno para Dios), responden con un profundo y reverente Heme aquí

Hasta aquí, hemos hablado del PRIMER Heme aquí (HINENI), que es como debemos nosotros responderle a Dios, cuando nos llama; atentos a su mensaje y listo para obedecer sus palabras. Vimos como hasta el mismo Señor Jesucristo respondió de esa manera a su Padre; y de la misma forma 6 ejemplos de grandes hombres de la fe, lo hicieron. Hoy tenemos la oportunidad de seguir sus pisadas, al responder de similar forma a nuestro Dios y Señor; cuando nos llame; cuando oigamos su voz. En resumen el primer Heme aquí, es de nosotros para con nuestro Dios.

El SEGUNDO Heme aquí (HINENI), lo vemos en la forma que debemos comportarnos con nuestros semejantes, prestos y listos para atender sus llamados y necesidades.

Veamos algunos ejemplos, como grandes de la fe, se dispusieron ante sus semejantes:

ABRAHAM: Entonces habló Isaac á Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. (Génesis 22:7-8)

Abraham atiende rápidamente la inquietud y solicitud de su hijo camino al sacrificio; con esto demuestra su amor y como le explica que Dios proveerá del cordero. Es muy preciosa esta expresión “e iban juntos”, la Biblia al recalcar esto, nos muestra que no sólo iban juntos en forma física que es algo muy obvio, sino que iban juntos en un mismo sentir, en una misma misión, en un mismo propósito y en un mismo corazón.

JOSE: Y dijo Israel á José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Sichêm: ven, y te enviaré á ellos. Y él respondió: Heme aquí. (Génesis 37:13)

José ante la solicitud de su padre Jacob respondió Heme aquí, luego de esta pronta respuesta y obediencia vemos que se desata en José su travesía y odisea,  hasta llegar a ser segundo después de Faraón rey de Egipto y salvar al pueblo de Israel del hambre, y preservarlos multiplicándolos en Egipto.

SAMUEL: Llamando pues Eli á Samuel, díjole: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. (1 Samuel 3:16)

Vemos como en sus inicios juveniles, el profeta Samuel se somete y está presto a escuchar y obedecer a Elí, su mentor. Y llegó a ser Samuel fue un gran profeta de Dios en Israel.

En los ejemplos anteriores, vemos la disposición que debemos tener ante nuestros semejantes, ya sean estos puestos para guiarnos o a nosotros como sus guías; debemos tener la misma disposición de corazón de un “Heme aquí” ante sus solicitudes.

A lo mejor estas pensando lo mismo que yo; si cumplimos la ley, es decir, primero amar a Dios sobre todas las cosas, cumpliremos fácilmente el primer Heme aquí para con Dios; y si cumplimos el segundo de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, cumpliremos el segundo Heme aquí, también con facilidad, pues estaremos dispuesto a obedecerles por su bien.

Vemos que en la perfección de la ley de Dios en nuestros corazones,  que es el propósito del Nuevo Pacto, el escribir la ley de Dios en nuestras mentes y corazones, cumplimos fácilmente estos dos Heme Aquí, para con Dios y para con nuestros hermanos y cercanos.

Este es el pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré; (Hebreos 10:16)

Mis estimadísimos amigos y lectores, creo que aquí estamos llegado al Heme aquí más importante de todos; y es cuando el mismo Dios y Señor nos dice Heme aquí a nosotros, es decir, cuando nos contesta Heme aquí a nuestras solicitudes y oraciones.

Luego de los dos Heme aquí anteriores, nosotros respondiendo a nuestro Dios y Señor, y respondiendo a nuestro prójimo de la misma manera; viene el poder de Dios en nuestras oraciones, efectividad total en el poder de Dios. ¿Cómo?

El TERCER Heme aquí, es cuando Dios nos responde de esa manera a nosotros; es decir, El se pone presto en atención y listo para actuar ante nuestras palabras, ¿No es algo tremendo? ¡Dios con una atención máxima a escucharnos y actuar a nuestro favor!, Parece increíble ¿no?. Pues no lo es, veamos cuando es que ocurre de esa manera, cuando Dios nos dice o nos dirá Heme aquí a nuestras solicitudes y oraciones. Lo podemos ver explicado en el capitulo 58 del libro de  Isaías; Isaias nos muestra la forma de conseguirlo, es la respuesta de Dios que debemos buscar y procurar, para todas nuestras oraciones y solicitudes:

Isaías 58:1-14  ¡Clama a voz en cuello, no te detengas, Alza tu voz como una trompeta! ¡Denuncia a mi pueblo su rebelión, A la casa de Jacob sus pecados!  (2)  Que me buscan de día en día, Y muestran deseos de conocer mis caminos, Como un pueblo que practicara la justicia, Y que no abandonara la Ley de su Dios. Me piden las ordenanzas de justicia, Se complacen en la cercanía de Dios.  (3)  Decís: ¿Para qué ayunar, si no haces caso? ¿Afligir nuestra alma, si no te enteras? Pero he aquí, el día de ayuno buscáis vuestro interés, Y apremiáis todos vuestros trabajos.  (4)  He aquí, para contiendas y debates ayunáis, Para herir con puño inicuamente. No ayunéis como ahora, Si queréis que vuestra voz sea oída en lo alto.  (5)  ¿Es tal el ayuno que Yo escogí, Que de día aflija el hombre su alma, Que mueva la cabeza como un junco, Y se acueste sobre saco y ceniza? ¿Llamaréis a eso ayuno, Día agradable al SEÑOR?  (6)  ¿No es más bien el ayuno que Yo escogí, Desatar las ligaduras de maldad, Soltar las cargas de opresión, Y dejar ir libres a los quebrantados, Y que rompáis todo yugo?  (7)  ¿No es que partas tu pan con el hambriento, Y a los pobres errantes albergues en casa; Que cuando veas al desnudo, lo cubras, Y no te escondas de tu hermano?  (8)  Entonces nacerá tu luz como el alba, Y tu salvación se dejará ver pronto, Tu justicia irá delante de ti, Y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.  (9)  Entonces invocarás, y al SEÑOR responderá; Suplicarás, y Él dirá: ¡Heme aquí! Si quitas en medio de ti la opresión, El dedo amenazador y las palabras arrogantes;  (10)  Si de tu alma sacas para el hambriento, Y sacias al alma afligida, En las tinieblas nacerá tu luz, Y tu oscuridad será como el mediodía.  (11)  El SEÑOR te pastoreará siempre, Y en las sequías saciará tu alma y dará vigor a tus huesos. Serás un huerto bien regado; Un manantial cuyas aguas nunca faltan,  (12)  Los tuyos reedificarán las ruinas antiguas, Volverás a levantar los cimientos de muchas generaciones, Y serás llamado reparador de brechas, Restaurador de senderos para descansar.  (13)  Si detienes tus pies en el sábado, Para no hacer lo que te plazca en mi día santo, Si llamas al sábado tu delicia, Santo, glorioso del SEÑOR, y lo honras, No yendo en tus propios caminos, Ni buscando tus propios placeres, Ni hablando de tus propios asuntos,  (14)  Entonces el SEÑOR será tu delicia; Te haré subir sobre las alturas de la tierra, Y te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob, Porque lo habló la boca del SEÑOR.

Vemos que cuando amamos sinceramente a Dios y a nuestro prójimo, vemos también que seremos rápidos en decirles Heme aquí; y tras ello es nuestro mismo Señor que cuando le oremos nos dirá Heme aquí; es decir, aquí estoy, dirá el SEÑOR, atento a escuchar y obedecer tu llamado.

¡¿NO ES TREMENDO LO QUE ESTAMOS DICIENDO?! Dios mismo estará presto a oír y obedecer nuestras oraciones; con un tremendo ¡Heme aquí!!!

Lo que estamos expresando es algo tremendo, y debemos guardarlo en nuestros corazones, pues es algo muy importante y glorioso, es algo que vale la pena seguir y alcanzar con todo nuestra alma, fuerzas, mente y corazón; alcanzar tal poder y amor, con nuestro Dios juntos como hermanos; extendernos de tal manera de alcanzar el ¡HEME AQUI, de DIOS!!! A nuestros llamados.

Entonces, si todo lo anterior es tan impactantemente bello, poderoso y glorioso; ¿Cuál es la dificultad que tenemos?

Lo que debemos rechazar es el pecado, que nos separa de nuestro Dios...

Vámonos al primer libro de la Biblia, al libro de Génesis, al tercer capítulo y en el leemos:

Y oyeron la voz del SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al aire del día; y se escondió el hombre y su mujer de delante del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. Y llamó el SEÑOR Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. (Génesis 3:8-10)

Adam, al oír la voz del SEÑOR Dios; no respondió con un Heme aquí; sino que se escondió; y a Su llamado, sólo obtuvo una explicación a su ocultamiento de El.  Vemos como el hombre después de pecar, ya no está dispuesto a oír a Dios rápidamente y exponerse a Sus órdenes; sino que al oír Su voz se esconde; y a Su llamado especifico, antes que el arrepentimiento por su pecado Adam, da una explicación para justificarse. Lejos de un Heme Aquí, estuvo la respuesta de Adam.

Lo anterior nos muestra que es el pecado, el estorbo que nos dificulta los Heme aquí que deseamos tener en nuestra vidas; y es el pecado, lo que debemos vencer en Cristo, para restaurar completamente nuestra relación con Dios y nuestros semejantes. Para que ante la voz de Dios, digamos Heme aquí, y ante el clamor de nuestros cercanos, podamos decir Heme aquí; y así obtener el gran HEME AQUI que viene del mismísimo DIOS y SEÑOR ante nuestro llamado. Amén.

El que hace pecado, es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para que deshaga las obras del diablo. (1 Juan 3:8)

Un saludo a todos, me gustaría invitarlos a leer el siguiente mensaje:

A la estatura de un varón perfecto (La perfección cristiana)


Y avanzar en resolver esta pregunta: ¿Qué es la perfección cristiana?


jueves, 8 de diciembre de 2016

A la estatura de un varón perfecto (La perfección cristiana).


… hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; (
Efe 4:13)

Hoy les quiero compartir un tema muy importante e interesante; que me ha hecho reflexionar y preguntarme... ¿Qué es realmente la perfección?, ¿Cómo podemos alcanzarla? y ¿Cómo podemos medirla de alguna manera? (medir lo alcanzado).

Le he dado vueltas al tema, y no puedo decir que es un tema trivial y liviano; sino que me he dado cuenta que es uno de los propósitos fundamentales del evangelio (llegar a la perfección), y no veo que el asunto, esté muy claro en el pueblo cristiano de hoy, y si no lo conocemos y entendemos, al no verlo claramente, creo que en parte podemos ser desviados de diferentes doctrinas filosóficas y/o religiosas erradas que nos pueden hacer perder el norte; es por ello, creo mi amigo lector, que es fundamental avanzar en el entendimiento de este asunto, fundamental en el caminar de la fe, de un creyente. ¿Que es realmente la perfección que nos invita la Biblia?

Quiero hacer el siguiente paréntesis, antes de continuar; creo que será valioso tenerlo en mente, para ver un poco más claro el tema:

La ley (Toráh) o sistema legal establecido, no puede perfeccionarnos, si bien ella (la Ley) es perfecta en sí misma:

De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. (Rom 7:12)

Hay por una parte, la abrogación del mandamiento anterior, a causa de su debilidad e ineficacia, porque la ley nada perfeccionó, sino que fue introducción a una mejor esperanza, por medio de la cual nos acercamos a Dios. (Heb 7:18-19)

Porque la ley, teniendo meramente una sombra de los bienes destinados a venir, no la imagen misma de las cosas, nunca puede perfeccionar a los que se acercan por medio de los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año. (Heb 10:1)

Mi amigo lector, si vemos con cuidado los párrafos anteriores, nos damos cuenta que si bien la Ley no tiene defecto alguno, es santa, justa y buena; tampoco tiene el poder de perfeccionarnos, es decir, de hacer un cambio superior en nuestras vidas transformándolas, ella sólo nos puede mostrar lo santo, lo justo y lo bueno (por ella reconocemos el pecado); pero no tiene poder de hacernos santos, justos y buenos; no hay poder en ella. ¿Estoy despreciando la ley (Torah) por ello? En ningún caso, sólo indico su gran importancia como guía, pero su ineficacia ante la transformación a la perfección requerida, a la cual nos invitan. La Ley carece de poder transformador en sí misma; ella nos deja en manos de Quien si tiene ese poder de hacerlo; Cristo mismo, es decir, la Palabra de Dios.

Ahora, es primordial saber ¿qué es la perfección a la que la Biblia alude?, ¿Cómo alcanzaremos lo que no sabemos claramente?... Creo que la respuesta a esta pregunta es fundamental para poder avanzar el tema; pues si entendemos cosas diferentes por perfección, a las que Dios nos quiere enseñar, nos será claramente más difícil avanzar..., pues podríamos estar caminando al lado errado o dando prioridad a lo de menor importancia para Dios; seremos menos firmes en nuestros pasos.

¿Cuál es la perfección llamada? Pues para algunos sería, por ejemplo, la perfección un cuerpo incorruptible, para otros una mayor sabiduría, para otros mayor poder, para otros el poder volar, para otros mayor inteligencia, o mayor paciencia, o mayor bondad, o mayor fe, o mayor dominio propio, el hacer milagros, el conocer todos los misterios, expulsar demonios, hablar en lenguas, predicar con poder, la belleza, mayor conocimiento,… etc, etc; creo que todos podemos poner una lista de atributos, y darle su importancia relativa según nuestro parecer; pero creo que debemos ver las cosas con la óptica que fueron escritas, para el fin que debemos alcanzar. Con los ojos espirituales, debemos ver el llamado y la promesa de Dios, en Cristo.


Preguntas que espero desarrollar y poder responder, para de alguna manera, orientarnos claramente en el objetivo:

1) ¿Que es la perfección?



2) ¿Como alcanzarla?


3) ¿Cómo medirla?



Humildemente, veo lo siguiente y vamos con la primera pregunta::

1) ¿Que es la perfección?

La perfección que Jesús nos llama, y a la cual debemos llegar, está establecida en base al amor; si al amor. Veámoslo en el siguiente texto:

...pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos. ... Vosotros pues sed perfectoscomo vuestro Padre celestial es perfecto. (Mat 5:44-48)

Acá veo claramente que Jesús nos llama a ser perfectos como el Padre, aduciendo claramente al AMOR.

Jesús le dijo: Ya que quieres ser perfecto, anda, vende tus posesiones y da a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos, y ven, sígueme. (Mat 19:21)

En este texto, también veo que Jesús desafía a joven rico a que demuestre su perfección; con el desprendimiento de sus cosas materiales; claramente el joven rico, no era perfecto; le faltaba fe y amor, para hacerlo.

…así también vosotros poned toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud, a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal, y al afecto fraternal, el amor. (2Pe 1:5-7)


Acá Pedro nos enseña como el valor superior de esta cadena de superación a la perfección, es el amor.

Claramente vemos que la Biblia nos enseña que la culminación de la perfección se alcanza en el amor; eso no significa que Dios no quiera que seamos perfectos en otros ámbitos, y que los alcancemos también; pero ninguno es más importante que la perfección en el amor. Todo lo demás debe palidecer ante el fin último de todo, que es el amor.



2) ¿Como alcanzarla?

Por cuanto todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido concedidas por su divino poder, mediante el conocimiento pleno del que nos llamó por sus gloriosas proezas, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegarais a ser consubstanciales con la naturaleza divina; habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia, así también vosotros poned toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud, a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal, y al afecto fraternal, el amor. (2Pe 1:3-7)


Veo que Pedro nos enseña cómo alcanzar la perfección (la receta), en los versos anteriormente citados. La base es la fe, de ahí partimos...y claramente la fe está establecida en la Palabra de Dios genuina (y no en teologías humanas).

Y Él mismo dio: unos, apóstoles; otros, profetas; otros, evangelistas; y otros, pastores y maestros; a fin de adiestrar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías. (Efe 4:11-13)

Pablo nos muestra lo necesario de los ministerios genuinos establecidos por el Señor y no los hombres; y la operación de todos los miembros en la mutua edificación, hasta alcanzar la estatura del varón perfecto. Ambos son necesarios, los ministerios establecidos por el Señor, con la mutua edificación a través de los dones del Espíritu; y todo en el obrar de Dios.


3) ¿Cómo medirla?

Sería una teoría sin fundamentos si no sabemos cómo medirla (¿Cómo medir la perfección?); es base de una ciencia, establecer un parámetro de medición; si la perfección es el amor, debemos tener la manera de medir el grado de perfección que vamos alcanzando, y como nos bvamos superando en el tiempo, hasta llegar a la meta:

El que dice: Yo lo conozco, y no guarda sus mandamientos, es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que obedece su palabra, en éste verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios; por esto pues sabemos que estamos en Él. (1Jn 2:4-5)

La perfección se puede medir por el grado de obediencia a su Palabra; es lo que nos enseña el apóstol Juan.

A Dios nadie jamás lo vio; si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha sido perfeccionado en nosotros. (1Jn 4:12)

Nuevamente Juan nos establece una parámetro de medida... el amor entre nosotros, nos establece el grado de perfección alcanzado.

Bueno, creo que hay más que citar; pero veo que es la perfección del amor en nosotros la principal y mayor virtud que debemos desarrollar los seguidores del Camino.

Veo con preocupación, la despreocupación que hay hoy por el amor; el cual en muchos círculos religiosos se confunde con la zalamería de boca; pero el verdadero amor no usa de la zalamería (Jesús nunca lo hizo), sino con el buscar el bien de tu prójimo, a pesar del costo personal asociado que tengas que pagar por ello.

¿Lo crees?

Espero que sí, pues si no lo crees, no lo alcanzas; y te llevaras una gran pérdida de tiempo en  esta tierra; pues todo acabará pero sólo el amor permanece, y para siempre.

 El amor nunca deja de ser. Porque las profecías serán abolidas, las lenguas cesarán, el conocimiento se acabará; porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, pero cuando venga lo perfecto, lo que es en parte se acabará (1Co 13:8-10)


Interesante tema....


Saludos a todos, y espero vuestros comentarios.

Si quieres profundizar del amor, te dejo este enlace al siguiente mensaje "Definición Bíblica del amor"

No es 1 corintios 13; es la definición que encontramos en la Biblia del amor.  Saludos y gracias.



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