lunes, 17 de marzo de 2008

Siete principios, y siete promesas.


Antes de empezar, les voy a formular siete preguntas; si tú contestas afirmativamente a ellas, tienes que seguir leyendo (y espero en la gracia de Dios, que esto sea de bendición para tu vida); y si no lo haces, es decir, contestas negativamente, quiere decir que mejor sigues de largo y buscas otro articulo, ya que este mensaje no es para ti.

Preguntas:
¿Quieres tener muchos años de vida en paz?

¿Quieres tener buena opinión y favor, ante Dios y los hombres?

¿Quieres tener la certeza que los pasos que das, son siempre los pasos correctos?

¿Quieres sentirte físicamente bien?

¿Quieres gozar de prosperidad?

¿Quieres ser instruido y amado en forma especial por Dios?

¿Quieres ser bienaventurado, y alcanzar algo mucho mejor que el oro y la plata; larga vida, caminos deleitosos, honra, riquezas, paz, felicidad y vida eterna?

Creo que son muy pocos los hombres que se negarían a estas preguntas; de hecho cualquier ser humano sano, no lo haría jamás (pero la verdad es que no todos están sanos, pues algunos necesitan médico).

Yo creo que nadie diría que no; ¿Cuál es el problema? Muchos están en incredulidad y desconocimiento de estas cosas preciosas y ciertísimas. Por eso, hoy lo comparto con ustedes, muchos ya lo saben; pero es bueno conocer y divulgar la buena nueva de Cristo, en nosotros y en todos los que lo reciban…

Ahora, si tú contestaste afirmativamente, deberás compartir conmigo que el hecho de querer algo es sólo el comienzo, luego del querer viene el poder alcanzarlo. ¿No es verdad? Bueno de esto se trata el presente mensaje; es un mensaje muy práctico y aplicable en nuestras vidas.

Si tu lees el libro de Proverbios de Salomón; y miras con atención entre el capitulo 2 y 3; verás que el comienzo del capitulo 3 hasta el versículo 20; tiene una forma y una estructura especial, es decir, es una estructura que la diferencia de lo que la antecede y la diferencia de lo que le precede. Esta estructura se puede dividir en 6 requisitos con promesas y una culminación en séptimo lugar. O sea, son siete partes, como los siete días de la semana; como los siete días de la creación. El siete tiene un significado muy especial en toda la Escritura, que representa un número divino de plenitud y de obra completa por Dios.

Con estas palabras, quiero compartir con ustedes siete principios divinos que nos producen siete promesas; es esta una palabra muy práctica de aplicar con la gracia del Señor, y la quiero compartir con ustedes, para que juntos obtengamos lo prometido y agrademos al Padre por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Si leemos el libro de Proverbios el capitulo 3, de los versos 1 al 20; podemos ver y entender ciertas verdades que no debemos desconocer; y que debemos entender para poder poner en práctica y obtener los frutos deseados…

Por favor lean el texto citado, y luego lo desmenuzamos…

Pro 3:1-20 Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, (2) porque largura de días y años de vida y paz te añadirán. (3) La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. (4) Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres. (5) Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. (6) Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas. (7) No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal. (8) Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. (9) Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; (10) entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto. (11) Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, (12) porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita. (13) Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; (14) porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. (15) Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. (16) Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra. (17) Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz. (18) Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan. (19) Con sabiduría fundó el SEÑOR la tierra, con inteligencia estableció los cielos. (20) Con su conocimiento los abismos fueron divididos y los cielos destilan rocío. (LBLA)

Pero antes, debemos recordar como dice el proverbio, Si eres sabio, eres sabio para provecho tuyo, y si escarneces, tú solo lo sufrirás. (Pro 9:12) los principales beneficiados de la sabiduría. Somos nosotros mismos; sabiendo y entendiendo que la sabiduría de Dios es Cristo mismo; es una persona en nosotros. Si eres escarnecedor (hacer muecas, burlarse, mofarse), tú sólo lo sufrirás. La palabra está dada, la decisión es tuya…

Bueno para hacerlo más claro aún, los versos los he dividido en siete, que es un numero que representa la plenitud de Dios (y fácilmente se puede dividir este apartado de los proverbios en siete, en forma natural y sin hacer forcejeos), siete significa que estos versos son muy importante de conocer, entender y practicar; ya que el siete representa la obra completa de Dios, su plenitud.

He puesto en verde, lo que corresponde a la solicitud (mandato) divina y en rosado lo que corresponde a la promesa asociada a cada mandato. En otras palabras, tras un mandato, hay una promesa de Dios para nuestras vidas; y claro está que Dios cumple siempre sus promesas, no lo olvidemos. El cielo y la tierra pasarán pero sus palabras permanecen…

¿Cuántos recursos, dinero, tiempo y sacrificios malgastamos invirtiendo en recetas humanas de vida y prosperidad?; bueno, ahora es tiempo de buscar y creer lo verdadero y perdurable; que si tiene frutos reales de vida, paz, prosperidad, etc.

Les repito, esta es una palabra muy práctica; nadie se puede confundir con ellas; muchos discursos escuchamos; muchos de ellos son bonitas palabras; estas palabras van a la práctica concreta; y se pueden sólo practicar si existe FE, sin ella, es decir, sin CREER; sólo entran por un oído y salen por el otro (como se dice vulgarmente).

Sólo agrego algunos comentarios, ya que estos versos son muy claros, y no necesitan mayor explicación.


Proverbios 3:1-20 (LBLA)
(1) Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos,
(2) porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.

Primero debemos notar, que esto es para un “Hijo mío”, es decir, para hijos de Dios; los que han sido hechos hijos de Dios por medio de la fe en Jesús y el bautismo del Espíritu Santo.
Segundo, observando las palabras “olvides”, nos damos cuenta que está la mente relacionada al mensaje, como también el “corazón”.
Tercero, las palabras mandamientos y enseñanza; representan la palabra de Dios; en dos formas, una primera forma que se guarda en el corazón (lógos) y una segunda que se entiende o se revela (jréma), por medio del Espíritu Santo. (Recuerda que el Señor nos habla al corazón y de ahí pasa a la mente, ¡y debe pasar a la mente!).

Hermano mío, si tu guardas las palabras de Dios, y no te olvidas de ser enseñado por el Espíritu Santo; entonces “largura de días y años de vida y paz te añadirán”.

Antes, de pasar al siguiente punto, recuerda el siguiente versículo “Pro 6:23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz…” y recuerda además, que Dios en el primer día Dios dijo: Gen 1:3 “Sea la luz. Y hubo luz”.
¿Es curioso no?, en este primer punto empieza con la luz, igual que en el primer día de la creación…

(3) La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.
(4) Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres.

La misericordia (bondad, amor, benevolencia, benignidad, etc.) y la verdad (Jesucristo, rectitud, fidelidad, confiabilidad, etc.).

Hermano mío, amarra la verdad a tu garganta (no hables mentiras) y escribe en tu corazón el amor; y “Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres”.
¡Mira que no es sólo ante Dios! (Pero también, que no dice que sea con todos los hombres).

(5) Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
(6) Reconócele en todos tus caminos,
y El enderezará tus sendas.

Fíjate nuevamente, confía en el SEÑOR con el “corazón” y no te apoyes en tu entendimiento “mente humana”; y reconócele en TODOS tus caminos (voluntad). Esta palabra es para nuestro corazón, mente y voluntad; para nuestra alma.
Apóyate de corazón en Dios y no en tu astucia, inteligencia, cordura, prudencia, etc. Reconócele en todos tus caminos (Ten presente al Señor en todo lo que hagas); y EL enderezará tus sendas (pasos, andar, camino, costumbre, manera, rumbo, sendero, vereda, etc.). Nota que es EL, el que endereza tu caminar; y no tú, por tu propia inteligencia o prudencia.

Hermano mío, confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu antiguo entendimiento (despójate de tu entendimiento carnal), reconócelo en TODOS tus asuntos; y tendrás la certeza que EL enderezará tus pasos; tus pisadas serán correctas y certeras, con propósitos eternos.


(7) No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal.
(8) Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos.

No seas sabio en tu propia opinión, es decir, no te creas sabio; recuerda lo siguiente que escribió el apóstol Pablo: Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. (1Co 3:18). Teme a DIOS, si Dios es de temer con su tremendo poder y autoridad; es el principio de la sabiduría y su práctica es alejarse del mal.
Mira el siguiente verso: El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco. (Pro 8:13) Mira como encaja en forma perfecta con lo anterior, el temor del SEÑOR es aborrecer el mal; el orgullo y la arrogancia el mal camino, es decir, lo contrario a no ser sabio a tus propios ojos. Y por último el SEÑOR aborrece la boca perversa, es decir, la boca fraudulenta que pervierte (desvirtúa) la verdad.

Jesús mismo nos enseño, al único que debemos temer: Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. (Lucas 12:5) Esto es al SEÑOR, que tiene las llaves de la muerte y del Hades. Sólo a El debes temer, a nada ni nadie más…(ni al Diablo debemos temer; claro está si estamos bien con Dios, en Cristo).

Hermano mío, no te creas sabio en ti mismo, sino teme a DIOS y apártate del mal; será medicina para tu existencia y refrigerio para ti mismo.


(9) Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos;
(10) entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.

Honra al Señor con tus bienes, se rico para con Dios con tus bienes y con las primicias, es decir, con lo primero y mejor de tus frutos; entonces (y no antes), tus graneros se llenarán y tus lagares rebosarán. ¿Qué significa? Creo que es muy obvio, pero lo diré significa ABUNDANCIA y SATISFACCION. Si abundancia, de lo que necesites; abundancia económica (según el propósito de Dios) y abundancia de lo mejor que es el pan y bebida espiritual; Cristo mismo la Palabra de Dios. Recuerda que el pan se hace a partir del trigo y el trigo se almacena en graneros. Y recuerda que el vino se hace en lagares…¿Recuerdas el pan y el vino en la cena del Señor? Bueno, esa es la verdadera comida y la verdadera bebida; este versículo nos promete antes que nada llenura espiritual, satisfacción para nuestra alma.
Mira por favor el siguiente versículo, como Pablo les exhorta a la iglesia en Corintios: Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? (1Co 9:11) La verdad, que esto es fiel en los hombres que si siembran lo espiritual, de hecho es una de las formas que tenemos de honrar al Señor.

Para poder poner en práctica este 5º punto, se necesita fe (como también los anteriores), y respecto a eso es bueno que recuerdes el mensaje “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” donde veras claramente que la fe verdadera, CREE a Dios y actúa en forma natural conforme a la fe.


(11) Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión,
(12) porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.

Bueno, si no fuera posible rechazar ni aborrecer la disciplina del Señor, esto estaría de más; pero aquí nos insta la palabra a considerar, que sólo a través de esta disciplina llegaremos al nivel, que el Padre nos quiere dar. Es un privilegio ser enseñado y disciplinado por el Maestro Perfecto. ¿No te parece? Si tu pensabas que este camino era todo color de rosas, considera que por nuestro bien, hay disciplina de por medio; si es que el Padre se deleita en nosotros. Que así sea. Amen.

Con estos seis puntos, completamos el número de hombre; es decir, la obra del sexto día; donde Dios nos hace conforme a su imagen y semejanza. Luego viene, el séptimo día, donde hay un reposo y una gran satisfacción por la obra realizada. Recuerden, que estamos en un proceso de edificación, es decir, Dios nos está edificando a cada uno de nosotros; para que lleguemos a la estatura de un varón perfecto. Veo en los seis puntos anteriores, muchas riquezas acumuladas (fe, confianza, palabra de Dios, entendimiento, enseñanza, bondad, paciencia, temor de Dios, honrar a Dios, disciplina, negación de la sabiduría personal, amor, verdad, honra, vida, salud, humildad, rectitud, esperanza, etc. y ser Hijos de Dios).
Los seis puntos anteriores están escritos de una forma muy simple y muy profunda, y los invito a no quedarse con sólo esto; sino que buscar más…


(13) Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; (14) porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. (15) Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. (16) Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra. (17) Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz. (18) Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan. (19) Con sabiduría fundó el SEÑOR la tierra, con inteligencia estableció los cielos. (20) Con su conocimiento los abismos fueron divididos y los cielos destilan rocío.

Por ultimo, el séptimo punto, que corresponde a día del reposo; es donde ya has alcanzado la sabiduría (que es Cristo manifestado en ti); has alcanzado en Cristo, para lo que Cristo te alcanzó a ti primero.
Y en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho, y reposó en el día séptimo de toda la obra que había hecho. (Gen 2:2)
Bienaventurado, es decir, feliz el hombre que haya a Cristo (sabiduría de Dios) y alcanza entendimiento (inteligencia). Los beneficios los puedes leer muchas veces…

Si ves con detalle el versículo 19 y 20; notaras que la Escritura hace referencia al proceso de la Creación por Dios, lo que nos afirma, que lo que hemos visto es un paralelo entre los siete días de la creación y los siete días de nuestra completa edificación en Cristo. ¡Vamos adelante!


Si haces una meditación y lees con calma, notaras que hay algo muy importante que debemos entender y valorizar; ¡EL SEÑOR NOS ESTA GUIANDO POR SU GRAN AMOR!

Y a eso sólo debemos agradecerle y alabarlo; y pedir que nos enseñe por medio de su Santo Espíritu, todos estos misterios escondidos para sus hijos amados. Que incluso los ángeles quieren conocer…

Amen.

Saludos, gracia y paz a todos.

Rodrigo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

HERMOSA PAGINA MUY BIEN INSPIRADA,DE GRAN BENDICION, GRACIAS, EN EL NOMBRE DE JESUS

Anónimo dijo...

Me encanto tu pagina hermano, gracias por compartir

Diana Díaz dijo...

Muy bien explicado, yo pensé que el temor de Dios era temerle a él y mira es aborrecer el mal

Rodrigo Cárdenas B. dijo...

Mira que interesante lo que dijo Moisés …

"Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que para probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia y no pequéis." (Éxo 20:20)

Dios no quiere que temamos a nada, sólo quiere que esté su temor en nosotros, para que no pequemos...
Gracias y shalom (paz).

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