sábado, 19 de julio de 2008

Hablemos en Cristo


Si lees con atención el siguiente versículo, que escribió el apóstol Pablo, podrás ver algunas cosas interesantes e importantes:

Pues no somos como muchos, que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo. (2Co 2:17)

Primero Pablo da testimonio que no son como muchos (también se puede traducir como "la mayoría"), es decir, la mayor parte comercia con la palabra de Dios. Que curioso ¿no? cuantas ideas románticas tenemos de este primer siglo de la iglesia; y en verdad, muchos eran los que aún en ese entonces, comerciaban y obtenían ganancia deshonesta con el evangelio. Y hoy no estamos mejor, desgraciadamente y con dolor lo digo.

Pero, como hoy; también existía palabra sin adulterar, sin intereses partidistas y denominacionales; acomodando las Escrituras; a intereses humanos y terrenos; y no en Cristo. Dios nos de cada día de Su Pan del cielo; su lógos, su palabra, a Cristo mismo (porque la palabra de Dios, sale de la boca de Dios ¿no te parece lógico?, de otra manera no sería palabra de Dios...) Y si de su boca sale ¿cuál es nuestra gloria?, ninguna en nosotros mismos, sólo El es nuestra gloria...

En segundo término, los hombres de Dios de ese tiempo hablaban con SINCERIDAD (claridad, pureza), ¡que palabra más desconocida es hoy esta en muchos predicadores! (muchos dije, no todos), que salen con cada pastelito escondido... ¡cuanta hipocresía se ve hoy!, que sólo hacen que el nombre de nuestro Dios sea blasfemado en el mundo.

En tercer término, hablaban como de Dios y delante de Dios; es decir, con temor de Dios y enseñando Su mensaje. No puede ningún hombre hablar de parte de Dios, sin hacerlo delante de El, y esto es por fe. Los inicuos, hablan de su propio corazón y sin temor de Dios, es decir, ocultos de la luz.

Y en cuarto término, yo diría lo más importante, dice: "hablamos en Cristo", fíjate que no dice "hablamos de Cristo", sino HABLAMOS EN CRISTO. Esto es muy, pero muy importante de entender; no se puede predicar la palabra efectivamente, si no lo haces EN CRISTO; muchos hoy en el mundo hablan DE CRISTO, pero no muchos hablan EN CRISTO.

¿Cuál es la diferencia?

Hablar de Cristo lo puede hacer cualquier persona, sin importar su condición espiritual.

Pero, sólo los que están en El (que permanecenen EL), pueden hablar EN EL, es decir, EN CRISTO.

Aquí radica el verdadero poder del evangelio en la predicación; predicar EN CRISTO es el secreto. El resto sólo ruido y confusión...y en el mundo espiritual no produce nada, más que ocasión de burla al enemigo.

Permanezcamos en Cristo, de modo; que siempre estaremos preparados para dar con mansedumbre y reverencia, testimonio de nuestra fe.

Un abrazo en El y nuestro Padre.






3 comentarios:

Rodrigo dijo...

Saludos hermano,

Que la gracia de Dios este contigo.

Estar EN Cristo y permanecer EN Cristo para poder hablar EN Cristo.

Nada podemos hacer sin el Espíritu de Dios, Jesús decia "dejen que los muertos entierren a sus muertos", porque Jesús consideraba ya muertos a aquellos que no tenian el Espíritu Santo.

Por tanto, si no estamos EN Cristo todo será vano esfuerzo.

Rodrigo Cárdenas B. dijo...

Así es.
En El está la vida, fuera de El nos secamos...

saludos.

Anónimo dijo...

Rodrigo;
Te cuento que me encanto este material, pues creo que de alguna manera pinta un aspecto de la triste realidad.

De todas maneras, hemos de seguir adelante.
Saludos y que tus días sean DE COLORES

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