lunes, 25 de agosto de 2008

¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?


Dijo Jesús el Señor, a sus discípulos (a propósito de la parábola del sembrador que les acababa de hablar):

Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola?

¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? (Marcos 4:13)

Fíjate en lo siguiente, (no se si lo habías visto antes -yo hace poco- pero es algo muy valioso e importante de considerar), Jesús dice: ¿No sabéis esta parábola?

Mira como aquí nos indica Jesús, que esta parábola en particular es fundamental para entender todas las parábolas del Reino de Dios... ¿porque lo digo? Porque al preguntar a sus discípulos si entienden o comprenden está parábola en particular; luego, les pregunta ¿Entonces, como entenderán todo el resto de parábolas...?

Además, sabemos que el propósito de las parábolas, no es hacer las cosas más fáciles de explicar a cualquiera, sino que sean oídas y entendidas sólo por los que deben hacerlo, es decir, para dar a conocer a los que están dentro, los misterios (secretos) del Reino de Dios.

Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. (Marcos 4:11-12)


¿Quienes están fuera y quienes dentro?

Es simple, los que NO están EN Cristo, están fuera, los que están EN Cristo, están dentro.

Esta parábola esta en tres evangelios en la Biblia, de modo que tengamos una visión completa de ella (podríamos hablar de visión tridimensional para entenderla mejor...) Está en Mateo, Marcos y Lucas. Sólo transcribiré la parábola escrita en Marcos; pero la explicación que da el Maestro de maestros en cada evangelio tienen matices diferentes y la copiaré de cada uno de ellos en particular, porque en cada uno arroja perspectivas que se complementan para tener una mejor visión, audición y entendimiento; de esta parábola que es un pilar de las parábolas...


Parábola del sembrador

Marcos 4:2-8 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: (3) Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; (4) y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. (5) Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. (6) Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. (7) Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. (8) Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.


Concluimos hasta aquí, que es esta parábola en particular (Parábola del sembrador) es primordial para comprender el resto de las parábolas (proverbios en antiguo testamento), es decir, sin entenderla, Jesús nos preguntaría...¿Cómo comprenderemos todas la parábolas?

Entendemos también que Jesús les explicaba a sus discípulos todas las parábolas, hoy es lo mismo; ya que por medio del Espíritu Santos nos enseña todas las parábolas. La diferencia no está en la capacidad intelectual de cada persona, sino en que las parábolas son explicadas a los discípulos de Jesús, es decir, a los que lo siguen. Y recordemos que ese es el propósito de anunciar el evangelio, hacer discípulos de Jesús a los hombres.

USARE TRES COLORES PARA VER Y COMPARAR MEJOR (MARCOS, MATEO Y LUCAS) LA EXPLICACIÓN DEL SEÑOR, DE ESTA PARÁBOLA EN CADA EVANGELIO.


LOS SEMBRADOS EN EL CAMINO
Marcos 4: (14) El sembrador es el que siembra la palabra. (15) Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones.
Mateo 13: (18) Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: (19) Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
Lucas 8: (11) Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. (12) Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.

En este primer grupo vemos varios aspectos:

  • El sembrador, es la persona por la cual se entrega la palabra (lógos) de Dios, en particular la palabra del reino de Dios. Quien es la palabra de Dios, es Cristo y su mensaje (verdad y gracia).

  • La semilla como ya dijimos es la palabra (lógos).

  • La tierra, es el corazón del hombre. Es el corazón del hombre el que tiene la capacidad de recibir y retener la palabra. Recuerda que el hombre fue hecho del polvo de la tierra, de modo que la tierra representa lo humano.
  • Este primer grupo escucha la palabra, pero ella no alcanza a brotar, ya que es quitada de sus oyentes por el diablo (engañador).

  • Fíjate que Mateo resalta que la palabra es arrebatada por el malo, cuando su oyente no la entiende. Importante es entender la palabra.

  • Lucas resalta que este primer grupo, al perder la palabra, no creen ni se salvan.

LOS SEMBRADOS EN LOS PEDREGALES
Marcos 4: (16) Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; (17) pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.
Mateo 13: (20) Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; (21) pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
Lucas 8: (13) Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.

En este otro grupo vemos lo siguiente:
  • Aquí hay germinación, la palabra produce vida (la semilla brota en la poca tierra), es decir, la palabra es creída, por eso se produce vida.

  • Mira como en el tiempo de la prueba (aflicción, tribulación y/o persecución por causa de la palabra), al no tener raíces profundas, se secan ( secarse, para mi es la muerte; no se si para ti es lo mismo...¿?, no creo que haya vida en una planta seca, ni mucho menos que fructifique).

  • Veo que en este caso hay una advertencia, a dar espacio en nuestros corazones a la palabra de Dios (lógos que se hizo carne). Sin espacio, no habrá sustento para pasar las pruebas, que si o si, vendrán; y naufragaríamos en las pruebas. Toma entendimiento, que este corazón, sólo tiene destinado un pequeño lugar para Dios.

  • Las piedras representan el pecado que no queremos abandonar y atesoramos dentro de nosotros mismos, esas son las durezas que impiden a la palabra crecer en nosotros; por favor, lee lo siguiente: Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. (Heb 3:12-15) El autor de la carta de Hebreos, exhorta a sus hermanos, es decir, hijos del mismo Padre; a no tener un corazón malo de incredulidad, es decir, a no endurecerse por el engaño del pecado. Fíjate que el corazón somos nosotros los que lo disponemos a nuestro Dios y Señor; y no es el Señor el que lo toma sin nuestro consentimiento y entrega. Nos advierte esto además, si no fuese posible endurecer nuestros corazones, es decir, tener un corazón malo, que es lo mismo que tener una mala tierra; el Señor no nos habría advertido por medio de esta parábola (que es un pilar del resto de las parábolas del Reino de Dios). De modo, que lo anterior es una advertencia a nosotros, a sus hijos; para que no haya piedras en nuestros corazones, es decir, que no nos endurezcamos por el engaño del pecado.

  • Los que saben de campo, es decir, de siembras; saben que cuando hay un terreno con piedras debemos pasar el arado y remover las piedras que estorban. Una vez realizada esta labor, la tierra (nuestro corazón), está preparado para dar espacio a las raíces de la palabra.

  • En la Biblia, los ministros de la palabra, es decir, los siervos de Dios; son representados como labradores de la tierra, como bueyes en una yunta (que aran la tierra), como sembradores, como regadores, etc, etc. Son los ministerios del Señor Jesucristo, los que nos meten el arado en el corazón (sólo con nuestra venia y autorización), el arado de su palabra a la luz del Espíritu, para mostrar y sacar todo lo que estorba al crecimiento normal de la palabra en nosotros. En lo siguiente verás que los ministros o siervos de Dios son representados (como parábola) como bueyes: Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla.¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. (1Co 9:9-10)

LOS SEMBRADOS EN LOS ESPINOS
Marcos 4: (18) Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, (19) pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Mateo 13: (22) El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Lucas 8: (14) La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.



En este otro grupo vemos lo siguiente:

  • Aquí hay germinación, la palabra produce vida (la semilla brota en la tierra, es decir, se cree), pero en el corazón juntamente crecen afanes de este mundo, el engaño de las riquezas y los placeres de la vida (aquí la palabra vida en griego es bíos: como bienes y sustento; y no como zoé, vida verdadera que es Cristo).

  • Mira que lo que aquí pasa es que no hay fructificación, osea no hay sentido en el propósito de la planta, que es dar frutos. Traducido a los hombres, son hombres que no alcanzan el propósito por el cual fueron formados, es más, por el cual nacieron.

  • En este caso nuevamente hay una advertencia, a no dar espacio en nuestros corazones a afanes de este siglo (mundo) que pueden ahogar el normal desarrollo de la palabra de Dios en nosotros (lógos que se hizo carne). Sin frutos, la planta pierde sentido y propósito... NO dice que la planta muera. pero es una planta ESTÉRIL.

  • Los que saben de campo, es decir, de siembras y cosechas; estarán de acuerdo que cuando hay un terreno con espinos debemos sacar los espinos y no permitir que crezcan. Una vez realizada esta labor, la tierra (nuestro corazón), está preparado para dar espacio a la fructificación de la palabra, y no se gastara vanamente dando sustento a los espinos. Si tienes dudas de que es una advertencia a creyentes, por favor lee lo que Jesús dijo: Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. (Luc21:34) Fíjate que como el Señor advierte de no dar cabida en nuestros corazones a las glotonerías y embriaguez (placeres de esta vida -bíos-) y a los afanes de esta vida (este siglo o mundo)...NO hay duda que es para creyentes la advertencia y no para el mundo incrédulo. La advertencia es para hombres que han recibido la palabra y han creído.

  • Los espinos representan todos nuestros proyectos humanos en este siglo, los cuales ocupan un lugar en nuestro corazón quitando lugar al verdadero sentido en nuestras vidas. El abandonar los espino, es tomar la cruz y seguir a Cristo.

  • Bueno nuevamente, los ministros verdaderos de la palabra, es decir, los siervos de Dios que son representados como labradores en la Biblia ... ellos con la gracia y la verdad de Dios, y con el poder del Espíritu (ojo no el poder de ellos), nos pueden mostrar la realidad de las cosas, y nosotros con la luz del Espíritu Santo despojarnos de estas cosas que sólo nos cargan. Si así no lo hacemos, nuestro corazón estará dividido entre Dios y el mundo; y no podremos servir a dos señores...

LOS SEMBRADOS EN BUENA TIERRA
Marcos 4: (20) Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Mateo 13: (23) Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Lucas 8: (15) Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.


En este otro grupo vemos lo siguiente:
  • Aquí hay germinación, la palabra produce vida (la semilla brota en la tierra, es decir, se cree), la planta crece en forma normal y luego a su tiempo fructifica. Son discípulos que alcanzan el propósito de sus existencias.

  • En la buena tierra, es la tierra (corazón) sin piedras y sin espinos. Una tierra que es limpiada de piedras y espinos, es una tierra que está en condiciones para recibir la palabra, germinar, crecer saludablemente y fructificar. Fíjate que la tierra sólo da cabida y sustento, pero es la planta la que crece y fructifica. La tierra debe cumplir su parte, los frutos los da la planta, si la tierra está limpia; en 30, 60 ó 100.

  • Si vemos las claves de esta buena tierra notaremos, que los tres evangelios se complementar para explicarnos lo que la caracteriza:
  1. Marcos dice reciben (paradéjomai) la palabra, paradéjomai en griego significa: aceptar cerca, admitir o deleitarse en. Esto nos habla que estos hombre reciben la palabra en profundidad con gozo e intimidad; le dan una profunda cabida en sus corazones, con gozo.

  2. Mateo nos explica que estos entienden la palabra, fíjate lo importantísimo que es comprender la palabra, sin entender la palabra no daremos frutos; sólo con una verdadera comprensión de la palabra de Dios, es decir, la palabra del Reino; cumpliremos el propósito de Dios en nuestras vidas. Muy, pero muy importante ENTENDER LA PALABRA (nota que para poder entender, antes hay que oír la palabra).

  3. Por último Lucas nos indica que aquellos que tienen un corazón bueno y recto, es decir, limpio de piedras (pecado) y espinos (afanes de este mundo), dan fruto con perseverancia (jupomoné en griego: resistencia, aguante alegre (o esperanzado) constancia, paciencia). Son aquellos que retienen la palabra y dan espacios en sus corazones completos para Dios; disponen sus corazones para ser santificados, por la palabra.

A modo de conclusión, podemos decir no debemos descuidar nuestros corazones, como lo dice el siguiente proverbio: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. (Pro 4:23) Porque de él mana (como fuente) la vida. El Señor al decirnos: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? Nos enseña a tomar muy en serio sus palabras, y disponer en forma muy especial nuestros corazones a El. Si no lo hacemos, los frutos nos lo declararán...


Para terminar la siguiente parábola, para los que quedaron preocupados en que deben hacer:

Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. (Mar 4:26-29)

Sólo nuestro trabajo es creer y retener lo que tenemos; demos más espacio en nuestros corazones a la palabra de Dios, es decir, Cristo y sus enseñanzas; y sin saber cómo, la planta crece y fructifica...

Un abrazo.

Rodrigo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias hermnao me aces bien , por que veo verdaderamente que hay gente que esta cerca de Dios , por que solo recibes su palabra cuando estas cerca de el ,bendiciones

Anónimo dijo...

Paz de Dios! Me ha gustado mucho el análisis y la reflexión que has hecho de esta maravillosa Parábola del Sembrador.
Hermano, me presento Me llamo Jorge y soy de Argentina,de la localidad de Garupá (cerca de Posadas)Provincia de Misiones. Vivo a pocos Km del puente Internacional Roque Gonzalez de Santa Cruz que une Paraguay con Argentina. Me alegra mucho que haya personas como tú con el interés de anunciar el Evangelio de Cristo. Dios te bendiga mucho. Te dedico este versículo bíblico: San Juan 15:16
Si quieres visitar mi Blog es:www.poramoracristo.blogspot.com UN ABRAZO FUERTEEEEEEEE EN CRISTO !!!

Rodrigo Cárdenas B. dijo...

Gracias Jorge, un gusto recibir tu comentario, y gracias por el versículo. Voy a ver el Blog.
Un abrazo en el amor de Nuestro Señor.

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